Al hilo de la remo-crisis

Los ¨²ltimos cambios en el Gobierno me sugieren unas reflexiones (con permiso), siempre partiendo de las inf¨®ra¨ªnciones aparecidas en la Prensa. A saber:- La renuncia de Boyer, inadmisible desde un punto de vista l¨®gico y responsable, producido por no conseguir un mayor poder (vicepresidencia), aunque seg¨²n parece s¨ª consigui¨® todo lo dem¨¢s (cambios); por lo visto, el ¨²nico punto desde el que encaja su dimisi¨®n es el de sus personales rabietas.

- La destituci¨®n de Mor¨¢n, en el momento de m¨¢xima aceptaci¨®n popular y con una envidiable cartera de ¨¦xitos a su cargo. Pero l¨®gicamente, si sus ideas acerca de la OTAN no coinciden con las del presidente, es normal su cese. Claro que si lo miramos desde otro ¨¢ngulo, lo l¨®gico ser¨ªa que dimitieran o fueran destituidos todos los que ahora dicen "digo" donde antes dijeron "salida de la OTAN". Naturalmente, eso ser¨ªa en un caso l¨®gico, no pol¨ªtico.

- Los calificativos de Fraga a Fern¨¢ndez Ord¨®?ez de que "es un hombre para todas las estaciones" resultan, cuando menos, de risa. Que yo sepa, en UCD era socialdem¨®crata, y en el PSOE sigue si¨¦ndolo (me temo que, hoy por hoy, en el PSOE resulta bastante dif¨ªcil ser otra cosa). Actitud en la que no se puede equiparar a la trayectoria del de AP, que fue -?y c¨®mo lo fue!- ministro de la dictadura. Entre sus muchos ¨¦xitos (que nadie se asombre de sus enfados cuando se le recuerda algunas de sus actuaciones), destaca la realizaci¨®n de un c¨¦lebre refer¨¦ndum del s¨ª, con el que, entre otras cosas, se consigui¨® poner en entre

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dicho la exactitud de las matem¨¢ticas como ciencia: ciento y pico por ciento de s¨ªes en algunos casos; pero que cuando la cosas empezaron a ponerse mal se aprest¨® a lo de las asociaciones pol¨ªticas para cambiar todo para que todo siguiera igual y despu¨¦s a la democracia, con piel de conservador al regreso de Londres y con piel de Fraga en la actualidad.

- Por ¨²ltimo, y a la vista del aumento del n¨²mero de ministros catalanes en el Gobierno, la afirmaci¨®n de que "no basta con que nombren ministros catalanes, sino que tambi¨¦n ejerzan como tales", uno no sabe a ciencia cierta si enlazan con las afirmaciones del presidente de CiU, condicionando la espa?olidad de los catalanes a las contrapartidas que reciban del Gobierno del Estado o a las del se?or Roca, condicionndo ciertos apoyos en el Parlamento a contrapartidas, entre ellas algunos mil¨¦s de millones, o simplemente quiere decir que arrimen el ascua a su sardina. Personalmente, creo que pocas personas cuestionan que los ministros sean catalanes, andaluces o canarios, con tal que antepongan los intereses de Espa?a a los dem¨¢s y de que lo hagan bien. Lo dem¨¢s s¨®lo se cuestiona en algunos pa¨ªses de ?frica por el temor al tribalismo. Y es que a lo peor a¨²n se da algo parecido en algunos espa?oles.- C¨¦sar Avil¨¦s.