Lendl y McEnroe lograron el pase a las semifinales

Ivan Lendl (Checoslovaquia, 2) se uni¨® ayer a Mats Wilander (Suecia, 3) y John McEnroe (EE UU, 1), en las semifinales del Open de Estados Unidos de tenis. Lendl derrot¨® a Yannick Noah, (Francia, 7), por 6-2,6-2 y 6-4. McEnroe hab¨ªa vencido previamente a Nystroem (Suecia, 11), por 6-1, 6.0 y 7-5. McEnroe se enfrentar¨¢ ahora a Wilander, al que domina por 5-4 en sus enfrentamientos particulares, mientras Lendl deber¨¢ esperar al vencedor del encuentro entre Jimmy Connors; (EE UU, 4) y Heinz Gunthardt (Suiza).

Si no se conociese la historia previa de Ivan Lendl, que ha perdido aqu¨ª en las ¨²ltimas tres finales, cualquiera apostar¨ªa a ciegas . por ¨¦l despu¨¦s del s¨®lido juego que desarroll¨® ayer frente a Noah; pero Lendl est¨¢ jugando muy bien en los ¨²ltimos a?os, antes de las finales, y, cuando llega a ellas, su mente parece bloquearse. S¨®lo ha vencido en un torneo del Grand Slam -Roland Garros en 1984, cuando McEnroe se agot¨®- y ha jugado ocho finales. Noah, sorprendentemente. sufri¨® ayer m¨¢s en la sart¨¦n de Flishing Meadow, con 44? y una humedad alt¨ªsisma, que el checo Lendl. Era un francocamerun¨¦s en la jungla de asfalto y parec¨ªa un island¨¦s a punto de desmayarse de calor, buscando cualquier descanso para irse a la sombra. Noah estuvo lento, falto de fuerza y de motivaci¨®n, con errores que parec¨ªan propios del que sufre por perder el ¨²ltimo avi¨®n. Lendl tuvo que limitarse a no perder su concentraci¨®n ante tama?o y frustrante despliegue de desprop¨®sitos.Cada cabeza de serie juega un partido en la sesi¨®n nocturna de Flushing Meadow. Es una especie de penitencia, porque las condiciones ambientales son las menos adecuadas posibles para jugar a tenis. A McEnroe le toc¨® en la noche del mi¨¦rcoles, hora de Nueva York, pero el cilicio previsto, Boris Becker, fue sustituido por otro que hac¨ªa menos da?o, Joakim Nystroem.

Durante las dos primeras mangas, McEnroe jug¨® con un guante como raqueta. Tras empatar a un juego en el primer set, gan¨® 13 consecutivos. Era el mejor tenis de McEnroe, siempre un metro dentro de la pista, cogiendo las bolas a bote pronto para acelerar el juego e impedir que Nystroem. pudiese pensar. Durante este tiempo, los especialistas en gestos de McEnroe apuntaron un dato que resalta la concentraci¨®n del estadounidense; a diferencia de sus momentos de crisis, McEnroe no se rascaba nerviosamente la cabeza cuando se dispon¨ªa a restar. Era un John McEnroe que no se ve¨ªa desde hac¨ªa mucho tiempo, siempre en la red y siempre un paso al frente.

El n¨²mero 13

Pero el 13 es un n¨²mero ambiguo. Con 2-0 en la tercera manga, McEnroe volvi¨® a romper el servicio del sueco y se retir¨® a su silla. Mas, de repente, un juez de l¨ªnea levant¨® la mano y avis¨® que una bola de McEnroe hab¨ªa sido mala. El ¨²ltimo punto volvi¨® a jugarse, y Nystroem se apunt¨® ese juego y los cuatro siguientes al ganar unos segundos de tiempo por una ligera desconcentraci¨®n del norteamericano. "Estaba sentado, dominando por 3-0 y, de repente, me encontraba 2-5 y pensando en el cuarto set", explic¨® luego McEnroe. Pero el estadounidense recuper¨® otra vez su ritmo y gan¨® los cinco juegos siguientes y el partido.No todo fue tan f¨¢cil y bonito como ha quedado relatado. McEnroe comparte la teor¨ªa del rumano Ilie Nastase, quien opina que "cuando se es n¨²mero uno el p¨²blico ya no ve a un tenista, sino a un enemigo". El p¨²blico nocturno de Flushing Meadow, quiz¨¢ el peor del mundo, despleg¨® toda una ofensiva contra su enemigo.

Con tres suecos en cuartos de final, y el p¨²blico absolutamente entregado a Nystroem, aquello parec¨ªa el Open de Suecia. Aunque McEnroe, sin duda, colabor¨® a excitar a sus conciudadanos. S¨®lo recibi¨® un grito de aliento en todo el partido cuando, al ir a sacar el ¨²ltimo punto, alguien le dijo : "McEnroe, gana por Estados Unidos". John levant¨® el brazo y, tras ganar el punto, se gir¨® hacia ese espectador y repiti¨® el gesto. Pero, aunque le gustar¨ªa, no despierta la simpat¨ªa nacionalista de Rambo.

McEnroe jugar¨¢ contra Mats Wilander: "Es como Nystroem, pero hace todas las cosas un poco mejor", dijo John. El sueco ya le venci¨® en Roland Garros.