El Vaticano estudia supuestas apariciones de la Virgen Mar¨ªa en un pueblo de Ruanda
Juan Pablo II viajar¨¢ ma?ana por tercera vez al continente africano, donde, hasta el d¨ªa 19, visitar¨¢ siete pa¨ªses: Togo, Zaire, Costa de Marfil, Sud¨¢n, Kenia, ?frica Central y Marruecos. Pero la atenci¨®n vaticana tambi¨¦n est¨¢ puesta en Kibeho, un pueblecito de Ruanda lindante con el enorme bosque tropical que separa esta naci¨®n de Burundi, donde desde el 28 de noviembre de 1981 una serie de videntes aseguran que se les apareci¨® la Virgen.Ya se hab¨ªa hablado otras veces de apariciones de la Virgen en ?frica, pero fueron experiencias que no merecieron la atenci¨®n de la Iglesia como en esta ocasi¨®n. Las primeras fueron en Argelia y Egipto, pero las videntes eran musulmanas. Otra fue en 1956 en Zaire, cuando una jovencita llamada Nyunajyambere afirm¨® que hab¨ªa visto a la Virgen en una capilla. Durante aquellas apariciones, que la Iglesia nunca reconoci¨®, la joven afirm¨® que la aparici¨®n de la Virgen la hab¨ªa vuelto muda.
Sin embargo las apariciones de Ruanda est¨¢n siendo seguidas con mucha atenci¨®n por Jean Baptiste Gahamanyi, el obispo del lugar. Ha dicho a los miles de fieles que acuden en caravana a trav¨¦s de caminos polvorientos hasta el lugar de la aparici¨®n que "nadie se permita ser ni demasiado esc¨¦ptico ni demasiado cr¨¦dulo frente a estos acontecimientos".
La revista Jesus, de la organizaci¨®n Familia Cristiana, dedic¨® hace unos meses un informe al asunto de las apariciones de la Virgen en ?frica, con profusi¨®n de fotograf¨ªas, algunas recogidas durante las mismas apariciones. Los videntes oficialmente reconocidos hasta el momento son siete, aunque al parecer muchos m¨¢s se arrogan este privilegio.
Alphonsine Mumureke, de 17 arios, una alumna de una escuela de religiosas fue la primera en el pueblo de Kihebo que asegur¨® que se le aparec¨ªa la Virgen. Eran las 12.35 horas del 28 de noviembre de 1981 y Alphonsine estaba sirviendo la comida a sus compa?eras de escuela cuando, seg¨²n explica, sinti¨® "un gran gozo y mucho miedo al mismo tiempo".
Extasis
De repente oy¨® que la llamaban y corri¨® hacia el pasillo, cayendo de rodillas ante la aparici¨®n. La joven dice que pregunt¨® qui¨¦n era la aparici¨®n y ¨¦sta respondi¨®: "Ndi nyma wajambo", es decir, "Soy la Madre del Verbo". Salida del ¨¦xtasis, Alphonsine explica que la Virgen era "guap¨ªsima", pero que "no era blanca, como se ve en las estampas".La reacci¨®n general fue de escepticismo: nadie crey¨® a Alphonsine, a pesar de que ¨¦sta asegur¨® que el fen¨®meno se repiti¨® 30 veces durante los s¨¢bados posteriores. Hasta que el 12 de enero de 1982, cuando otra joven de la misma escuela, Anathalie Mujamazimpaka, de 18 a?os, afirm¨® que tambi¨¦n ella ve¨ªa a la Virgen. Apariciones que se mantuvieron, seg¨²n la vidente, hasta el 3 de diciembre de 1983. Anathalie es considerada la m¨¢s m¨ªstica de todas las videntes.
Tras estas dos primeras experiencias el fen¨®meno empieza a multiplicarse, y el 2 de marzo de 1982 toda la escuela se sorprende cuando Marie Claire Mukangango, la joven m¨¢s d¨ªscola del colegio, asegura que la Virgen se le ha aparecido hasta 18 veces. Al mismo tiempo las supuestas visiones empiezan a expanderse fuera de la escuela.
Stephanie Mukamurenzi, de 14 a?os, y Vestine Salima de 22, ¨¦sta ¨²ltima de familia musulmana, aseguran tambi¨¦n que se les ha apareciudo la Virgen. Salima asegura, adem¨¢s, que junto a la Virgen se le aparece tambi¨¦n la imagen de Cristo.
En julio de 1982, Emmanuele Segatashya, el primer var¨®n, insiste en que se le aparece la Virgen. Se trata de un pastor de 15 a?os, que no sabe hacer ni el signo de la cruz, y que s¨®lo tras la primera aparici¨®n entr¨® por primera vez en una iglesia cat¨®lica y un a?o despu¨¦s recibi¨® el bautismo.
Los mensajes de los videntes son sencillos y generales, muy similares a los de las apariciones europeas, aunque con aspectos m¨¢s concretos. Por ejemplo, el que asegura haber recibido Emmanuele Segatashya: adem¨¢s de oraciones, le piden que diga a los hombres "que dejen de emprender caminos distintos y escojan uno solo: mortificarse, separarse de las cosas de este mundo, no dejarse tentar por las cosas de la tierra, no quejarse de las calamidades, no huir de la cruz que Dios nos manda".
Seg¨²n los testigos, todas las apariciones ofrecen los s¨ªntomas cl¨¢sicos, como la rigidez del cuerpo de los videntes. Tambi¨¦n aparecen fen¨®menos extraordinarios e inexplicables, relacionados con el Sol y la Luna, con el don de lenguas y, sobre todo, con las curaciones milagrosas.
Y es este ¨²ltimo aspecto el que hace que la gente acuda a riadas desde los puntos m¨¢s lejanos de Ruanda, a veces con sacrificios inauditos. El el lugar de las apariciones precisamente coincide con uno de los puntos de ?frica donde m¨¢s vivos permanecen los ocultos ritos paganos, la magia y las pr¨¢cticas religiosas m¨¢s variadas.
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