Los accidentes y la asistencia p¨²blica

La muerte es un fen¨®meno natural. Estamos todos de acuerdo. Sin embargo, nuestras facultades de Medicina, mal o bien, preparan especialistas en luchar contra ellas.Hace a?os se discuti¨® por primera vez en el Colegio de M¨¦dicos cu¨¢l deber¨ªa ser la filosof¨ªa asistencial en casos de accidentes graves. El representante de la Cruz Roja defend¨ªa la del traslado del herido a un centro asistencial. Nosotros, la de la asistencia in situ, a pie de accidente. Se han construido unas cuantas UVI m¨®viles desde entonces, pero la Cruz Roja sigue en sus trece y sus ambulancias, sin m¨¦dico ni aparato ¨²til alguno.

En zonas tur¨ªsticas superpobladas, donde la probabilidad de un accidente es alta y los hospitales quedan lejos, y en los accidentes de carretera, ese traslado, generalmente, le cuesta la vida al herido grave.

Creemos que se incurre en responsabilidad criminal al entregar a dos soldados una ambulancia y encargarlos de lo que les echen, sea un paro cardiaco, un esguince de tobillo o una hemorragia masiva.

En cada ambulancia debe ir un m¨¦dico experto en primeros auxilios, asistido, eso s¨ª, por los soldados camilleros y un buen equipo. Un soldado no puede manejar un amb¨² o insuflador si no es m¨¦dico, lo mismo que un farmac¨¦utico no puede tomar la tensi¨®n ni prescribir ning¨²n tipo de droga. Esto es intrusismo profesional. Pero, adem¨¢s, una insensatez intolerable.

Cruz Roja debe tomarse de una vez en serio este asunto, y el Ministerio de Sanidad tomar cartas en el asunto. La muerte natural, inevitable, nada tiene que ver con el calvario de un traslado en una ambulancia mal dotada. Cruz Roja y Cruz Roja del Mar realizan una encomiable labor y cuentan con magn¨ªficos especialistas, pero tienen que profesionalizar su asistencia m¨®vil. Hay 30.000 m¨¦dicos en paro, sobran medios y, por desgracia, tambi¨¦n razones para ello.- Luis R. San Miguel.