El Foro no gubernamental de Nairobi, mucho mas politizado que el oficial

ENVIADA ESPECIAL El Foro de organizaciones no gubernamentales se celebra paralelamente a la Conferencia Mundial para el Examen y Evaluaci¨®n de los Logros del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer, cuyas delegaciones oficiales se re¨²nen todos los d¨ªas en el Kenyatta Center, de Nairobi.

El Foro, dicen las mujeres que a ¨¦l asisten, es m¨¢s informal, m¨¢s rico y m¨¢s vivo, y en ¨¦l suceden cosas que ser¨ªan impensables entre los m¨¢s o menos serios delegados oficiales, por m¨¢s que ¨¦stos puedan discrepar.

Pese a la divergencia de opiniones, ser¨ªa muy dif¨ªcil ver llegar a las manos, en los pasillos del Kenyatta Center, a Maureen Reagan, jefa de la delegaci¨®n estadounidense, y Wilma Esp¨ªn, presidenta de la Federaci¨®n de Mujeres Cubanas, y cabeza de su representaci¨®n. El pa¨ªs que no quiera asistir por uno u otro motivo, tiene la opci¨®n de dejar su sitio vac¨ªo, como Sud¨¢frica, inexistente vecino, por cierto, de la delegaci¨®n espa?ola que dispone as¨ª de un espacio f¨ªsico m¨¢s holgado.

En el Foro, en cambio, caben tantas cosas que las participantes han podido contemplar a las mujeres marroqu¨ªes acompa?adas de fornidos guardaespaldas masculinos para reventar el taller de trabajo de las saharau¨ªs, o c¨®mo las delegaciones ¨¢rabes coinciden en su militancia predicadora, pero llevada hasta la agresi¨®n verbal entre unas iran¨ªes, enlutadas como monjas de las de antes, que mantienen que la liberaci¨®n de la mujer pasa por la guerra santa isl¨¢mica, y unas iraqu¨ªes con un feminismo reivindicativo del estilo m¨¢s ortodoxo.

En la Conferencia de organizaciones gubernamentales no va a entrar nunca la fuerza p¨²blica a desmantelar un puesto de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, pero la polic¨ªa s¨ª ha levantado el chiringuito que el Movimiento Internacional de Lesbianas hab¨ªa colocado en el campus universitario, por la tolerante raz¨®n de que en Kenia est¨¢ prohibida esta forma de relaci¨®n homosexual.

El Foro, dicen, est¨¢ m¨¢s politizado, entre comillas. El ¨¦l se mueven, con un encomiable esp¨ªritu de servicio, las palestinas o las cubanas, pero tambi¨¦n las mujeres masai, que quiz¨¢ es la primera vez que abandonan esta tribu kenyata caracterizada por la altura de sus miembros, o diversas monjas cat¨®licas.

Lo que es indudable, es que el Foro da mucha m¨¢s cancha a las santonas. La ministra francesa de los Derechos de la Mujer, Ivette Roudy, no pasar¨¢ de estar sentada en una silla, junto con su delegaci¨®n, como el resto de los asistentes a la asamblea gubernamental. Pero en la Universidad las figuras se han construido sus peculiares altares.

Betty Friedman, m¨¢s de dos lustros de feminismo americano nos contemplan, tiene ya hasta un ¨¢rbol, el ¨¢rbol de Betty, bajo el que todas las ma?anas recibe a disc¨ªpulas con cuaderno que toman nota de sus criterios sobre la maternidad, el poder o el trabajo y pasan horas escuch¨¢ndola. Angela Davis, pantera siempre, pasea su altivez por la hierba y hace de su caminar su propio trono.

Las latinoamericanas

Es el Foro el lugar donde han tenido un peso considerable las latinoamericanas y donde ayer una Tencha Allende tan conocidamente viuda pidi¨® solidaridad no solo con Chile, sino tambi¨¦n con Paraguay, Hait¨ª, El Salvador, Guatemala, Honduras. All¨ª, con la hospitalidad del rinc¨®n de la francesa Ivette Roudy, acompa?ada por Carlota Bustelo, las latinoamericanas tendieron un puente de uni¨®n con la conferencia oficial al coincidir en un punto con las exposiciones de sus pa¨ªses en ¨¦sta: el Fondo Monetario Internacional ahoga a los pueblos del continente con su pretensi¨®n de que paguen la deuda externa.

Despu¨¦s de que hablaran varias representantes, desde las abuelas de la plaza de Mayo a la Uni¨®n Nacional de Mujeres Mexicanas, recordando la necesidad de la democracia, la tragedia de los desaparecidos, Carlota Bustelo introdujo lo que, a su juicio, es el tema central de las reuniones de Nairobi; dijo que la lucha por la democracia y la libertad es tambi¨¦n la lucha por los derechos de las mujeres y fue muy aplaudida por ello. La oradora uruguaya segu¨ªa pensando que la deuda externa es el gran desestabilizador de democracias". Y a?adi¨®: "y no vamos a pagarla, porque ya la pagamos hace 500 a?os".