El Supremo triplica las penas a dos 'ultras' condenados por el asalto al bar San Bao
La Sala Segunda del Tribunal Supremo triplic¨® ayer las penas de c¨¢rcel para los dos principales procesados por el asalto al bar San Bao, hecho cometido el 6 de mayo de 1980 y en el que result¨® muerto Juan Carlos Garc¨ªa P¨¦rez y heridos otros tres j¨®venes. El Supremo ha aumentado ole 10 a 32 a?os la condena de Juan Domingo Mart¨ªnez Lorenzo, alias Per¨®n, de 35 a?os; y de 4 a?os y 5 meses a 18 a?os la de Jes¨²s Alfredo Fern¨¢ndez de Landa Roca, de 22, al considerarles autores de sendos delitos de asesinato consumado y asesinato frustrado, en lugar de la calificaci¨®n de homicidio y lesiones aplicada por la Audiencia Nacional. Fern¨¢ndez de Landa era menor de 18 a?os en la fecha del asalto, lo que supone un atenuante.
El Supremo estima que como los dos condenados no fueron "ejecutores materiales de los hechos m¨¢s graves", las penas pueden "resultar -excesivas", por lo que acuerda proponer al Gobierno un indulto parcial. La sentencia no precisa cu¨¢ntos a?os propone rebajar, aunque fuentes jur¨ªdicas consultadas apuntaron a que podr¨ªa tratarse de la mitad de la Condena.Esta sentencia del Supremo no afecta a los otros cuatro ultras que tambi¨¦n fueron condenados por estos hechos: Miguel Angel Hurtado, el galleta, 26 a?os; Jes¨²s Minteguiaga, Johnny, de 26; Jes¨²s Alcal¨¢ Neches, de 26; y Francisco Javier Barranco L¨®pez de Saa, de 23. Todos ellos fueron condenados, por des¨®rdenes p¨²blicos, a penas que oscilan entre seis meses y. cuatro a?os y dos meses.
La nueva sentencia dictada por el Supremo no modifica el relato que hizo del suceso la Audiencia Nacional, pero s¨ª considera que se produjeron unos delitos distintos. El alto Tribunal puntualiza que la muerte de Juan Carlos Garc¨ªa constituy¨® un delito de asesinato consumado; mientras que las lesiones inferidas a Vicente Seoane constituyeron uno de asesinato frustrado. El resto de la calificaci¨®n delictiva tampoco sufre modificaci¨®n: lesiones, des¨®rdenes p¨²blicos y tenencia de armas.
Per¨®n, y Fern¨¢ndez de Landa han sido considerados autores de los asesinatos, pues "aunque no los ejecutaron materialmente, hubo una com¨²n resoluci¨®n en su realizaci¨®n, contribuyendo con significados y eficaces actos personales ejecutivos, conscientes del plan existente al efecto aceptando de antemano el uso de armas de fuego que pudieran hacer sus acompa?antes".
La nueva sentencia ha sido votada favorablemente por se? de los siete magistrados que integraban el Tribunal. El magistrado conservador Jos¨¦ Hijas Palacios -presidente del Tribunal de Orden P¨²blico durante el franquismo-, formul¨® un voto particular en el que disent¨ªa de la nueva sentencia y ped¨ªa la rebaja de la pena para Mart¨ªnez Lorenzo a 8 a?os de c¨¢rcel, por considerar que no se puede aplicar ).a reincidencia al delito de homicilio si se ha sido condenado anteriormente por lesiones.
Este magistrado defiende que no existi¨® alevos¨ªa en la muerte de Juan Carlos Garc¨ªa, a pesar de que recibi¨® el disparo por la espalda, porque, alega, no fue un ataque traidor, ya que el principal condenado entr¨® en el bar para gritar "salid si ten¨¦is cojones" y para Hijas, "el que avisa no es traidor".
Tocata y fuga
Juan Domingo Mart¨ªnez Lorenzo se halla en la c¨¢rcel de Alcal¨¢-Meco (Madrid) y ha cumplido ya dos a?os y medio de prisi¨®n. Antes de conocer la sen tencia de la Audiencia Nacional huy¨® a Francia, pero luego regres¨® voluntariamente, a pesar de que el Gobierno franc¨¦s deneg¨® su extradici¨®n.Jes¨²s Alfredo Fern¨¢ndez de Landa pas¨® dos a?os en la c¨¢rcel y sali¨® en libertad provisional despues de cumplir la mitad de la pena que le impuso la Audiencia Nacional. Se ha casado recientemente y espera un hijo. Cuando el tribunal ordene la ejecuci¨®n de la sentencia, previsiblemente hoy o ma?ana, deber¨¢ ingresar en prisi¨®n. Su hermano Daniel, uno de los autores materiales del asesinato, est¨¢ en paradero desconocido desde 1980. Fuentes jur¨ªdicas han comentado la posibilidad de que Fern¨¢ndez de Landa se fugue ante la perspectiva de volver a la c¨¢rcel y al conocer la sentencia antes de que se decrete su ingreso en prisi¨®n. Letrados de la defensa manifestaron que el condenado y su familia han asegurado que no se fugar¨¢, sino que recurrir¨¢n al Tribunal Constitucional.
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