Cogida grave de Justo Ben¨ªtez en Las Ventas

La corrida tuvo tr¨¢gicos presentimientos desde la salida del primer toro y este funesto presagio se hizo realidad en el quinto de la tarde, que infiri¨® una grave cornada a Justo Ben¨ªtez. El torero se hab¨ªa ido con el toro a los medios, en los terrenos del 10, donde la embestida era m¨¢s larga, pero donde soplaba el viento y el toro se crec¨ªa.El torero empez¨® su faena con valor y confianza, con desprecio a la bronquedad del toro, al que hab¨ªa que someter y mandar mucho. La preocupaci¨®n por dar pases le perdi¨® y en la tercera tanda de muletazos, el toro, poco toreado, le prendi¨® por el muslo derecho. El torero rod¨® por la arena, roto y desmadejado por la tremenda cornada y los turistas se convencieron de que la fiesta puede resultar sangrienta.

Los toros de Sorando tuvieron un peligro evidente, visible desde los primeros capotazos. Por exigencias del viento, hubo que torear a todos de la raya de picadores para adentro, donde si no soplaban las brisas, s¨ª persist¨ªa el peligro. All¨ª los toros, m¨¢s que embestir, tiraban hachazos, rebrincaban y se defend¨ªan poco menos que a mordiscos.

Ra¨²l Aranda tuvo un bicho ¨¢spero, que punte¨® y se fren¨® con peligro en el capote. A la muleta lleg¨® prob¨®n, distra¨ªdo. El torero lo pas¨® cerca de tablas, donde el toro se qued¨® a la defensiva. Lo mismo le ocurri¨® en el cuarto, en el que la faena se compuso de trapazos y tarascadas, ante un toro que se defend¨ªa sin pasar. En el que mat¨® en lugar de Ben¨ªtez porfi¨® con el toro pegado a los tableros entre los gritos del p¨²blico que le ped¨ªa acabara con el marrajo.

Justo Ben¨ªtez estuvo valiente y decidido, hasta que le lleg¨® la cornada. Se la hab¨ªa jugado en el segundo, un toro muy ¨¢spero y mansurr¨®n, al que tore¨® a media altura, con poco oficio pero gran decisi¨®n. Aguant¨® lo indecible, sobre todo en los muletazos por alto, en los que el toro le pon¨ªa los pitones en la boca.

El Bayas, estuvo en la misma l¨ªnea, en constante defensiva ante los tornillazos de los toros. Despach¨® a sus enemigos con prontitud. Las cuadrillas estuvieron en l¨ªnea de p¨¦sima actuaci¨®n y ninguna profesionalidad, con la excepci¨®n de Curro de la Riva.