Una atroz campa?a, poselectoral a favor de B¨¢nzer
A¨²n ayer, en los diarios que dan cuenta de la elecci¨®n congresual del l¨ªder del MNR, V¨ªctor Paz Estenssoro, continuaban public¨¢ndose p¨¢ginas enteras de publicidad con la consigna "ahora si; B¨¢nzer, presidente de todos los bolivianos".Desde que los primeros y balbucientes recuentos electorales asignaron una primera minor¨ªa a la Acci¨®n Democr¨¢tica Nacionalista (ADN), del general y ex dictador Hugo B¨¢nzer, aqu¨¦lla se lanz¨® a una masiva y doble campa?a poselectoral: dar por sentada la designaci¨®n presidencial del candidato de la primera minor¨ªa y destapar el cubo de la basura del Gobierno saliente de Hern¨¢n Siles Zuazo y, por extensi¨®n, de toda la izquierda.
Las principales acusaciones recayeron sobre el servicio diplom¨¢tico boliviano y las supuestas trapacer¨ªas financieras de algunos de sus miembros, sin olvidar destacar en la primera p¨¢gina de las publicaciones banzeristas la reciente detenci¨®n en Buenos Aires de un funcionario de la Embajada boliviana presuntamente implicado en el tr¨¢fico de pasta b¨¢sica de coca¨ªna.
'Disneylandia' organizada
Otra l¨ªnea de ataque publicitario banzerista salpimentada de ep¨ªtetos dignos de un juzgado de guardia se refiri¨® consecuentemente -y hasta con justicia- a la Disneylandia organizada por la Junta Nacional Electoral en el Coliseo cerrado de La Paz donde se contabilizaron los votos y se dieron por buenos los sufragios de los ni?os bajo la condici¨®n de que no fueran muchos (s¨®lo se admitieron los votos infantiles que no superaran un tercio de cada mesa electoral).Un destacado periodista boliviano relat¨® en un libro las elecciones de 1979 y 1980 bajo el siguiente t¨ªtulo: La guerra de los insultos. La historia se ha repetido con algunas variantes: mientras la campa?a propiamente electoral no se distingui¨®, pese a sus tensiones, por la aversi¨®n verbal entre personas y partidos, la batalla por los votos en el Congreso destap¨® la cacerola pol¨ªtica con toda la presi¨®n que conten¨ªa.
Los partidarios de B¨¢nzer y de Paz Estenssoro se han llamado de todo, comenzando, seg¨²n la reglamentaci¨®n moral de Tom¨¢s de Quincey, por reputarse mutuamente de asesinos hasta terminar recrimin¨¢ndose faltas a la correcta educaci¨®n, buenas costumbres y al adecuado manejo del diccionario de la Real Academia Espa?ola, como ayer se pudo escuchar en la sesi¨®n inaugural del Congreso.,
La lectura de los diarios pace?os de la ¨²ltima semana ha sido un ejercicio fascinante.
Escasos y sectarios en su informaci¨®n pol¨ªtica, todos publicaban p¨¢ginas enteras -formando s¨¢bana-, con la p¨¢gina par denunciando en grandes caracteres tipogr¨¢ficos la desaparici¨®n de 400 urnas electorales en la capital, La Paz, y el robo de 90.000 presuntos votos de Acci¨®n Democr¨¢tica Nacionalista (ADN), y en la p¨¢gina impar, la arremetida de los pazestenssoristas contra el general ex dictador que prometi¨® a los bolivianos "una cirug¨ªa sin anestesias".
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