Propuesta espa?ola para que el Consejo de Europa proh¨ªba el uso de fetos humanos muertos para fines comerciales
La Comisi¨®n de Cuestiones Sociales y de la Salud del! Consejo de Europa debatir¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 10 de septiembre, en una reuni¨®n plenaria que se celebrar¨¢ en Par¨ªs, una propuesta de resoluci¨®n presentada por el diputado espa?ol Llu¨ªs Maria de Puig en el sentido de que "debe ser prohibida la utilizaci¨®n de los embriones humanos muertos para fines comerciales o de beneficio econ¨®mico". La citada comisi¨®n encarg¨® al diputado que redactara una proposici¨®n, en colaboraci¨®n con la Comisi¨®n de Asuntos Jur¨ªdicos, sobre el primero de los grandes temas relacionados con la bio¨¦tica que el Consejo de Europa se propone abordar Una vez debatido y aprobado en comisi¨®n, el proyecto de resoluci¨®n ser¨¢ sometido a la aprobaci¨®n del plenario del Consejo de Europa, que se celebrar¨¢ entre los d¨ªas 26 de septiembre y 4 de octubre.
La, resoluci¨®n sobre "la utilizaci¨®n de embriones humanos muertos con fines terap¨¦uticos, diagn¨®sticos, cient¨ªficos, industriales y comerciales" que ha redactado el diputado socialista espa?ol Llu¨ªs Maria de Puig por encargo de la Comisi¨®n sobre Cuestiones Sociales y de Salud, va a ser el primero de los pronunciamientos sobre problemas de bio¨¦tica que el Consejo de Europa se propone abordar con el fin, de paliar el vac¨ªo legal creado por los recientes experimentos cient¨ªficos sobre biogen¨¦tica y fecundaci¨®n in vitro.La discusi¨®n que provocar¨¢ esta primera resoluci¨®n es esperada con atenci¨®n por los medios sanitarios vinculados al Consejo de Europa, puesto que en ella se perfilar¨¢n ya las posiciones desde las que ser¨¢n afrontadas en el futuro cuestiones de bio¨¦tica m¨¢s controvertidas y delicadas, como puedan ser la manipulaci¨®n de embriones vivos, las mutaciones gen¨¦ticas y, en general, todo lo relacionado con el patrimonio gen¨¦tico de las personas.Venta de fetos
La necesidad de regular el destino de los embriones humanos muertos se plante¨® a ra¨ªz del esc¨¢ndalo suscitado por la divulgaci¨®n de que exist¨ªan determinadas cl¨ªnicas de Austria, Francia, Rep¨²blica Federal de Alemania y Estados Unidos que vend¨ªan fetos humanos procedentes de abortos como materia prima para la fabricaci¨®n de cosm¨¦ticos. Los Parlamentos de los citados pa¨ªses crearon comisiones de encuestas encargadas de investigar tal comercio y elevaron informes al Consejo de Europa proponiendo que se elaborase una normativa al respecto susceptible de ser asumida por los 21 pa¨ªses miembros del organismo.
El proyecto de resoluci¨®n elaborado por el diputado De Puig propone que se establezca claramente la prohibici¨®n de utilizar embriones humanos muertos con fines comerciales o de beneficio econ¨®mico.Esta prohibici¨®n se basa en el principio de que se debe "reconocer en el embri¨®n humano muerto el derecho al respeto y a la dignidad, por evocar sentimientos y valores de la comunidad que le han de diferenciar, incluso en el campo m¨¢s estricto de la investigaci¨®n biol¨®gica, de un embri¨®n no humano o de un simple amasijo de tejidos, de tal manera que la utilizaci¨®n est¨¦ siempre justificada y se ajuste a los principios jur¨ªdicos m¨¦dicos y ¨¦ticos, en coincidencia con las legislaciones existentes sobre tratamiento de personas fallecidas y sobre utilizaci¨®n de tejidos humanos de cad¨¢veres".S¨®lo fines terap¨¦uticos
El uso industrial de los embriones solamente debe tener, seg¨²n el proyecto de resoluci¨®n, una excepci¨®n: "el caso de la extracci¨®n, manipulaci¨®n, conservaci¨®n, dosificaci¨®n y presentaci¨®n de determina das sustancias biol¨®gicas, cuando se diera la inexistencia de sustancias alternativas de origen no humano y su utilidad para la salud y la vida de, otros seres humanos lo legitimara".
La ¨²nica utilizaci¨®n permitida ser¨ªa, en consecuencia, la que tuviera un fin terap¨¦utico claramente indicado. Recientes investigaciones han demostrado que la aplicaci¨®n de injertos de tejidos o substancias fetales a ni?os reci¨¦n nacidos pueden curar determinadas malformaciones cong¨¦nitas. Igualmente, determinadas sustancias embrionarias pueden ser utilizados en los injertos de piel en casos de quemaduras muy graves.
Sobre la base de estos principios, la resoluci¨®n pretende establecer que "tan s¨®lo los fetos noviables y no vivos puedan ser extra¨ªdos". De este modo se trata de evitar que puedan provoc¨¢rse gestaciones destinadas a obtener embriones para el uso industrial o comercial, eventualidad perfectamente posible mediante las nuevas t¨¦cnicas de fecundaci¨®n in vitro. Del mismo modo, se condena la extracci¨®n de los embriones y su mantenimiento en vida artificial para poder tener, por ejemplo, un estoc a disposici¨®n de las industrias o laboratorios. En el mismo sentido, "no es admisible decidir o aconsejar una interrupci¨®n de embarazo con el fin de obtener tejidos y ¨®rganos fetales". Adem¨¢s, "el sistema y la fecha de una extracci¨®n en el caso de interrupci¨®n del embarazo no pueden escogerse en funci¨®n de la posterior utilizaci¨®n del embri¨®n inuerto"."Sin embargo", contin¨²a la resoluci¨®n, "deben salvarse los casos en que la no destrucci¨®n de los tejidos por una u otra t¨¦cnica permita la curaci¨®n o incluso eviten la muerte de un ni?o, como puede darse en casos de injerto de tejidos fetales". En todos los casos de utilizaci¨®n terap¨¦utica, "debe existir una clara distinci¨®n e independencia entre los equipos m¨¦dicos que extraen embriones o fetos y aqu¨¦llos que son susceptibles de utilizarlos" y "salvo en los casos de negativa expresa de la madre, deber¨ªa presumirse el consentimiento por tratarse de un destino no,menos digno que la destrucci¨®n o la incineraci¨®n". Para los fines terap¨¦uticos antes indicados, la resoluci¨®n propone que sean utilizables "los embrio nes procedentes de la interrupci¨®n del embarazo, sea voluntaria o es pont¨¢nea". Esta es una de las cuestiones llamada a suscitar ma yor pol¨¦mica, puesto que los sec tores conservadores del Consejo de Europa son contrarios a que se reconozca la libertad de la mujer para interrumpir voluntariamente su embarazo.
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