La reuni¨®n de Z¨²rich tuvo siete millones de pesetas de beneficio, pese a pagar 70 a los participantes
La reuni¨®n de atletismo de Z¨²rich dej¨® unos beneficios de siete millones de pesetas. Su presupuesto era de 119,5 millones, de los que 70 se destinaron al pago de los atletas. De otra manera no era posible juntar a tan impresionante n¨®mina de participantes, cuyos nombres llegaron a quedar oscurecidos por la presencia de Carl Lewis, Steve Cram, Said Auita o Sebastian Coe, que percibieron cada uno un m¨ªnimo de 2,5 millones. El resultado deportivo supuso una revoluci¨®n en la clasificaci¨®n de las mejores marcas del a?o. Nada menos que 38 atletas lograron registros que est¨¢n entre los 10 mejores de 1985.
Andreas Bruger, alma de la reuni¨®n Weltklasse de Z¨²rich, ha demostrado que organizar una reuni¨®n de atletismo puede ser un buen negocio. Para ello primero hay que tener un estadio con capacidad m¨ªnima de 40.000 espectadores para que dejen en taquilla 60 millones de pesetas. Los derechos de televisi¨®n, la publicidad y las ayudas oficiales ponen el resto hasta los 119,5.Para obtener beneficios de esta cantidad, Z¨²rich cuenta con su privilegiada posici¨®n en Europa, por lo que se ahorra m¨¢s dinero que cualquier otro organizador en el pago de los billetes de avi¨®n de cada atleta. En este cap¨ªtulo, Bruger se gast¨® 12 millones de pesetas para movilizar a 350 atletas. A Madrid, en cambio, le supusieron este a?o 6 millones los viajes de 150, de los que s¨®lo unos pocos ven¨ªan del extranjero.
El prestigio que ha llegado a alcanzar la reuni¨®n de Z¨²rich le permite tambi¨¦n a Bruger contar con teloneros de lujo sin necesidad m¨¢s que de pagarles el viaje y la estancia. Todos quieren correr all¨ª, porque es una ocasi¨®n de oro para mejorar sus marcas personales. En la lista de espera llegan a figurar los nombres de finalistas ol¨ªmpicos, que mientras en otras reuniones pueden llegar a imponer sus condiciones econ¨®micas, en Z¨²rich pagar¨ªan por participar.
El espect¨¢culo
De esta manera, Z¨²rich puede pagar cuanto pidan las primeras figuras, que son las que se reparten la mayor parte de los 70 millones de pesetas destinados a asegurar la presencia de quienes garantizan el espect¨¢culo. S¨®lo as¨ª es posible organizar la mejor reuni¨®n del mundo.
La masiva presencia de atletas estadounidenses tambi¨¦n forma parte del espect¨¢culo. Al p¨²blico le encanta la manera en que exteriorizan su j¨²bilo cuando uno de ellos gana o logra una marca importante. Siempre son centro de atenci¨®n porque conectan con los espectadores a base de m¨ªmica o les encandilan con unas vestimentas que rompen todos los esquemas de la moda deportiva.
Ya tambi¨¦n los hombres visten camiseta y pantal¨®n de cuerpo entero, ajustados al m¨¢ximo, con bandas de colores blanco, azul y rojo, los de la bandera de Estados Unidos. Las firmas deportivas tambi¨¦n aprovechan estas reuniones para presentar su ¨²ltima moda, pero todas quedaron oscurecidas por el ch¨¢ndal que sac¨® Carl Lewis. M¨¢s bien era un mono de piloto, totalmente negro, ce?ido en la cintura y en los tobillos. Todo formaba parte del espect¨¢culo.
Alto nivel
Adem¨¢s de todo esto, la reuni¨®n de Z¨²rich ofreci¨® un alto nivel deportivo. No s¨®lo fue el r¨¦cord mundial de Mary Decker en la milla (4.16.71 minutos), ni tampoco las marcas conseguidas por ocho atletas m¨¢s que est¨¢n entre las 10 mejores de todos los tiempos: Said Auita, la segunda (3.46.92) en la milla; Maricica Puica, la segunda (4.17.33), y Zola Budd (4.17.57), en la milla; Pierre Deleze, la octava (3.31.75 minutos), en 1.500 metros; Danny Harris, la tercera (47.63 segundos), en 400 vallas; Steve Cram, la cuarta (1.42.88), en 800; Heike Dresclisler, la tercera (7,39 metros), y Jacky Joyner, la sexta (7,24), en longitud. Fueron las 38 marcas que cambiaron la lista de 10 mejores del a?o.
Dentro de las pruebas masculinas, en 800 metros se establecieron la primera (Cram), la segunda (Cruz), la tercera (Gray), la quinta (Koskei), la novena (Druppers) y la d¨¦cima (Mack); en la milla, la segunda (Auita), la sexta (Flynn), la octava (Hillardt) y la d¨¦cima (Spivey); en 1.500, la sexta (Deleze), la s¨¦ptima (Coe) y la octava (Boit); en 400 vallas, la primera (Harris); en peso, la cuarta (Machura); en 400, la quinta (Franks) y en p¨¦rtiga, la novena (Hintnaus).
En las pruebas femeninas, las marcas establecidas entre las 10 mejores del a?o fueron: en la milla, la primera (Decker), la segunda (Puica), la tercera (Budd), la quinta (Bruns), la sexta (Klaus), la s¨¦ptima (Boxer) y la octava (Burki); en longitud, la primera (Dreschler), la tercera (Joyner), la cuarta (Radtke) y la s¨¦ptima (Lewis); en 1.500, cuyos tiempos se registraron en la carrera de la milla, la quinta (Puica), la sexta (Budd) y la s¨¦ptima (Bruns); en 100, la sexta (Briscoe-Hooks) y la s¨¦ptima (Brown); en 800, la sexta (Lovin) y la d¨¦cima (Klinger); en 200, la tercera (Briscoe-Hooks); en 100 vallas, la tercera (Oschkenat); y en 400 vallas, la octava (Brown).
Despu¨¦s de estas variaciones, dos espa?oles siguen figurando entre los mejores. Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez es el tercero mejor del a?o en 1.500 metros, detr¨¢s de Cram y Auita, y Jos¨¦ Manuel Abascal, cuarto. En la milla, Gonz¨¢lez tambi¨¦n es tercero, detr¨¢s de los mismos atletas.
Gonz¨¢lez mantiene su cuarta posici¨®n entre los 10 mejores de todos los tiempos en 1.500 metros -le preceden Cram, Auita y Ovett- y Abascal, la s¨¦ptima -detr¨¢s tambi¨¦n de Maree y Wessinghage- En la milla, Gonz¨¢lez ha bajado al quinto puesto, detr¨¢s de Cram, Auita, Coe y Scott.
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