Catalanizar
Un nuevo ministro catal¨¢n, el mataronense se?or Maj¨®, y otro ministro de la koyn¨¦ cultural de los llamados, con perd¨®n, pa¨ªses catalanes, el se?or Pons. Prosigue la estrategia socialista de catalanizar Espa?a, pen¨²ltima posibilidad de espa?olizar Catalu?a por procedimientos hist¨®ricamente no dolorosos. Se pone en cuesti¨®n as¨ª, una vez m¨¢s, el t¨®pico de que los catalanes no tienen sentido de Estado porque no tienen vocaci¨®n de Estado. Hist¨®ricamente, la burgues¨ªa catalana ha tenido visi¨®n de Estado y vocaci¨®n de Estado cuando lo han requerido sus intereses, y se ha desentendido del Estado m¨¢s con prop¨®sito de coacci¨®n que de abandono. Otra cosa es el sentimiento nacional popular, pero ¨¦se es un coraz¨®n sin cuerda ni marcha atr¨¢s.Un mallorqu¨ªn va a llevar la pol¨ªtica auton¨®mica. Podr¨¢ hablar en su idioma con Pujol y entender mejor que cualquier otro la l¨®gica de Ardanza, pero que nadie espere evidentes progresos en ambas direcciones, a no ser que tanto PSOE como Converg¨¨ncia i Uni¨® o PNV ya est¨¦n plante¨¢ndose el d¨ªa siguiente de las pr¨®ximas elecciones. No ha decrecido el hostigamiento terrorista en el Pa¨ªs Vasco, y en Catalu?a aumenta la presencia de una trama civil nacionalista que ha desbordado el telecontrol que en alg¨²n momento ejerciera sobre ella el pujolismo. Los socialistas no tienen pol¨ªtica propia para solucionar uno y otro problema, y en vez de buscarla preferir¨¢n pactarla con PNV o CiU, a cambio de respetar la hegemon¨ªa del uno y la otra dentro de sus territorios nacionales. En el caso catal¨¢n, una soluci¨®n de este tipo convertir¨ªa al PSC-PSOE en una oficina recaudadora de votos para las elecciones generales, cuyo ¨¦xito depender¨ªa de la capacidad de seducci¨®n electoral del PSOE. Un PSC-PSOE definitivamente complementario tal vez sea m¨¢s ¨²til al PSOE central que un partido obligado a ser palo de pajar de una alternativa socialista y nacional catalana al nacionalismo pujolista. Eso en el caso de que la jugada estuviera no ya muy bien urdida, sino simplemente urdida. Pero ¨²ltimamente se improvisa tanto en estas cuestiones que parece como si se viviera peligrosamente al d¨ªa.
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