Arzallus, Bandr¨¦s y farise¨ªsmo

EL PA?S una vez m¨¢s no resisti¨® la tentaci¨®n salom¨®nica de repartir puyazos entre las partes en una pol¨¦mica y le neg¨® autoridad moral a Bandr¨¦s, en sus contraacusaciones al nefasto y jesu¨ªtico Arzallus, al sugerir un pasado de vinculaci¨®n y apoyo a la violencia en Euskadi.Sin embargo, una consulta a la hemeroteca de este mismo diario nos hubiera llevado al daguerrotipo que redact¨® tiempo atr¨¢s Manuel Vicent, donde pon¨ªa: "(El misionero Bandr¨¦s) condena los asesinatos de ETA, pero comprende evang¨¦licamente esa violencia dentro de un contexto". Esta comprensi¨®n evang¨¦lica ha conducido a uno de los extremos m¨¢s audaces de la transici¨®n: los etarras abandonando las armas y reinsert¨¢ndose.

Con ello, los exculpatorios ¨²ltimos a?os de la trayectoria pol¨ªtica de Bandr¨¦s, que se?ala el editorial de EL PA?S, suman casi todo un decenio. Antes del cual, qui¨¦rase o no, los etarras contribuyeron -al margen de juicios de intenci¨®n- a la constitucionalizaci¨®n de la monarqu¨ªa, obvi¨¢ndole de un certero bombazo al adalid del franquismo sin Caudillo.- Fontxo Blanc Canyelles.