La soluci¨®n peruana al pago de la deuda pasa a ser el centro, del debate de La Habana
Las soluciones que el nuevo presidente de Per¨², Alan Garc¨ªa, ha dado al pago de su deuda externa, cercana a los 14.000 millones de d¨®lares, se constituy¨® en la principal piedra de toque en la segunda jornada del Encuentro sobre la deuda externa de Am¨¦rica Latina y el Caribe, convocada en La Habana por el presidente cubano, Fidel Castro. La mayor parte de las exposiciones, que coincidieron en se?alar la imposibilidad de pagar los cr¨¦ditos y la necesidad de acordar una moratoria general, contrastaron con las declaraciones del presidente de la Reserva General de Estados Unidos, Paul Voleker, afirmando una vez m¨¢s la imposibilidad de facilitar el pago de la deuda.
El encuentro se est¨¢ celebrando entre grandes medidas de seguridad, y hasta el momento se caracteriza por un gran n¨²mero de intervenciones gen¨¦ricas e ideol¨®gicas y pocas propuestas concretas de matiz t¨¦cnico. Un grupo de delegados estudiaba la posibilidad de presentar un documento conjunto que quebrase el nivel general en las intervenciones y profundizase en las dificultades t¨¦cnicas que tiene cada una de las alternativas que pueda haber respecto a la deuda externa una vez que existe el consenso general de que se trata de un problema pol¨ªtico.Parece haber una cierta esclerosis en el pensamiento de la izquierda en lo que se refiere al endeudamiento externo de los pa¨ªses del ¨¢rea latinoamericana, que da vueltas una y otra vez a la imposibilidad de pagar, a las circunstancias que hicieron posible llegar a la quiebra t¨¦cnica de la regi¨®n y no avanza en medidas concretas y de corto plazo para salir del pozo.
Medidas instrumentales
El ex presidente jamaicano Michael Manley, que cuando entr¨® en la sala plenaria del Palacio de Convenciones fue fuertemente ovacionado, parec¨ªa darse cuenta del peligro de no avanzar en el di¨¢logo y propuso que se constituyan dos grupos de trabajo, uno dedicado al marco pol¨ªtico de la regi¨®n y sus relaciones con la crisis econ¨®mica que padece, y un segundo grupo, de car¨¢cter t¨¦cnico, que estudie los instrumentos econ¨®micos imprescindibles para negociar con los pa¨ªses y bancos acreedores.Sin embargo, las dos notas que m¨¢s centraron la atenci¨®n fueron el futuro peruano y los ataques al Fondo Monetario Internacional (FMI). Los delegados esperan ver en qu¨¦ acaba el reto lanzado por el nuevo presidente peruano, Alan Garc¨ªa, consistente en dedicar s¨®lo un 10% del valor de las exportaciones peruanas al pago de la deuda en la negociaci¨®n directa con los acreedores y la intermediaci¨®n del Fondo Monetario Internacional.
Ayer se recordaba que los primeros movimientos de Ra¨²l Alfons¨ªn cuando tom¨® posesi¨®n de la presidencia argentina fueron muy similares y han terminado por ahora en un acuerdo dur¨ªsimo con el fondo.
El general retirado y ex primer ministro peruano Edgardo Mercado Jarr¨ªn, en una intervenci¨®n vehemente y llena de ret¨®rica, expuso cuatro v¨ªas distintas existentes en Am¨¦rica Latina para la renegociaci¨®n de la deuda, pas¨® de largo por la labor del Grupo de Cartagena (definido en varias exposiciones como "esfuerzo t¨ªmido") y habl¨® de la v¨ªa Castro, consistente en suspender el pago de la deuda y en que los acreedores limiten sus p¨¦rdidas por esta suspensi¨®n, eliminando tan s¨®lo el 10%, o el 12% a lo sumo, de sus gastos de armamento.
La segunda v¨ªa ha sido defendida por el ex secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger, que ha propuesto "construir un puente de esperanza para nuestros vecinos latinos" consistente en un Plan Marshall para la regi¨®n. Ello llevar¨ªa a una taiwanizaci¨®n de Am¨¦rica Latina que cancelar¨ªa deudas a cambio de propiedades, con un FMI de director de orquesta. La ¨²ltima v¨ªa es precisamente la anunciada por Alan Garc¨ªa, ya expuesta, que no representa romper el di¨¢logo con los pa¨ªses y bancos acreedores, pero que les sit¨²a en un marco realista nada. c¨®modo y en una posici¨®n muy diferente a los intereses que actualmente defienden.
Cambio de piel
Casi todos los oradores coincidieron en se?alar que la crisis crediticia ha producido un cambio en el clima de confianza entre los deudores y los acreedores. Los cr¨¦ditos que debe el Tercer Mundo en su conjunto ascienden a un bill¨®n de d¨®lares (163 billones de pesetas) y la sola menci¨®n de su impago hace temblar las cuentas de resultados de muchos bancos internacionales, fundamentalmente los estadounidenses, que mantienen un alto nivel de riesgo en el volumen de cr¨¦ditos concedido.Parad¨®jicamente, la posible quiebra del sistema financiero hace que los pa¨ªses deudores puedan tomar por primera vez la iniciativa para plantear soluciones que no solamente pasan por el repudio de la deuda existente, sino tambi¨¦n por la necesidad de que se inicie un nuevo proceso de inyecci¨®n de dinero fresco a la regi¨®n que corte con la exportaci¨®n neta de capitales de los pa¨ªses pobres a los pa¨ªses ricos, que acent¨²a progresivamente la distancia entre ambos bloques.
Fidel Castro asiste a todas las sesiones, pero sin intervenir para no mediatizar el di¨¢logo, pese a las continuas alusiones que le afectan. La televisi¨®n retransmite ¨ªntegramente y en directo ¨¦l largo debate del Palacio de Convenciones, que dura todo el d¨ªa. En los intervalos, en los v¨ªdeos instalados en los hoteles en los que est¨¢n alojados los delegados y los informadores, se pasa una y otra vez la ¨²ltima conferencia de prensa del comandante Castro, dedicada monogr¨¢ficamente a la deuda externa.
El premio Nobel de Literatura Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, el personaje m¨¢s asediado por los periodistas en los descansos, tambi¨¦n habla, con su realismo m¨¢gico, de deuda. Es toda una obsesi¨®n.
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