El Athl¨¦tic de Bilbao intentar¨¢ reflotar la gabarra en su quinto a?o bajo la direcci¨®n de Clemente
Casi por definici¨®n, la felicidad s¨®lo habita en el pasado. Qu¨¦ cerca, pero qu¨¦ lejos, los dos t¨ªtulos consecutivos de Liga conquistados. por el Athl¨¦tic apenas ayer. Qu¨¦ lejos, pero qu¨¦ cerca la gabarra por San Pedro que ech¨® a pique el mexicano. Es el caso, sin embargo, que el tercer puesto en la Liga y el subcampeonato en la Copa, resultado de los rojiblancos en el ¨²ltimo curso, en absoluto resultan desde?ables y d¨ªa llegar¨¢, as¨ª es la vida, en que los hoy desencantados seguidores bilba¨ªnos buscar¨¢n en el recuerdo de esos logros consuelo de calamidades mayores.
Javier Clemente inicia su quinta temporada al frente del primer equipo de San Mam¨¦s. El arqueo de los cuatro a?os transcurridos desde que se convirtiera en el benjam¨ªn de los entrenadores de Primera Divisi¨®n es m¨¢s que notable y, en todo caso, no superado por ning¨²n otro club en lo que va de decenio. La f¨®rmula 4-1-1-3 resume las posiciones ocupadas por los bilba¨ªnos en los cuatro ¨²ltimos campeonatos. La suma de esos guarismos situar¨ªa al Athl¨¦tic al frente de una hipot¨¦tica clasificaci¨®n general de la Liga en ese per¨ªodo, por encima del Barcelona (2-4-3-1), del Madrid (3-2-2-5) y, por descontado, de la Real Sociedad (1-7-6-7), que son los clubes que han sido campeones con posterioridad a la muerte de Franco.
El 'caso Sarabia'
Si a ello se a?ade la Copa del Rey de 1984 y el subcampelonato en dicho torneo la temporada pasada, parece de justicia reconocer al c¨¦sar Clemente lo suyo. El de Baracaldo, por lo dem¨¢s, se conserva tan juvenil e imperturbable como los c¨¦sares y monarcas en las monedas y ning¨²n contratiempo le hace apearse ni de su imprescribible optimismo ni de sus m¨¢s recalcitrantes man¨ªas, como ¨¦sa de empe?arse en convertir a Sarabia en carne de banquillo.El pol¨¦mico delantero centro -de los segundos tiempos- del Athl¨¦tic inicia la temporada sin haber renovado contrato. Sarabia, por el que se interesaron varios equipos de Primera, plante¨® a la directiva un dilema irresoluble: quer¨ªa seguir en el Athl¨¦tic por encima de todo, pero exig¨ªa garant¨ªas de que no iba a continuar en la nevera, relegado a la condici¨®n de plato de segundas partes.
En la Liga 1981-1982, primera de Clemente, Sarabia jug¨® 2.022 minutos y marc¨® 13 goles. En la siguiente, la del primer t¨ªtulo liguero en 27 a?os, intervino durante 2.522 minutos y logr¨® 17 goles. Nueve tantos consigui¨® en la Liga 1983-1984, en la que actu¨® durante 2.216 minutos.. El a?o pasado su participaci¨®n se redujo a 1.686 minutos y s¨®lo consigui¨® un gol, m¨¢s otros cinco en la Copa.
Naturalmente, la directiva no ha podido garantizarle lo que ped¨ªa, pero ha sabido entender que, en realidad, era el fuero, m¨¢s que el huevo, lo que el jugador reclamaba; es decir, un respaldo moral que compensase la amargura producida por el desde?oso informe t¨¦cnico presentado por Clemente al finalizar la temporada y en ¨¦l que, a¨²n sin llegar a recomendar directamente el traspaso de Sarabia, tampoco se opon¨ªa a tal posibilidad y en el que distaba de considerar al de Gallarta pieza clave de su equipo. Mostrando su impl¨ªcito desacuerdo con tal valoraci¨®n, la directiva ofreci¨® a Sarabia, que cumplir¨¢ los 29 en enero, renovar por dos a?os. Sin embargo, el jugador ha respondido que, si no se le aseguraba un contrato de tres a?os como m¨ªnimo, prefer¨ªa permanecer una temporada en condici¨®n de retenido, reserv¨¢ndose as¨ª la posibilidad de cambiar de aires si al finalizar la que ahora se inicia no se produjera ninguna variaci¨®n en sus actuales relaciones con el banquillo.
Similar planteamiento ha sido el de Liceranzu, el ¨²ltimo internacional rojiblanco, que ha rechazado la oferta de renovar por dos a?os, prefiriendo correr el riesgo de firmar por una sola temporada, en la esperanza de poder renegociar su situaci¨®n, en mejores condiciones econ¨®micas, el verano pr¨®ximo. Curiosamente, nada m¨¢s conocerse que exist¨ªan dificultades para la renovaci¨®n del central, Clemente, incorpor¨® a la plantilla del primer equipo al joven Txirri, que ven¨ªa ocupando dicha demarcaci¨®n en el Bilbao Athl¨¦tic y que, de momento, ha salido como titular en los dos ¨²ltimos amistosos, contra el Verona y el Botafogo, disputados por el Athl¨¦tic.
Pocos cambios
Por lo dem¨¢s, el equipo es casi el mismo de la temporada anterior, sin m¨¢s novedades que la baja de Miguel Sola, un excelente centrocampista que no acababa de convencer a Clemente y que ha sido vendido al Atl¨¦tico Osasuna, y la incorporaci¨®n de Luis Fernando, un fino interior de 20 a?os, natural de Villafafila (Zamora), que fue internacional juvenil y que,el a?o pasado destac¨® en el Bilbao Athl¨¦tic. Los centrales Bola?os y Andrin¨²a han sido cedidos al C¨¢diz y al Valladolid, respectivamente, y al R¨¢cing el ariete Arrien.La gabarra grande, amarrada en la d¨¢rsena de Axpe, frente a Altos Hornos, se mantiene a resguardo de la marejada por si hubiera de ser desenganchada a fines de abril. Porque ni el propio san Mam¨¦s es capaz de saber a ciencia cierta cu¨¢ndo volver¨¢ a rugir el le¨®n.
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