'Cr¨®nicas de g¨¢nsteres', nueva serie sobre el crimen organizado, en Estados Unidos
Sustituye en la noche de los domingos a 'Mike Hammer' en la primera cadena
La noche de los domingos, en el espacio hasta ahora cubierto por Mike Hammer en la primera cadena de Televisi¨®n Espa?ola, har¨¢ su aparici¨®n una nueva serie norteamericana sobre un viejo asunto: el crimen organizado en la reciente historia de Estados Unidos, que es tanto como decir Al Capone, Lucky Luciano, la matanza de San Valent¨ªn, la ley de la Prohibici¨®n, los enfrentamientos entre bandas, etc¨¦tera, hitos de la vida gansteril revividos ahora por Cr¨®nicas de g¨¢nsteres.
Richard Alan Simnions dedic¨® 10 a?os de su vida a la investigaci¨®n del fen¨®meno que en su momento sacudi¨® a la sociedad americana. El resultado fue la obra en la que -te¨®ricamentese basa la serie y por la que fue galardonado con el Enirny. Cr¨®nicas de g¨¢nsteres, subtitulada An American Story, fue presentada en su momento (1981) como "una dramatizaci¨®n basada en hechos reales", aunque s¨®lo dos de sus tres personajes principales pudieron conservar sus nombres aut¨¦nticos, Charles Lucky Luciano,y Ben Bugsy Siegel; el tercero, Meyer Lansky, fue encubierto en la ficci¨®n bajo el nombre de Michael Lasker, ante el temor de que el conocido g¨¢nster, a¨²n vivo, pudiera poner un pleito a la productora.La serie, que no oculta sus pretensiones de estudio sociol¨®gico, se centra primordialmente en la vida de los tres personajes citados, sin descuidar la aportaci¨®n de datos que enmarquen hist¨®ricamente los violentos acontecimientos. Se inicia en 1907, cuando Luciano, Siegel y Lasker, adolescentes a¨²n, comienzan a dar los primeros pasos al margen de la ley, fatalmente empujados al bandidaje y al crimen por un complejo de circunstancias entre las cuales las de orden social y psicol¨®gico -como era de esperar- se muestran determinantes.
La pobreza de ese miserable barrio neoyorquino en el que inician sus vidas, la discriminaci¨®n racial y la patolog¨ªa derivada de unas relaciones ed¨ªpicas conflictivas (el psicoan¨¢lisis de la se?orita Pepis ha sido una de las pasiones manifiestas del cine de serie negra casi desde sus comienzos) marcar¨¢n indeleblemente a esos tres chavales de barrio. Y como el que mal anda mal acaba -dicen-, todos, Luciano, Siegel y su cohorte de matones y rivales en el crimen terminar¨¢n sus vidas de forma violenta (s¨®lo Lasker escapar¨¢ al merecido castigo y podr¨¢ m¨¢s tarde pasearse tranquilamente de la mano de su nietecita por las playas de Florida, convertido ahora en pac¨ªfico e inofensivo ciudadano americano).
Accidentada gestaci¨®n
Cr¨®nicas de g¨¢nsteres tuvo tan accidentada gestaci¨®n que a punto estuvo, tambi¨¦n ella, de perecer en elintento.A la huelga de actores y la s¨²bita muerte de Peter Collinson, sustituido precipitadamente por el realizador de origen armenio Richard Sarafian, vino a a?ad¨ªrsele un grave problema de financiaci¨®n.
La Universal-MCA, productora de la serie en cuesti¨®n para la NBC, se neg¨® a seguir invirtiendo capital en el proyecto una vez superados los costes previstos en un principio, lo que hubiera supuesto tener que esperar a las hipot¨¦ticas reposiciones y al cobro de derechos sobre la serie para cubrir la totalidad de los gastos y obtener beneficios (una pr¨¢ctica corriente, por otro lado, entre las productoras de televisi¨®n).
El corte de suministros afect¨® al rodaje de determinadas escenas, cuya escasez de medios apenas pudo disimularse.
Serie en apuros
Los apuros de Cr¨®nicas de g¨¢nsteres continuaron una vez estuvo lista para su emisi¨®n. Richard Alan Sinimoris rechaz¨® en¨¦rgicamente la paternidad de la historia vertida en la pantalla y exigi¨® que su nombre fuera retirado de los t¨ªtulos de cr¨¦dito, lo que logr¨® a cambio de figurar con el seud¨®nimo de Richard McKoker (seg¨²n lac¨®nica declaraci¨®n propia, "la pel¨ªcula no respond¨ªa a sus expectativas").Por otro lado, y recordando las cr¨ªticas suscitadas a principios de los sesenta por Los intocables, acusada de hacer atractivo el mundo del crimen, la NBC hubo de, hacer esfuerzos publicitarios suplementarios en el lanzamiento de la serie, dirigidos a probar que ¨¦sta hab¨ªa estado inspirada en todo momento por el principio de que el crimen, tarde o temprano, acaba pagando.
Musa distra¨ªda
Lo cierto es que si los planteamientos iniciales de la serie televisiva Cr¨®nicas de g¨¢nsteres eran los de aleccionar y distraer a un tiempo a los telespectadores, conservando las meditabundas reflexiones que sobre el tema hab¨ªa hecho el autor de la obra de partida, los resultados -seg¨²n ha apreciado alg¨²n cronista americano- parecen inclinarse decididamente por el lado del ¨¦nfasis y la espectacularidad, seg¨²n clicli¨¦s establecidos previamente y sacrificando para ello el an¨¢lisis en profundidad de acontecimientos y personajes. La serie, de la que se intuye fue musa distra¨ªda y perezosa El padrino, cuenta con las inevitables escenas de tiro teos en todas sus posibles variantes, y con otras, t¨®picas, en la simple funci¨®n de relleno: la boda de Lasker, por ejemplo.La misma elecci¨®n de Michael Nouri para el papel de Lucky Luciano, actor con trazas de bello maniqu¨ª, da la raz¨®n a Sinimoris y desmiente los buenos prop¨®sitos de Fred Silverman y Brandon Tartikoff, jefe y ayudante de programaci¨®n de la NBC, respectivamente, en cuanto a desmarcar Cr¨®nicas de g¨¢nsteres de un g¨¦nero que, en sus exponentes m¨¢s adocenados, se conforma con dar satisfacci¨®n a una audiencia bien dispuesta a dejarse fascinar por los expeditivos y violentos m¨¦todos de esta aristocracia del hampa.
Y despu¨¦s de todo, como reza un proverbio chino, "mejor es so?ar con pescados que meter a su propia mujer a remojar en aceite hirviendo".
Cr¨®nicas de g¨¢nsteres se emite el domingo, a las 21.30 horas, por la primera cadena de Televisi¨®n Espa?ola.
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