La entrevista con Redondo
He le¨ªdo la entrevista con Nicol¨¢s Redondo que el d¨ªa 28 de julio pasado publicaba este peri¨®dico en las p¨¢ginas de econom¨ªa. Como militante del PSOE y de UGT quiero expresar sencillamente mi profunda sinton¨ªa con sus palabras.Y deseo hacerlo espont¨¢neamente, sin esquemas previos, como creo que ¨¦l lo hace. Me consider¨® un hombre que reh¨²ye visceral y racionalmentel a simplificaci¨®n y la demagogia, y nada encuentro de ninguna de ellas en las decisiones de Nicol¨¢s Redondo.
S¨ª que percibo, en cambio, soledad y des¨¢nimo -"la soledad del socialista de fondo" aparece como subt¨ªtulo menor en la entrevista-, pero tambi¨¦n realismo y utop¨ªa. Ese lenguaje de la utop¨ªa que dram¨¢ticamente nos falta cada d¨ªa m¨¢s, porque el "pragmatismo" avasalla y sofoca a una radicalidad ideol¨®gica que, sigue siendo necesaria.
Como socialista, me conmueve y me convence su alusi¨®n a la Espa?a pobre y descontenta, cuyas frustraciones crecen y donde las diferencias sociales no se aten¨²an, sino que aumentan. No es frecuente encontrar en labios de un pol¨ªt¨ªco la referencia a "esa. amplia franja de pobreza, de parados y pensionistas" o el reclamar del Gobierno el mismo trato -cuando menos- para los trabajadores que para los empresarios.
Su denuncia de otras carencias graves en la acci¨®n del Gobierno -la sensibilidad social y la voluntad negociadora- es frontal e inc¨®moda, pero a mi juicio no desvirt¨²a, sino que enriquece -la elperanza en el dinamismo socialista.
Las palabras de Nicol¨¢s Redondo est¨¢n muy lejos de otras declaraciones pol¨ªticas recientes -no precisamente suyas-, desafortunadas y arrogantes. Son las palabras de un socialista, tienen el acento de la verdad y de la solidaridad, del deseo de justicia. La incomodidad e inquietud que reflejan y crean nos hacen falta a muchos militantes y ciudadanos perplejos, descontentos del rumbo de las cosas, pero no resignados al abandono de la raz¨®n y de la cr¨ªtica- Madrid.
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