El imparable tobog¨¢n de Sainz de Varanda
Cada actuaci¨®n del alcalde zaragozano despierta la pol¨¦mica de partidarios y enemigos
El alcalde de Zaragoza ha protagonizado dos pol¨¦micos episodios antes de partir de vacaciones. Ampar¨¢ndose en un decreto de alcald¨ªa, ha distribuido 40 millones de pesetas entre 22 altos funcionarios y no se ha presentado a una citaci¨®n que le reclamaba para prestar declaraci¨®n en un juzgado de Jaca. An¨¦cdotas como ¨¦stas jalonan la gesti¨®n municipal sobre la quinta ciudad espa?ola de Ram¨®n Sainz de Varanda. Una gesti¨®n que si bien es calificada como brillante, es ejercida -seg¨²n la oposici¨®n y miembros destacados del partido socialista- con arbitrariedad y autoritarismo.
Ram¨®n Sainz de Varanda y Jim¨¦nez de la Iglesia, 60 a?os, casado y con un hijo, abogado de profesi¨®n, es el alcalde de Zaragoza desde el 3 de abril de 1979. D¨ªas antes ingres¨® en el PSOE y asegura que fue convencido y propuesto para el cargo por Alfonso Guerra. Su fuerte personalidad, alterada por altibajos en su salud, las tensiones internas del grupo municipal -reflejo de la correlaci¨®n de fuerzas dentro del partido-, han desencadenado una serie de actuaciones en Sainz de Varanda que le han convertido en la figura pol¨ªtica m¨¢s controvertida y destacada de Arag¨®n. La oposici¨®n, que ha pedido p¨²blicamente su dimisi¨®n, le acusa de autoritario, dictatorial y de ansias de megaloman¨ªa. La autodenominada Asamblea de Ciudadanos Hartos ha declarado, con fino sentido del humor, al despacho de la alcald¨ªa como "zona catastr¨®fica".Un ministro coment¨® en privado que el presidente del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, "vio mal" a Sainz de Varanda, durante una reuni¨®n en el palacio de la Moncloa a la que acudi¨® en calidad de presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias. La fuente no supo precisar si el presidente "vio mal" la salud de Sainz de Varanda o su actuaci¨®n al frente de la alcald¨ªa. Ambas cuestiones preocupan a los socialistas y han sido tratadas a altos niveles del partido. Formalmente, el PSOE no se ha planteado el relevo del alcalde de' Zaragoza, seg¨²n algunas opiniones, entre otras razones, porque el propio interesado "no iba a aceptar tal soluci¨®n". El pr¨®ximo oto?o dejar¨¢ la presidencia de la Federaci¨®n de Municipios y ser¨ªa el momento en .el que el PSOE podr¨ªa plantearse el cambio.
Los socialistas son conscientes de que, aunque la gesti¨®n realizada en el Ayuntamiento de Zaragoza haya sido buena, los problemas internos y las actuaciones puntuales del alcalde han creado una mala imagen ante la opini¨®n p¨²blica. Estudios realizados por el partido revelan una p¨¦rdida de votos de cara a las pr¨®ximas elecciones. La ciudad de Zaragoza, con m¨¢s de 600.000 habitantes, es la clave para ganar los comicios en Arag¨®n.
El inicio del curso pol¨ªtico reavivar¨¢ la pol¨¦mica en el Ayuntamiento de Zaragoza. El alcalde, antes de irse de vacaciones a Sallent de G¨¢fiego (Huesca) y unos d¨ªas despu¨¦s de que el grupo mun¨ªcipal se reuniera con Enrique M¨²gica en un intento de solucionar la crisis, firm¨® un decreto en el m¨¢s absoluto de los sigilos, por el que se repartieron 40 millones de pesetas entre 22 altos funcionarios. Los trabajadores municipales han anunciado movilizaciones de protesta al regreso de las vacaciones. El citado decreto motiv¨®, en su d¨ªa, una huelga y protestas del grupo socialista, lo cual oblig¨® al alcalde a paralizar el pago.
Como ni?os de colegio
Adem¨¢s, Sainz de Varanda tiene pendiente una querella presentada contra ¨¦l por el PCE en Arag¨®n por supuestas injurias y calumnias. El alcalde dijo en un pleno que los comunistas resolv¨ªan sus diferencias internas "con un tiro en la nuca", y declar¨® a un medio informativo que las licencias se tramitaban, cuando los comunistas ten¨ªan la Concejal¨ªa de Urbanismo, en la sede del partido. El PCE exige a Sainz de Varanda una indemnizaci¨®n de dos millones de pesetas por el da?o causado a la imagen del partido. El alcalde no compareci¨® a declarar ante el juez el pasado d¨ªa 30 y ha sido citado de nuevo por el juzgado de Jaca. Asimismo, los comunistas solicitaron por escrito las cintas de la grabaci¨®n del pleno en las que quedaron registradas las frases de Sainz de Varanda, pero les han sido denegadas al estar sub judice como material del sumario abierto.Estos dos ejemplos son un reflejo del comportamiento de Sainz de Varanda, que ha estado salpicado de an¨¦cdotas y pol¨¦mica durante los dos ¨²ltimos a?os. Los problemas con el partido surgieron ya a la hora de confeccionar las listas para las elecciones municipales de mayo de 1983. Sainz de Varanda exigi¨® la inclusi¨®n de varios nombres y amenaz¨® con no presentarse a la reelecci¨®n. Ambas partes tuvieron que ceder en sus pretensiones. En el verano de 1982 comenz¨® a hablarse de su enfermedad y en el mes de marzo de 1983 fue tratado en B¨²falo (Estados Unidos) de un tumor en la cabeza, especul¨¢ndose con el alcance de la enfermedad. Las diferentes familias socialistas se apresuraron a colocar su posible candidato ante un hipot¨¦tico relevo en la alcald¨ªa, y Sainz de Varanda, que se sinti¨® acosado, comenz¨® a mover, a su libre albedr¨ªo, los peones, subiendo y bajando, quitando y dando competencias a los concejales.
"Nos trata como a ni?os del colegio", manifestaron algunos. Tras el VII Congreso Regional, un grupo de concejales, instigados por cierto sector del partido, busc¨® el derribo de Sainz de Varanda, "pero midieron mal sus fuerzas", seg¨²n algunas fuentes.
Las relaciones con el partido y las instituciones con mayor¨ªa socialista tambi¨¦n han registrado momentos de tensi¨®n. Sainz de Varanda acus¨® p¨²blicamente al Gobierno aut¨®nomo del retraso de algunos proyectos y obras para la ciudad, como el plan de saneamiento, la estaci¨®n de autobuses, la biblioteca p¨²blica o la variante del ferrocarril.
El presidente, Santiago Marraco, manifest¨® al respecto: "Estamos actuando con paciencia y exquisita prudencia". En otra ocasi¨®n dijo que prefer¨ªa al Sainz de Varanda de la primera legislatura, plet¨®rico de facultades. Un hecho que habla de estas relaciones: el consejero de Cultura, Jos¨¦ Bada, no pudo entrar al Museo Pablo Gargallo porque hab¨ªa ¨®rdenes expresas del alcalde de que no lo viera nadie antes de ser inaugurado. El consejero entr¨® y el director del museo fue trasladado y luego repuesto, y un funcionario expedientado.
Secuestro municipal
Izquierda Socialista (IS), corriente de opini¨®n del PSOE, solicit¨® p¨²blicamente la dimisi¨®n de Sainz de Varanda. En el VII Congreso Regional present¨® una ponencia sobre pol¨ªtica municipal, en la que se recog¨ªan las l¨ªneas de actuaci¨®n y coordinaci¨®n entre el grupo municipal y el partido, que ahora se pretenden poner en marcha, aunque se duda de su eficacia y cumplimiento.IS, tras se?alar que la gesti¨®n en el Ayuntamiento de Zaragoza "es infinitamente mejor a la de anteriores Gobiernos de la derecha", enumera las ¨²ltimas actuaciones conflictivas del alcalde: el caso del teniente de alcalde Santiago Vall¨¦s; el problema de los gitanos de Actur; el pago a los altos funcionarios; la visita papal y las alabanzas a Alzaga. Adem¨¢s, hay que a?adir la entrega de ¨¢reas de gobierno a seis concejales de la oposici¨®n conservadora, el proceso seguido en la tramitaci¨®n del Plan General de Urbanismo, las actuaciones en materia de juventud: cierre de dos locales, denuncia y secuestro de una revista con subvenci¨®n municipal, a la que acus¨® de pornogr¨¢fica. IS se?ala en el referido documento que el Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Zaragoza "no ha existido como tal, debido al autoritarismo y personalismo del alcalde, que ha hurtado el debate y la toma de decisiones. El alcalde ha jugado con el partido al apoyarse, seg¨²n sus propios intereses, en una u otra familia".
A ra¨ªz de estas cr¨ªticas, los l¨ªderes de Izquierda Socialista en Arag¨®n, entre ellos Manuel Pardos, recibieron la prohibici¨®n de hacer declaraciones bajo la amenaza de expediente. El silencio es total tambi¨¦n en el Grupo Municipal Socialista. Tanto el portavoz, Jos¨¦ Luis Castro, como el resto de concejales solicitados por este peri¨®dico para que diesen su opini¨®n sobre la actuaci¨®n de Sainz de Varanda, se negaron ampar¨¢ndose en la orden de silencio. El grupo se reuni¨® el pasado d¨ªa 15, durante cuatro horas, con Enrique M¨²gica, responsable federal de pol¨ªtica municipal. Oficialmente no se sabe nada de lo tratado, pero la ¨²nica conclusi¨®n que sacaron algunos de los presentes fue la prohibici¨®n de hacer declaraciones sobre conflictos internos, bajo la amenaza de ser expedientados y no ser incluidos en futuras listas electorales.
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