60 muertos por un coche bomba en el sector cristiano de Beirut

Un coche bomba, el segundo en una semana, estall¨® ayer en Antelias, suburbio cristiano de la capital de L¨ªbano, con el objetivo de provocar un ba?o de sangre, como as¨ª lo atestigua el elevado n¨²mero de muertos (60) y de heridos (m¨¢s de 100) provocado por la explosi¨®n, seg¨²n las ¨²ltimas cifras dadas a conocer por la televisi¨®n libanesa anoche, y el lugar elegido supermercado. El primer ministro, Rachid Karame, manifest¨® ayer su impotencia y la de su Gobierno para evitar este tipo de atentados.

El estallido de los 250 kilogramos de explosivos colocados en un autom¨®vil marca Mercedes aparcado a la puerta de un supermercado de Antelias, localidad situada 10 kil¨®metros al norte de Beirut, destruy¨® por completo el establecimiento, muy concurrido a media ma?ana del s¨¢bado.Unos 70 autom¨®viles que se encontraban all¨ª aparcados quedaron destruidos. El atentado provoc¨® adem¨¢s un enorme incendio que los bomberos tardaron, tres horas en sofocar.

Tras este atentado, el m¨¢s sangriento ocurrido en el sector cristiano de Beirut, el primer ministro, Rachid Karame, se pregunt¨® p¨²blicamente: "?Qu¨¦ puedo decir, qu¨¦ puedo hacer? ?Debo renunciar a mis responsabilidades en estas circunstancias o he de permanecer en mi puesto aun siendo incapaz de salvar a los ciudadanos?".

Mientrag'se desarrollaban las labores de rescate, dos proyectiles de artiller¨ªa disparados desde la zona musulmana de la capital cayeron a escasa distancia del lugar de los hechos, incrementando el p¨¢nico y suscitando una advertencia de la direcci¨®n de las Fuerzas Libanesas (milicias cristianas unificadas). Al t¨¦rmino de una reuni¨®n extraordinaria, los jefes militares cristianos prometieron a su comunidad "vengar la sangre de nuestras v¨ªctimas" y amenazaron con "una revancha tan devastadora como sus cr¨ªmenes".

Es poco probable, sin embargo, que el atentado de ayer, Como el que se produjo el pasado mi¨¦rcoles, a consecuencia del cual fallecieron 15 personas, haya sido obra de grupos extremistas musulmanes, que se habr¨ªan apresurado en reivindicarlos.

La tragedia parece achacable m¨¢s bien a la oscura lucha por el poder en el seno de la comunidad cristiana, aunque contribuir¨¢, sin duda, a empeorar sus ya deterioradas relaciones con sus adversarios drusos y shi¨ªes, con quienes se libran a diario duelos de artiller¨ªa.