Garant¨ªas absolutas para la mayor operaci¨®n internacional de ayuda a los afectados por el hambre
Existen garant¨ªas absolutas de que la masiva ayuda enviada desde el extranjero llega a los et¨ªopes necesitados. En esta afirmaci¨®n coincide la mayor¨ªa de las organizaciones internacionales y los observadores que supervisan la distribuci¨®n de la ayuda destinada a los ocho millones de afectados por la sequ¨ªa en Etiop¨ªa, frente a las acusaciones de que se pierden unas 30.000 toneladas de alimentos al mes. Una enviada especial de El PA?S visit¨® recientemente Etiop¨ªa junto a una misi¨®n de C¨¢ritas con ocasi¨®n de un env¨ªo de ayuda espa?ola.
"Sabemos d¨®nde est¨¢ cada tonelada de alimentos recibida en este pa¨ªs y puedo decir que las acusaciones sobre supuestos desv¨ªos de la ayuda no son ciertas", declara a El PA?S en Addis Abeba Kurt Jansson, secretario adjunto de la ONU encargado de los asuntos referentes a la sequ¨ªa en Etiop¨ªa, al explicar c¨®mo se est¨¢n distribuyendo los 800 millones de d¨®lares (unos 140.000 millones de pesetas) que han sido destinados a este pa¨ªs desde el pasado diciembre, para hacer frente a los efectos de la sequ¨ªa.El 50% de esta ayuda se distribuye a los necesitados a trav¨¦s de las 40 organizaciones privadas y voluntarias que act¨²an en el pa¨ªs -entre las que destacan la Cruz Roja Internacional, Ethiopian Catholic Secretariat, Church Drought Action Africa, Oxfam-, mientras que la otra mitad se canaliza a trav¨¦s del Relief and Rehabilitation Committee (RRC), organizaci¨®n del Gobierno et¨ªope para los problemas de la sequ¨ªa.
"No hay forma de que la ayuda sufra desv¨ªos. Las organizaciones voluntarias no necesitan ser sometidas a controles, ya que son entidades de gran prestigio y experiencia que tienen sus propios mecanismos de control que funcionan con gran exactitud. Por lo que se refiere a la actuaci¨®n del RRC, tenemos ocho monitores que viajan por las zonas afectadas por la sequ¨ªa para seguir todos los eslabones del proceso de distribuci¨®n", afirma Jansson.
"Por supuesto es imposible ejercer un control del ciento por ciento pero, como pudo comprobar una comisi¨®n del Congreso norteamericano, la desviaci¨®n de alimentos en Etiop¨ªa es marginal, si se tiene en cuenta que aqu¨ª estamos moviendo m¨¢s de un mill¨®n de toneladas de alimentos: un 3% frente al 10% y hasta el 40% de alimentos perdidos en otros pa¨ªses".
Tekle Rosario, representante del Catholic Relief Secretariat, puntualiza las cr¨ªticas sobre la supuesta venta de alimentos dados por la ayuda internacional en los mercados. "Hay que tener en cuenta que a veces se reciben productos como, por ejemplo, el arroz que, por cuesti¨®n de h¨¢bitos alimenticios, el pueblo et¨ªope, sobre todo los campesinos, ni siquiera sabe c¨®mo cocinar. En estos casos, el Gobierno puede decidir su venta en las ciudades para luego utilizar el dinero para cubrir los gastos de transporte, lo cual constituye s¨®lo una diferencia en la utilizaci¨®n de la ayuda sin que haya nada de deshonesto en ello".
La complicada burocracia que caracteriza el r¨¦gimen marxista-leninista de Mengistu Haile Mariam es otra de las cuestiones que ha sido objeto de numerosas cr¨ªticas por parte de numerosos observadores occidentales. "He de decir que el Gobierno et¨ªope es muy abierto en sus relaciones con las organizaciones de ayuda. Por supuesto existen problemas, pero tambi¨¦n hay que decir que muchas veces nos olvidamos que Etiop¨ªa es uno de los tres pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo, y es tal su nivel de subdesarrollo que su capacidad para afrontar este tipo de cat¨¢strofes es muy limitada", afirma Jansson.
El principal problema de la distribuci¨®n de la ayuda en Etiop¨ªa sigue siendo el del transporte de los alimentos a los centros necesitados, a pesar de que en los aeropuertos y carreteras es constante el tr¨¢fico de sacos de harina, bizcochos hiperproteicos, leche en polvo, mantas y medicinas. En los almacenes situados en los principales puntos de distribuci¨®n es f¨¢cil ver apilados los sacos de alimentos cada uno con el nombre del pa¨ªs donante. Pero, aun as¨ª, el transporte desde los principales centros de llegada de la ayuda (Addis Abeba y los puertos de Massaua, Assab y Yibuti) a los puntos m¨¢s necesitados, sigue siendo el principal problema en la distrubuci¨®n de los alimentos en Etiop¨ªa.
El Gobierno y las organizaciones internacionales se hab¨ªan impuesto como meta la distribuci¨®n de 100.000 toneladas de alimentos al mes, pero la insuficiencia de una red de trasportes y, sobre todo, la falta de camiones -a pesar de las recientes promesas del Gobierno para la utilizaci¨®n de m¨¢s veh¨ªculos militares- han determinado que s¨®lo se logre la canalizaci¨®n de 45.000 toneladas cada mes.
Frentes guerrilleros
La actividad de tres frentes guerrilleros en Tigr¨¦, Eritrea y Ogad¨¦n impiden la utilizaci¨®n de las escasas carreteras existentes. Los puentes a¨¦reos realizados principalmente por las fuerzas a¨¦reas brit¨¢nicas, belgas y germanooccidentales se han convertido as¨ª en el ¨²nico medio de enlace entre los principales centros de distribuci¨®n (Addis Abeba, Massaua, Assab) hacia los puntos m¨¢s necesitados a trav¨¦s de una geograf¨ªa donde el altiplano y las zonas monta?osas se alternan con los llanos de zonas completamente des¨¦rticas o los g¨¦iseres del valle del Rift.
"A pesar de la falta de seguridad, la distribuci¨®n en las zonas m¨¢s afectadas por la guerrilla de Tigr¨¦ y Eritrea -donde se calcula que hay 1,6 millones y 1,2 millones de afectados, respectivamente- ha mejorado notablemente desde los meses de febrero y alcanza actualmente el 73% de los afectados", afirma Jansson.
Se calcula que unas 400.000 personas viven actualmente en los campos de refugiados en las regiones de Eritrea, Wollo, Gondar y norte de Shoa. El resto de los afectados por la sequ¨ªa caminan todos los meses hacia los centros de distribuci¨®n, situados principalmente a lo largo de las carreteras y cuya existencia es una informaci¨®n que corre velozmente de boca en boca en toda la regi¨®n desde el momento de su creaci¨®n.
Los aviones de las fuerzas a¨¦reas brit¨¢nicas, de la Rep¨²blica Federal de Alemania y los helic¨®pteros facilitados por Polonia lanzan cada d¨ªa unas 75 toneladas de alimentos en1as zonas donde, por razones de seguridad o de situaci¨®n geogr¨¢fica, se mantienen fuera del alcance de la red de distribuci¨®n.
Ahora que la supervivencia de los afectados por el hambre no es un problema inmediato, las grandes organizaciones se plantean el problema de la rehabilitaci¨®n de la poblaci¨®n que ha sido desplazada a los centros de alimentaci¨®n.
"El campo de refugiados es el ¨²ltimo recurso al que recurren los que se han quedado sin nada. Pero no hay que olvidar que la vida en lugares donde se concentran 70.000 personas, como Makelle, no es humanamente digna. Existen numerosos peligros como son los brotes epid¨¦micos, la p¨¦rdida de la identidad de la familia y los perjuicios psicol¨®gicos derivados de la inactividad, porque el refugiado se ve reducido a la categor¨ªa de mendigo", afirma Rosario.
Por esta raz¨®n, se han instituido f¨®rmulas como el Food for work (trabajo a cambio de comida) que tiene un doble objetivo: poner en marcha programas para hacer frente a la falta de infraestructuras y la dignificaci¨®n de los afectados, que reciben la comida a cambio de su trabajo en obras para la mejora de la agricultura, riego, construcci¨®n de escuelas, hospitales o silos.
La aportaci¨®n espa?ola
La ¨²ltima ayuda espa?ola a los afectados por la sequ¨ªa en Etiop¨ªa fue un cargamento de alimentos y diverso material por valor de 412 millones de pesetas, recaudado por C¨¢ritas Espa?ola. La ayuda lleg¨® a bordo del barco Zoru, el pasado 15 de mayo, e inclu¨ªa unos 3,4 millones de kilos de harina de trigo; 200.000 kilos de az¨²car; 100.000 kilos de aceite de girasol; 1 mill¨®n de kilos de arroz; 1.000 kilos de leche condensada; 10.500 mantas; 389 tiendas de campa?a; 70.000 platos, cucharas y vasos; 12.000 cubos; 6.000 cacerolas y 20 veh¨ªculos Land Rover.El material estaba destinado al Ethiopian Catholic Secretariat (Caritas de Etiop¨ªa), que canaliza en Etiop¨ªa la distribuci¨®n de la ayuda de todas las C¨¢ritas del mundo. El dinero, que fue recaudado por medio de una colecta que comenz¨® el 8 de diciembre, fue entregado por los particulares directamente a las iglesias y oficinas de C¨¢ritas Diocesana y Espa?ola, o bien a trav¨¦s de ingresos en las cuentas corrientes abiertas con este fin en diversos bancos y cajas de ahorro.
Los resultados de esta campa?a fueron utilizados para comprar parte de los enseres y alimentos considerados como prioritarios seg¨²n las indicaciones de una lista confeccionada por el Relief and Rehabilitation Committee, el ¨®rgano creado por el Gobierno et¨ªope para los problemas relacionados con la sequ¨ªa.
Varios contratiempos
El env¨ªo de la ayuda sufri¨® varios contratiempos: en un primer monento se pens¨® contratar dos barcos para el transporte del material a Etiop¨ªa. Uno de ellos, el Haris, tuvo que buscar cobijo en las cosas griegas, cuando iba camino hacia Espa?a, debido a una fuerte tempestad. Cuando por fin se halaba ante las costas de Gibraltar sufri¨® un incendio que lo dej¨® inservible.
Se pens¨® entonces en contratar in solo barco, de mayor cabotaje, el Zoru, que fue retenido por las autoridades sanitarias en el puerto le C¨¢diz por considerar que la bodega no reun¨ªa las debidas condiiones sanitarias. Tras haber zarpado de C¨¢diz el 15 de abril, el Zoru, bajo bandera de los Emiratos ?rabes Unidos, sufri¨® otro retraso cuando se detuvo en el puerto de Yeda para repostar combustible, y la tripulaci¨®n, en su mayor¨ªa india, se neg¨® a seguir el camino si el armador no les pagaba el dinero que les deb¨ªa.
Tras un mes de viaje el barco leg¨® al puerto de Massaua de donde estaba previsto que se dirigiera hiacia Assab, donde, sin embargo, lo pudo descargar debido a la dongesti¨®n de buques en este puerto.
Se decidi¨® descargar toda el material en Massaua, y de ah¨ª fue llevado a los almacenes del Ethiopian Catholic Secretariat en Asmara, capital y principal centro de distribuci¨®n de la ayuda en la provincia de Eritrea.
Toda la operaci¨®n -desde la descarga en los muelles de Masaua hasta su entrega a los necesitados- fue supervisada paso a paso por representantes de la organizaci¨®n.
La ayuda aportada por C¨¢ritas Espa?ola est¨¢ siendo distribuida por medio de la f¨®rmula Food for Work para programas de rehabilitaci¨®n de los necesitados.
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