Los aditivos 'cancer¨ªgenos'
El recelo contra conservantes o colorantes es fomentado a veces por las empresas competidoras
La circulaci¨®n de listas de aditivos alimentarios cancer¨ªgenos no hab¨ªa alcanzado en Espa?a tanta profusi¨®n como la actual. En programas de radio, en cartas al director de los peri¨®dicos, en las revistas especializadas de consumo e incluso en departamentos ministeriales es motivo de opini¨®n y comentario. Ni se hace por primera vez ni es exclusivo de Espa?a.Listas mal impresas o fotocopiadas, ya vayan firmadas por el hospital de Villequil (Francia) o por el hospital de Coslada, de Madrid, circulan en estos ¨²ltimos meses por centros escolares y lugares de encuentro. En ellas se advierten sobre los efectos cancer¨ªgenos que algunos colorantes provocan. Aprovechando la ola de preocupaci¨®n, una editorial ha lanzado a la venta un libreto recogiendo sustancialmente dicha informaci¨®n. Y ha cundido casi el p¨¢nico, pues no se habla de otra cosa en los ambientes de la alimentaci¨®n y el consumo. En una nota enviada a asociaciones de consumidores, el Ministerio de Sanidad y Consumo ha advertido su malestar por este hecho.
Bien es verdad que los aditivos, por su caracter¨ªstica sint¨¦tica que rompe el hilo natural de la conservaci¨®n de los alimentos, tienen muy mala imagen. El s¨ªndrome t¨®xico ha aumentado considerablemente el recelo de los consumidores hacia aquellos productos no naturales, ha provocado una animadversi¨®n, no siempre justificada, en contra de la utilizaci¨®n de los aditivos.
Seguramente son los colorantes los que mayor inquietud despiertan entre los cient¨ªficos. Y como es obvio, tampoco son todos los colorantes los que crean este desasosiego. El profesor Gounelle, de la Academia de Medicina de Francia, ha indicado m¨¢s de una vez que algunos colorantes son causa de alergias en personas sensibles. Es el caso de la tartracina (E-102) y de la eritrosina (E-127).
Distintos trabajos sovi¨¦ticos y americanos han mostrado que el amaranto ha resultado nocivo para ciertos animales sobre los que se han experimentado. Esta informaci¨®n ha enrarecido la pol¨¦mica en cada pa¨ªs que a la postre ha reaccionado a su manera; unos, prohibi¨¦ndolo, y otros reduciendo su empleo, como es el caso del amaranto (E-123).
Cada vez son m¨¢s numerosos quienes piensan que se podr¨ªa prescindir de los colorantes. El doctor Causeret, director del Centro de Investigaciones sobre la Calidad de los Alimentos para el Hombre (Instituto Nacional de Investigaci¨®n Agron¨®mica) de Francia, piensa que la escasa utilidad de los colorantes justifica, en todo caso, que se reserve su uso a aquellos comprobadamente inocuos."Este tema", dice, "es sustancialmente diferente al de los nitratos utilizados en la carnicer¨ªa y charcuter¨ªa, que causan problemas a la salud pero tienen una utilidad indiscutible, como es la prevenci¨®n del botulismo.
Desde 1976 esta octavilla se difunde de mano en mano en medios de comunicaci¨®n y en las escuelas francesas . Por ello, el Laboratorio Cooperativo franc¨¦s solicit¨® del Ministerio de Educaci¨®n en 1982 que cuidara la difusi¨®n de estos panfletos.
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