Melina Mercuri: "Hay que construir nuevas acr¨®polis"
Melina Mercuri es para muchos un rostro que simboliza la gracia contempor¨¢nea. Durante la dictadura de los coroneles le fue retirado el pasaporte y se convirti¨® en una exiliada cuyo prestigio internacional era una acusaci¨®n continua contra el r¨¦gimen pol¨ªtico griego. Hoy es ministra de Cultura de Grecia y ha venido a Venecia acompa?ando a Petrina Ohronia, que interviene en A?os de piedra, de Pantelis Voulgaris. La actriz y ministra opina que es necesario "construir nuevas acr¨®polis"."Forma parte de las responsabilidades de un ministro de Cultura", dice, "el acompa?ar y ayudar a la gente que ha hecho un filme que ha sido seleccionado para un festival internacional en representaci¨®n de la cinematograf¨ªa del pa¨ªs. Un Gobierno socialista ha de ocuparse del cine porque es un excelente embajador de la historia, del arte y las emociones de su naci¨®n".
Mercuri no cree que su coincidencia con Jack Lang en Venecia y el gran n¨²mero de cintas que tienen como patrocinadores a los ministerios de Cultura hagan pensar en la aparici¨®n de un cine de Estado en la Europa Occidental. "Nuestro trabajo es ayudar a que la creaci¨®n sea posible", se?ala, "pero no nos inmiscuimos en el trabajo de los artistas. Por ejemplo, el centro griego del cine es una instituci¨®n aut¨®noma, y es ella quien decide los proyectos que hay que subvencionar. Otra gran posibilidad para el cine griego son las coproducciones, pero para ello har¨ªa falta llegar a una serie de acuerdos en el marco de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE)".
El Gobierno griego, y m¨¢s concretamente el Ministerio de Cultura, est¨¢ preparando para la rentr¨¦e parlamentaria una ley del cine. "Entre el 1 y el 15 de octubre", dice, "tiene que discutirse en el Parlamento una ley que apruebe la concesi¨®n de una serie de recursos para el centro griego del cine. Esto permitir¨¢ hacer mejores pel¨ªculas y puede ayudar a cambiar la actitud de los dos o tres productores griegos importantes, hasta ahora dedicados a fabricar filmes de un inter¨¦s muy relativo".
El tema de los problemas ?diom¨¢ticos y de identidad nacional que plantean las coproducciones interesa a Melina Mercuri. "Uno de los mayores peligros para la cultura e idiomas minoritarios de pa¨ªses peque?os y que no son ricos son los sat¨¦lites", afirma. "Son una gran amenaza colonizadora. Europa tiene mucho talento y tiene que defenderlo, hay que luchar por la idea de una Europa unida, como luchamos en la resistencia. Me gustar¨ªa que alguien se plantease un filme hablado en todos los idiomas de Europa. Los griegos debemos mirar hacia el futuro. Yo amo mucho la Acr¨®polis, la adoro, y s¨¦ que es algo que hicimos entre todos los griegos; pero ahora hay que levantar nuevas acr¨®polis".
Construir el futuro
Melina Mercuri habla con un entusiasmo contagioso, pero en modo alguno fan¨¢tico. En sus ojos hay siempre un peque?o foco de escepticismo -"mis sue?os son locos y fant¨¢sticos, pero la realidad es pesimista"-, que no se sabe muy bien si lo dedica a lo que expresa, a quien le ha formulado la pregunta o al mundo en general. En cualquier caso, la lucidez no siempre est¨¢ re?ida con la vitalidad."Este a?o Atenas es la capital cultural de Europa", dice. "Esto quiz¨¢ no ha significado grandes realizaciones, pero s¨ª la posibilidad de encuentro de artistas de toda Europa".
En Venecia no se ha preocupado por el impacto que pudieran tener sus cr¨ªticas al festival -"entre las distintas secciones hay un total de 11 pel¨ªculas estadounidenses. No digo que no sean buenas, pero me parecen demasiadas. Ellos ya tienen el dinero y el poder"-, y ha jugado coquetamente con una hipot¨¦tica vuelta a la escena -"cuando me propusieron ser ministra de Cultura acept¨¦ con la condici¨®n de que esto no significara renunciar para siempre al cine y al teatro"-; pero, sobre todo, ha formulado algunos de sus sue?os en voz alta.
"Me gustar¨ªa que dispusi¨¦ramos de unos estudios grandes y bien equipados", afirma, "a los que pudieran acudir todos nuestros amigos de toda Europa para trabajar con nosotros. Con la nueva ley, el cine griego va a cambiar, y no s¨®lo la producci¨®n. Pronto contaremos con salas propias que romper¨¢n con el monopolio del sector e iniciaremos un plan de reconversi¨®n que racionalice la exhibici¨®n de pel¨ªculas".
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