El SIDA corre por la sangre
Las autoridades sanitarias, dispuestas a controlar la pureza de las transfusiones
Todos los donantes de sangre, seg¨²n una orden ministerial que aparecer¨¢ pr¨®ximamente, se someter¨¢n a una prueba para comprobar si han estado en contacto con los virus causantes del s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y, por tanto, son portadores de anticuerpos, con lo que podr¨ªan transmitir la enfermedad. Dado que en Espa?a las donaciones no son suficientes para cubrir las necesidades de sangre, todo el plasma importado deber¨¢ contar tambi¨¦n con un certificado que garantice que no est¨¢ contaminado. Estas medidas se han adoptado en otros pa¨ªses europeos. En Estados Unidos llevan m¨¢s de dos a?os implantadas, aunque no siempre cuentan con el apoyo de los llamados grupos de riesgo, ante el temor de que se utilice la prueba como un medio de control y marginaci¨®n.
La importancia del SIDA viene dada por una serie de caracter¨ªsticas como el hecho de que es una enfermedad nueva que afecta a grupos sociales muy determinados -homosexuales, drogadictos y hemof¨ªlicos-, su alta mortalidad, su rapidez de propagaci¨®n -100 casos nuevos cada semana en Estados Unidos- y la falta de medidas terap¨¦uticas espec¨ªficas."Esta enfermedad, desde el punto de vista cl¨ªnico, es muy atractiva", dice el doctor Fernando D¨ªaz de Espada, inmun¨®logo de la cl¨ªnica Puerta de Hierro, donde ya ha habido tres fallecimientos por el SIDA. A ello se debe que distintos equipos de investigadores -franceses, norteamericanos y brit¨¢nicos- se hayan lanzado a la carrera para ver qui¨¦n consigue descifrar antes los enigmas que a¨²n hay sobre el virus ARV, como lo denominan los franceses, o HTLV-III, como lo han bautizado los norteamericanos. Lo que s¨ª est¨¢ totalmente claro es que se transmite siempre por contacto sangu¨ªneo. Esto hace posible que se puedan tomar medidas para controlar su propagaci¨®n.
La prueba 'Elisa'
La prueba para determinar los riesgos de contagio por transfusiones de sangre tiene, al igual que los ciclones, nombre de mujer. La prueba Elisa se lleva utilizando bastante tiempo para determinar tambi¨¦n los riesgos de contagio de la hepatitis B. Una variaci¨®n de ¨¦sta para el SIDA se ha comercializado en varios pa¨ªses, entre ellos Espa?a.
El problema principal es qu¨¦ actitud tomar con los donantes que den positivo en la prueba e ignoren su condici¨®n de portadores. La prueba Elisa no es una demostraci¨®n de diagn¨®stico; es decir, el que aparezcan anticuerpos no significa que se tiene la enfermedad, y adem¨¢s sus resultados no son muy fiables.
Los grupos homosexuales en Estados Unidos han organizado una campa?a en contra de la prueba Elisa, e incluso muchos de ellos van por la calle con una pegatina anaranjada en la que manifiestan su negativa a someterse a este control. Esta actitud ha encontrado eco en algunos pa¨ªses europeos, como Suecia, en donde la Asociacion Nacional para la Igualdad de Derechos Sexuales exhort¨® a los homosexuales a que se negasen a someterse a este tipo de pruebas por el temor a que se utilicen para elaborar un registro de homosexuales o bisexuales portadores del virus, sobre los que se realizar¨ªan posteriores medidas de internamiento o aislamiento. La comunidad de homosexuales en Suecia se cifra en unos 500.000. De momento, el Gobierno ha renunciado a utilizar medidas coercitivas.
Para evitar estos problemas, la Organizacion Mundial de la Salud se?ala la necesidad de que el resultado de las pruebas sea totalmente confidencial. Esta ser¨¢ la medida que adopte el Ministerio de Sanidad una vez que se empiecen a realizar las pruebas en Espa?a. En Francia, ¨²nico pa¨ªs europeo, junto a la Rep¨²blica Federal de Alemania, que tiene establecida la obligatoriedad de este control para toda la poblaci¨®n donante de sangre, a¨²n no se ha decidido s¨ª se informara a los pacientes sobre el resultado de la prueba, aunque el Comit¨¦ Nacional de ?tica opina que s¨ª deber¨ªa inform¨¢rseles.
Para confirmar un resultado positivo es necesario recurrir a otro tipo de pruebas m¨¢s fiables antes de alarmar innecesariamente, y crear, cuando menos, un inevitable estr¨¦s psicol¨®gico.
Contacto sangu¨ªneo
La actitud, tanto del doctor D¨ªaz de Espada, especialista en este tipo de pruebas, como de la doctora Odorina Tello, secretaria de la Comisi¨®n Nacional sobre el SIDA, creada por el Ministerio de Sanidad, coincide en que si una prueba Elisa da positivo, esa sangre debe desecharse para sus usos cl¨ªnicos. Pero hay que repetir la prueba antes de alarmar al donante.
Si la primera prueba es positiva y la segunda negativa, la actitud frente al donante depender¨ªa, seg¨²n el doctor D¨ªaz de Espada, de los resultados de una tercera prueba m¨¢s elaborada, como son la inmunoflorescencia y la t¨¦cnica de Western Blot. Si alguna de ¨¦stas diera positivo habr¨ªa que realizar un seguimiento de estos casos, al igual que si las dos pruebas Elisa realizadas dieran resultado positivo.
En algunos casos de SIDA contra¨ªdo tras una transfusi¨®n, el receptor desarrolla la enfermedad al mismo tiempo que el donante. Aunque en un principio el SIDA se asoci¨® directamente con la homosexualidad, est¨¢n aumentando los casos que tienen su origen en transfusiones sangu¨ªneas. Seg¨²n manifest¨® recientemente el doctor Rafael N¨¢jera Morrondo, ¨¦stos se han triplicado en todo el mundo. Los primeros fallecimientos que hubo en Espa?a por s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida fueron precisamente tres hemo nicos en la residencia de la Seguridad Social Virgen del Roc¨ªo, en Sevilla.
La necesidad que estos enfermos tienen de las transfusiones de sangre les ha convertido en uno de los llamados grupos de riesgo, ya que el SIDA se contagia necesariamente por contacto sangu¨ªneo. La homosexualidad tiene un ¨ªndice de riesgo alto siempre que se d¨¦ promiscuidad sexual, y en la adicci¨®n a la hero¨ªna el riesgo est¨¢ unido al h¨¢bito de no usar jeringuillas desechables.
En un estudio que comparaba el ¨ªndice de anticuerpos del virus HTLV-III en donantes de sangre altruistas y mercenarios se ha visto que hay una incidencia mucho mayor en este ¨²ltimo grupo. Un motivo m¨¢s, en definitiva, para afirmar, seg¨²n el doctor D¨ªaz de Espada, "que la marginaci¨®n va acompa?ada del virus del SIDA". Y es necesario controlar las donaciones de los no altruistas.
Seg¨²n datos de EE UU, el HT'LV-III se ha encontrado en el 95% de los donantes de sangre que estaban implicados en la transmisi¨®n del SIDA dos a?os m¨¢s tarde de su donaci¨®n, con lo que se evidencia que la viremia puede persistir mucho tiempo. Se ha visto tambi¨¦n que entre el 5% y el 19% de los varones homosexuales que dieron positivo en la prueba se desarroll¨® el SIDA en el plazo de dos a cinco a?os. El virus estaba presente en tres de cada cuatro madres de ni?os con SIDA. Pero el pron¨®stico a largo plazo de la mayor¨ªa de las personas infectadas con el virus se desconoce.
30 muertes en Espa?a
Francia es el pa¨ªs con mayor n¨²mero de enfermos de SIDA en Europa, seguida de la Rep¨²blica Federal de Alemania y el Reino Unido. Espa?a, en cambio, es uno de los menos afectados (el 94% de los casos ha aparecido desde 1983). En total, en Europa hay poco m¨¢s de 940 afectados. En Estados Unidos se supera ya la cifra de 9.000. Antes el SIDA avanzaba a un ritmo m¨¢s lento, duplic¨¢ndose cada a?o, pero actualmente se duplica cada seis meses.
La situaci¨®n en Espa?a de momento no es preocupante. Seg¨²n el ¨²ltimo informe de la Comisi¨®n Nacional sobre el SIDA, se han detectado 39 casos, 10 m¨¢s que hace tres meses, y se han producido en total 30 fallecimientos. El grupo m¨¢s numeroso entre estos afectados ha sido el de los drogadictos por v¨ªa intravenosa, seguido de los homosexuales.
Las infecciones oportunistas -atacan a los organismos que est¨¢n muy bajos de defensas, y hasta la aparici¨®n del SIDA surg¨ªan siempre como complicaci¨®n de otras dolencias- representan la patolog¨ªa m¨¢s frecuente, en 27 casos, y el sarcoma de Kaposi -enfermedad de la piel- se ha presentado en 12 casos, en cinco de los cuales se asoci¨® a infecciones oportunistas.
La Comisi¨®n Nacional sobre el SIDA ha iniciado contactos con los grupos de riesgo, como las asociaciones de homosexuales, para que se autoexcluyan de donar sangre. Estos grupos se han mostrado dispuestos a la colaboraci¨®n, en contra de lo que ha ocurrido en otros pa¨ªses, como Suecia y Estados Unidos.
Se han distribuido tambi¨¦n folletos en los centros de donaci¨®n de sangre y entre el personal sanitario que atiende a los enfermos del SIDA, indicando las precauciones m¨ªnimas que deben tomar.
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