El congreso de los laboristas brit¨¢nicos rechaza dos propuestas radicales sobre organizaci¨®n y el Ulster

El congreso anual del Partido Laborista brit¨¢nico rechaz¨® ayer por abrumadora mayor¨ªa dos mociones presentadas por el sector radical del laborismo, que pretend¨ªan el establecimiento de secciones separadas para los negros dentro del partido y la retirada de las tropas brit¨¢nicas de Irlanda del Norte. Los delegados, congregados desde el domingo en Bournemouth, al suroeste de Londres, derrotaron ambas por una proporci¨®n de cinco a uno.

Con relaci¨®n a la primera -el establecimiento de secciones negras para promocionar candidatos negros en los partidos locales-, el vicel¨ªder del partido, Roy Hattersley, manifest¨® que la aprobaci¨®n de la propuesta "equivaldr¨ªa a la instauraci¨®n del apartheid al rev¨¦s". "Esta moci¨®n, caso de ser aprobada, supondr¨ªa la divisi¨®n del movimiento laborista entre blancos y no blancos y equivaldr¨ªa a establecimiento de una l¨ªnea divisoria racial en el laborismo", manifest¨® Hattersley.Las palabras de Hattersley y la decisi¨®n de la conferenci a fueron abucheadas por los partidarios de las secciones negras, quienes manifestaron que hab¨ªan esperado bastante tiempo y que quer¨ªan acci¨®n ahora. En la actualidad, unas 30 secciones negras han sido establecidas en var¨ªas partes del Reino Unido. Las minor¨ªas raciales generalmente votan por el Partido Laborista.

La moci¨®n presentada por varios miembros de la izquierda radical del partido con relaci¨®n a Irlanda del Norte ped¨ªa a los delegados que incorporasen al pr¨®ximo manifiesto electoral el compromiso de un futuro Gobierno laborista de retirar del Ulster los 13.000 soldados brit¨¢nicos estacionados en la provincia desde 1969 y de conseguir la reunificaci¨®n de Irlanda durante la vida del pr¨®ximo Parlamento.

En una apasionada defensa de la postura de la ejecutiva laborista, contraria a la moci¨®n, el portavoz para asuntos de Irlanda del Norte, Alex Gitson, manifest¨® que la retirada de las tropas conducir¨ªa a "un ba?o de sangre, y esto es algo que saben todos en el Ulster y en la Rep¨²blica de Irlanda". Gitson a?adi¨® que la retirada del Ej¨¦rcito llevar¨ªa adem¨¢s a la creaci¨®n de un-Estado independiente. El portavoz laborista reiter¨® la posici¨®n oficial de seguir trabajando a favor de la unidad de Irlanda, por el consenso de todas las partes.

La decisi¨®n de los delegados fue acogida con satisfacci¨®n por el ala moderada del laborismo, encabezada por el l¨ªder del partido, Neil Kinnock, para quien un programa electoral radical supondr¨ªa para el partido cosechar los mismos resultados catastr¨®ficos obtenidos en las elecciones generales de 1979 y 1983.

La unidad, a debate

El tema de la unidad del partido y su divisi¨®n entre moderados y radicales sigue dominando los comentarios en los pasillos del congreso y las informaciones de los medios de comunicaci¨®n. El denominador com¨²n de estos comentarios es que si el laborismo no es capaz de presentarse aglutinado en torno a su l¨ªder, Neil Kinnock, sus esperanzas de poder gobernar tras las pr¨®ximas elecciones generales, previstas a un plazo que oscila entre los dos y los tres a?os, son nulas. Una encuesta de la organizaci¨®n Mori publicada ayer por el Evening Standard, de Londres, confirmaba los resultados de los cuatro ¨²ltimos sondeos de opini¨®n, en virtud de los cuales la alianza de socialdem¨®cratas y liberales va a la cabeza de la aceptaci¨®n popular con un 35%, seguida por los laboristas con el 33%, y los conservadores con el 30%. Con estos resultados los laboristas se quedar¨ªan a 40 diputados de la mayor¨ªa precisa para formar Gobierno en solitario.

De ah¨ª la importancia que Kinnock concede a la unidad y de ah¨ª tambi¨¦n que haya decidido enfrentarse personalmente ma?ana al l¨ªder minero, Arthur Scargill, cuando ¨¦ste defienda una moci¨®n aprobada por el congreso de los sindicatos en virtud de la cual un futuro Gobierno laborista se comprometer¨ªa a devolver al Sindicato Nacional Minero las multas e incautaciones impuestas por los tribunales de justicia con motivo de la huelga minera que termin¨® el pasado mes de marzo, sanciones que ascienden a m¨¢s de 300 millones de pesetas. La moci¨®n de Scargill necesita una mayor¨ªa de dos tercios para ser incorporada como pol¨ªtica oficial del partido.