Los belgas votaron a favor del rigor econ¨®mico y la continuidad

El rey Balduino de B¨¦lgica comenz¨® ayer el proceso de consultas pol¨ªticas para la formaci¨®n del nuevo Gobierno. Tras conocerse los resultados definitivos de las elecciones generales celebradas el domingo, en las que los belgas votaron a favor de la continuidad de la pol¨ªtica econ¨®mica de austeridad, ning¨²n l¨ªder pol¨ªtico dudaba ayer de que el pr¨®ximo Gabinete ser¨¢ de coalici¨®n entre democristianos y liberales, como el que, durante los ¨²ltimos cuatro a?os, ha dirigido Wilfried Martens. ?ste, sonriente, present¨® ayer la dimisi¨®n formal del Gobierno saliente al monarca.Los belgas votaron a favor de la estabilidad y de la continuidad de la pol¨ªtica econ¨®mica de austeridad. La mayor¨ªa democristiana-liberal logr¨® sumar 115 esca?os en la C¨¢mara de Diputados, es decir, tres m¨¢s que en las elecciones de 1981 y siete m¨¢s de los necesarios para gobernar.

Los democristianos lograron un 29,3% de los votos y 69 esca?os (49 en la parte flamenca del pa¨ªs -donde recuperan el terreno perdido en 1981- y 20 en la franc¨®fona). Los liberales sumaron 52 esca?os y 21,4% de los votos, retrocediendo en Flandes y permanenciendo estables en Valonia. Los socialistas totalizaron 67 esca?os (35 los franc¨®fanos y 32 los flamencos, ganando seis) y el 28,4% de los votos. "Ha sido nuestro mejor rseultado de los ¨²ltimos 20 a?os", destac¨® Guy Siptaels, presidente del Partido Socialista franc¨®fono.

Retroceso de los peque?os

Los belgas han vuelto a dirigir sus votos hacia los grandes partidos tradicionales. Salvo los ecologistas, que ganaron nueve esca?os (cinco m¨¢s que en 1981, pero menos de los que les pronosticaban los sondeos), los dem¨¢s partidos peque?os retroceden.El Partido Comunista deja de estar representado en el Parlamento. Los nacionalistas flamencos de la Volksunie perdieron cuatro esca?os, y suman un total de 16. El resto de los esca?os, hasta 212, fueron a parar a partidos menores.

En el Senado -106 miembros de la C¨¢mara salieron de las urnas, otros 50 proceder¨¢n de los consejos provinciales y 25 ser¨¢n elegidos por cooptaci¨®n-, democristianos y liberales gozan tambl¨¦n de una c¨®moda mayor¨ªa, as¨ª como en el Consejo de la Comunidad Francesa y en el Consejo Flamenco, pero no en la C¨¢mara de la regi¨®n valona, donde les falta un esca?o para conseguirlo.

Tras la celebraci¨®n de elecciones, el rey nombra a un informador o a un formador, que realiza las consultas necesarias para elaborar un Gobierno, tarea que podr¨ªa recaer sobre el propio Martens en raz¨®n de su ¨¦xito personal en los comicios. En este caso, la decisi¨®n puede ser r¨¢pida, dado que est¨¢ claro qu¨¦ partidos repetir¨¢n la coalici¨®n gubernamental. Otra cosa ser¨¢ la negociaci¨®n entre estos cuatro partidos (democristianos y liberales por partida doble, flamencos y valones) para repartirse las carteras ministeriales y secretar¨ªas de Estado y discutir el programa de Gobierno. La distribuci¨®n de fuerzas en el seno de la mayor¨ªa ha mejorado a favor de los democristianos.