La muerte de un jefe del M-19, un duro golpe al plan de paz de Betancur
Iv¨¢n Marino Ospina, alto dirigente del grupo guerrillero de Colombia Movimiento Diecinueve de Abril (M- 19), muri¨® ayer junto a su hijo en un enfrentamiento con fuerzas del Ej¨¦rcito y la polic¨ªa en una residencia clandestina del movimiento en Cali, al oeste de? pa¨ªs. La muerte de Ospina, miembro de la direcci¨®n nacional del M-19 y n¨²mero uno del grupo hasta febrero de este a?o, frustra otra vez las esperanzas de pacificaci¨®n en Colombia y se produce tres d¨ªas despu¨¦s de un nuevo llamamiento a la concordia del presidente Belisario Betancur.
Aunque las primeras informaciones aseguraban que la persona muerta junto a Ospina era su guardaespaldas, de nacionalidad cubana, posteriormente se supo que se trataba del propio hijo del dirigente guerrillero, Gerardo, y que otro jefe del M-19, Carlos Pizarro Le¨®n G¨®mez, escap¨® herido. Junto a ellos, forman la direcci¨®n colectiva del M- 19 Gustavo Arias Londo?o, alias Boris, Antonio Jos¨¦ Navarro Walls (actualmente en Cuba) y ?lvaro Fayad, considerado el n¨²mero uno del grupo.El jefe del Ej¨¦rcito, general Rafael Samudio Molina, al dar cuenta de los hechos, asegur¨® que la muerte de Ospina frustr¨® un "gigantesco plan terrorista" que se iba a preparar ayer en una cumbre del M-19 en Cali.
El pasado domingo, el presidente Betancur hizo un llamamiento, dirigido sobre todo al M-19, en el que invitaba a la reconciliaci¨®n nacional y ofrec¨ªa a los alzados en armas la amnist¨ªa y la firma de nuevos acuerdos de paz.
Paralelamente, el coordinador del di¨¢logo nacional, senador Germ¨¢n Bula Hoyos, se?al¨®: "Estamos en una nueva etapa del, proceso de paz y conf¨ªo en el afianzamiento del mismo y en el regreso del M-19".
La tregua entre el M-19 y el Gobierno, firmada el 24 de agosto de 1984, fue rota por el grupo guerrillero el 21 de junio, tras reiteradas denuncias de hostigamiento del Ej¨¦rcito, al que acusaron de querer matar a los 14 dirigentes m¨¢s importantes del grupo para frustrar toda posibilidad de soluci¨®n pac¨ªfica.
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La muerte de Iv¨¢n Marino Ospina destaca una serie de atentados guerrilleros en la ciudad de Cali
Viene de la primera p¨¢ginaTras el operativo que culmin¨® con la muerte de Ospina y, su hijo se produjeron violentos enfrentamientos en los suburbios de Cali, donde el M-19 hab¨ªa instalado sus principales bases urbanas en Colombia. En las primeras horas tras la muerte de Ospina, se produjeron seis muertos -dos guerrilleros y cuatro, civiles- adem¨¢s de por lo menos cinco heridos, seg¨²n informaron fuentes m¨¦dicas del Hospital Universitario de Cali.
El principal enfrentamiento se produjo cuando, al parecer, un comando del M-19, cuyos integrantes iban enmascarados, asalt¨® un cuartel de la polic¨ªa cuyo mando solicit¨® refuerzos urgentes del Ej¨¦rcito, que no tardaron en llegar. Dos guerrillero s murieron all¨ª, as¨ª como cuatro civiles cogidos entre dos fuegos.
El Ej¨¦rcito ha intensificado sus patrullas por la ciudad como parte de su operativo antisubversivo. Pese a esto, fueron atacados una gasolinera, un banco y un cuartel de polic¨ªa en los barrios La Nave, Siloe y Los Tejares. Tambi¨¦n se produjeron incidentes en el distrito de Aguablanca, un n¨²cleo poblacional de bajos recursos.
El enfrentamiento
La muerte de Ospina, seg¨²n el Ej¨¦rcito, se produjo cuando una patrulla policial intercept¨® a vanos veh¨ªculos sospechosos, en una avenida de Cali.
El grupo de coches huy¨® hacia una residencia en el barrio Los Cristales, al oeste de la ciudad, perseguido por la patrulla. Una vez frente a la residencia, donde entr¨® uno de los veh¨ªculos perseguidos, la patrulla policial sufri¨® un ataque con armas de fuego, por lo que los agentes solicitaron refuerzos. Tras llegar nuevas patrullas policiales y unidades militares de la III Brigada del Ej¨¦rcito, se reinici¨® el tiroteo y durante m¨¢s de dos horas se produjo un intercambio de disparos.
La operaci¨®n culmin¨® con la, muerte de Ospina y su hijo, adem¨¢s de la detenci¨®n de acompa?antes de aqu¨¦llos y la incautaci¨®n de un arsenal en el interior de la residencia.
El M- 19, que suscribi¨® una tregua y alto el fuego con el Gobierno del presidente Betancur el 24 de agosto de 1984, declar¨® rotos los pactos el pasado 21 de junio -cuando, por boca de Pizarro Le¨®n G¨®mez, consider¨® que exist¨ªa "un constante hostigamiento militar"- e inici¨® una serie de acciones ofensivas.
Ospina Mar¨ªn relev¨® en la m¨¢xima jefatura del M-19 al tambi¨¦n fallecido Jaime Bateman Cay¨®n, muerto en un accidente a¨¦reo en Panam¨¢, en abril de 1983. Fue destituido del cargo durante una reestructuraci¨®n interna de la organizaci¨®n, realizada en noviembre de 1984, tras unas declaraciones que formul¨® en M¨¦xico asegurando que estaba de acuerdo en el asesinato de ciudadanos norteamericanos en Colombia. Se form¨® entonces una direcci¨®n nacional de cinco miembros, uno de los cuales era el l¨ªder muerto ayer.
Simult¨¢neamente ayer en Bogot¨¢ se inform¨® de un atentado contra el dirigente del Partido Comunista Colombiano (PCC), Jaime Caicedo, quien fue tiroteado por dos desconocidos en el interior de su veh¨ªculo. Caicedo, de 35 a?os, profesor universitario de Derecho, result¨® gravemente herido y se teme por su vida. Este ¨²ltimo atentado fue atribuido a un grupo rival dentro del PCC.
Tambi¨¦n fue asesinado ayer en Bogot¨¢ el abogado H¨¦ctor Hugo Garz¨®n, investigador de la fiscal¨ªa general de Colombia Garz¨®n, de 39 a?os, fue tiroteado desde un autom¨®vil y falleci¨® casi en el acto. En 1983 hab¨ªa dirigido la investigaci¨®n que culmin¨® con la localizaci¨®n de un gigantesco laboratorio para fabricar coca¨ªna en la regi¨®n de Yari.
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