La mitad
Los padres de una amiga m¨ªa sufrieron hace alg¨²n tiempo un accidente de tr¨¢fico que a punto estuvo de acabar con ellos. Cuando salieron de peligro y abandonaron los dos la fat¨ªdica UVI, macerados y medio rotos pero vivos, mi amiga me cont¨® alguna de las l¨²gubres reflexiones que la hab¨ªan ocupado en esos d¨ªas, al principio, cuando todo era incierto y el futuro tra¨ªa un barrunto de desgracias:-Una de las cosas que m¨¢s me preocupaban era pensar que uno muriera y el otro no. Y fuera quien fuese el superviviente, su situaci¨®n ser¨ªa terrible. Porque si era mi padre el que quedaba, bueno, pues ¨¦l tiene amigos, sale, entra, lee, est¨¢ acostumbrado a hacer una vida m¨¢s o menos activa, esas cosas; pero luego, eso s¨ª, es un ser absolutamente in¨²til en su. casa, no sabe prepararse la comida, hacerse una cama, coserse un bot¨®n, poner una lavadora; hubiera habido que cuidar de ¨¦l, como se cuida a un ni?o. Y con mi madre sucede lo contrario: si ella se hubiera quedado sola, habr¨ªa mantenido perfectamente el hogar, sabr¨ªa alimentarse. Pero no tiene amista des, no tiene mundo propio, su vida esta vac¨ªa, y es incapaz de hacer un solo papeleo en un banco, por ejemplo.
Esto explicaba mi amiga, haciendo una l¨²cida radiograf¨ªa de tantas parejas, de tantas mujeres, de tantos hombres. Esos varones educados para el mundo exterior, que son due?os de sus horas pero no de su propia cotidianidad. Esas hembras encerradas en lo ¨ªntimo, que nunca se han aventurado solas mas all¨¢ del umbral de lo dom¨¦stico, cuyas posibilidades vitales han sido podadas hasta ser reducidas a la nada. Antes, esta situaci¨®n de mutua dependencia era considerada como el paradigma de la felicidad familiar. A m¨ª, en cambio, me estremece ese paisaje de hombres que, al no saber cuidarse de s¨ª mismos, cercenan su hombr¨ªa con un infantilismo lamentable. De mujeres que son s¨®lo medio mujeres, tan perdidas, pueriles y vac¨ªas al enfrentarse al exterior. A m¨ª me espanta que esta sociedad sexista y necia nos condene a ser eso, adultos lamentablemente mutilados, personas incompletas, apenas la mitad de un ser humano.
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