Desaparece un factor de moderaci¨®n
El asesinato de Harchand Singh Longowal elimina un factor de moderaci¨®n en unos momentos en los que gracias a su esfuerzo el largo conflicto del Punjab parec¨ªa encaminarse a una, soluci¨®n. Su desaparici¨®n deja sin l¨ªder al partido Akali Dal cuando se acerca la fecha de unas importantes elecciones en este estado indio cuyo resultado habr¨ªa podido consolidar el acuerdo al que hab¨ªan llegado Longowal y el primer ministro de la India, Rajiv Gandhi, el mes pasado.El sijismo, fundado en el norte de la India hace 500 a?os, tiene unos 15 millones de seguidores, de los que 13 millones viven en el subcontinente indio, donde constituyen el 2% de la poblaci¨®n, aunque ejercen una influencia mucho mayor de la que corresponder¨ªa a su n¨²mero por su preponderancia pol¨ªtica y econ¨®mica. Su enfrentamiento con la mayor¨ªa hind¨² del pa¨ªs tiene su base en la situaci¨®n del Estado del Punjab, la tierra de pastos hogar tradicional de los sijs, en el que constituyen algo m¨¢s del 60% de la poblaci¨®n.
La reciente historia de cr¨ªmenes pol¨ªticos, terrorisrao y violencia en Punjab s¨®lo se explica en funci¨®n de las reivindicaciones pol¨ªticas de los sijs por una mayor autonom¨ªa del Estado o incluso su independencia de la India. Si a eso a?adimos que Punjab es el granero del subcontinente, se entiende por qu¨¦ el enfrentamiento adquiere su actual virulencia. Sin embargo, la agitaci¨®n separatista de los sijs se remonta a la declaraci¨®n de independencia de la India en 1947, momentos en los que la naci¨®n sij qued¨® dividida a ambos lados de la frontera entre la India y Pakist¨¢n.
La divisi¨®n del subcontinente dej¨® sembradas las semillas de la disensi¨®n, en la medida en que los sijs se hab¨ªan quedado sin Estado propio, a diferencia de hind¨²es y paquistan¨ªes, y as¨ª se difundi¨® la creencia de que el Gobierno central de Delhi daba a los sijs menos de lo que se merec¨ªan. Entre su letan¨ªa de agravios, los sijs culpaban a Delhi de manipular los precios del trigo y de fomentar la marcha de las principales industrias de la regi¨®n para compensar a otras partes m¨¢s pobres del pa¨ªs. Para colmo, en 1966, el poder central desgaj¨® varias zonas de lengua hindi del Punjab para formar con ellas el nuevo Estado de Haryana, que compartir¨ªa desde entonces la capital, Chandigarh, con el Estado de mayor¨ªa sij.
En 1982, el partido Akali Dal inici¨® una campa?a de desobediencia civil cuyos objetivos eran la ampliaci¨®n de la autonom¨ªa para el Punjab y el reconocimiento de Arnritsar, la ciudad santa sij, como capital del mismo. Longowal preconizaba una lucha no violenta basada en marchas de la paz y huelgas, seg¨²n la tradici¨®n de Mohandas Gandhi, pero pronto el movimiento atrajo a otros elementos radicales que recurrieron al uso de la violencia.
La esp¨ªral de conflictos culmin¨® en el per¨ªodo 1983-1984, en el que menudearon los asesinatos de funcionarios y polic¨ªas. El Gobierno estableci¨® medidas de emergencia en abril de 1984 y en junio se lleg¨® al cl¨ªmax con el asalto del Ej¨¦rcito al Templo Dorado de Arnritsar, en el que se hab¨ªa parapetado el l¨ªder sij radical Jarnail Singh Bhindranwale con cerca de un millar de sus seguidores. En la matanza fueron exterminados ¨¦ste y casi todos sus acompa?antes, y apenas unos meses despu¨¦s era asesinada la primera ministra Indira Gandhi, al parecer por unos sijs de su propia guardia.
La palabra sij significa disc¨ªpulo en hindi y hace referencia a los seguidores del m¨ªstico fundador del sijismo, el gur¨² Nanak, que trat¨® de crear en el siglo XVI una religi¨®n sincr¨¦tica entre hindu¨ªsmo e islamismo basada en el ascetismo y la meditaci¨®n.
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