La visita del presidente chino a Estados Unidos

( ... ) En la perspectiva de la cumbre sovi¨¦tico- americana de noviembre, que deb¨ªa ser puramente protocolaria, adquiere s¨²bitamente un doble aspecto pol¨ªtico. Va sobre todo con un gui?o de ojos hacia sus aliados dubitativos, permitir a Ronald Reagan mostrar que su convalecencia no es solamente aparente y, en segundo lugar, mostrar que, cualquiera que sea su estado de salud, cumple sus obligaciones diplom¨¢ticas; el mensaje est¨¢ dirigido al Kremlin. ( ... )Li Xiannian no ser¨¢ recibido como un buen comunista, oponiendo su patente al marxismo sovi¨¦tico, representante de la tercera fuerza, como hubiese podido ser acogido por otras administraciones, sino como cliente potencial de la industria americana en b¨²squeda de mercados. El punto culminante de su visita de 10 d¨ªas -que le llevar¨¢ a Chicago para la apertura de un consulado general y a Los ?ngeles, con un paseo comentado por Disneylandia- ser¨¢ probablemente la firma de un acuerdo chino-americano sobre cooperaci¨®n en materia de tecnolog¨ªa nuclear. ( ... )

Otros acuerdos ser¨¢n firmados en el dominio cultural, la ense?anza y la pesca. Pero no se tratar¨¢ ¨²nicamente de vender a China centrales at¨®micas. Pese a todo, el di¨¢logo pol¨ªtico que se va a abrir -Li Xiannian ser¨¢ recibido por George Shultz, Caspar Weinberger y el vicepresidente Bush- no ser¨¢ sin inter¨¦s. En efecto, excluyendo al presidente, cuyas funciones son puramente honor¨ªficas, aunque sea un superviviente de la Larga Marcha, se cuenta en la delegaci¨®n china con dos hombres que podr¨ªan representar la China del futuro: Li Peng, el primer viceprimer ministro, y Wang Zhaoguo, miembro del secretariado del partido y encargado de Asuntos Exteriores. ( ... )

, 23 de julio