Un 'etarra' rechaza al tribunal por no tener "capacidad para negociar"

El miembro de ETA Militar Jes¨²s Mar¨ªa Zabarte Arregui, responsable de un grupo que operaba en Guip¨²zcoa, rechaz¨® ayer al tribunal de la Audiencia Nacional que le juzgaba por carecer de "capacidad para negociar". Zabarte, acusado de asesinato y estragos, manifest¨® que se trataba de un juicio pol¨ªtico y que ni ¨¦l ni el tribunal estaban capacitados para negociar el alto el fuego de ETA.Zabarte est¨¢ condenado ya a m¨¢s de 200 a?os de c¨¢rcel, y el fiscal pide para ¨¦l en esta ocasi¨®n 79 a?os de reclusi¨®n. El etarra afirm¨® ayer ante el tribunal que no iba a contestar al fiscal, porque su jefe, el fiscal general del Estado, a la ¨²nica conclusi¨®n que ha llegado en su Memoria de este a?o es afirmar que ETA -despu¨¦s de las extradiciones, deportaciones y asesinatos de refugiados en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s a manos de los GAL- es una instituci¨®n consolidada.

El etarra se pregunt¨® qu¨¦ quedaba por hacer a los aparatos del Estado y agreg¨® que la organizaci¨®n ETA hab¨ªa ofrecido la alternativa KAS como paso previo al alto el fuego. Dijo que se retiraba de la sala porque ninguno de los presentes en el juicio era competente para adoptar decisiones sobre el problema.

Jes¨²s Mar¨ªa Zabarte fue detenido el 15 de junio de 1984 en Hernani (Guip¨²zcoa) en una acci¨®n de la Guardia Civil en la que resultaron muertos dos miembros del comando Donosti de ETA Militar y herido un guardia civil.

En el juicio, Zabarte no hizo ninguna referencia a los hechos de los que est¨¢ acusado por el fiscal: el asesinato del guardia civil retirado Jos¨¦ Jim¨¦nez, hecho ocurrido en Behobia (Guip¨²zcoa) en octubre de 1982, para lo cual previamente rob¨® un taxi a punta de pistola; y el lanzamiento de tres granadas, con un bazooka, contra el cuartel de la Polic¨ªa Nacional instalado en el antiguo hospital militar, de San Sebasti¨¢n, atentado en el que resultaron heridos ocho polic¨ªas, cuatro de ellos graves.

El fiscal hizo referencia a la confesi¨®n de Zabarte, que en 38 folios cont¨® las vicisitudes del comando Donosti. El abogado defensor se limit¨® a pedir la absoluci¨®n sin hacer alegaciones de tipo jur¨ªdico, porque su propio defendido le hab¨ªa pedido que no las hiciera al considerar el caso como un proceso pol¨ªtico.