La propuesta de Peres

DESPU?S DEL bombardeo del Estado Mayor de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) en T¨²nez, la! cr¨ªticas contra Israel en la ONU cobraron mayor fuerza, e incluso el representante norteamericano en el Consejo de Seguridad facilit¨®, con su abstenci¨®n, que se aprobase una resoluci¨®n condenando en¨¦rgicamente ese acto de guerra. Sin embargo, los hechos ulteriores, el secuestro del Achille Lauro y sus diversas secuelas, incluida la anulaci¨®n de la entrevista en Londres del secretario del Foreign Office con una delegaci¨®n jordano-palestina en la que figuraban oficialmente miembros de la OLP, han permitido que el jefe del Gobierno israel¨ª, Sim¨®n Peres, encontrase un ambiente menos hostil cuando se dirigi¨® recientemente a la asamblea. mundial en Nueva York. En ese discurso ha repetido una oferta ya hecha en ocasiones anteriores: una negociaci¨®n directa entre Jordania e Israel que excluye la presencia de la OLP. Adem¨¢s ha propugnado un "foro internacional" para patrocinar tales negociaciones, lo que impl¨ªc itamente es una indicaci¨®n a la URSS de que si restablec¨ªese sus relaciones con Israel, ¨¦sta aceptar¨ªa su presencia en las negociaciones sobre Oriente Pr¨®ximo.Es probable que el impacto de estas proposiciones sea mayor de lo que cabe imaginar a primera vista. Y no tanto por su contenido, poco novedoso, como por los cambios que se est¨¢n produciendo en la regi¨®n. El hecho m¨¢s sorprendente es el restablecimiento. de relaciones entre Jordania y Siria. Gracias, a los buenos oficios de Arabia Saud¨ª, aquellos dos jefes de Gobierno han firmado un comunicado que, sin solventar todas las diferen:cias sustanciales, permite que dos pa¨ªses ayer en posicion¨¦s radicalmente: incompatibles cuenten con canales de di¨¢logo. El hecho citado, m¨¢s la reciente reuni¨®n del rey Hussein con Mubarak, muestra c¨®mo el papel de Jordania se convierte cada vez m¨¢s en el centro de todas las.posib¨ªlidad es de negociaci¨®n hacia la paz. La reacci¨®n de Hussein a las propuestas de Peres, bastante matizada, se puede resumir as¨ª: rechazo de una negociaci¨®n aislada (Jordania no repetir¨¢ una experiencia semejante a la de Egiptoen Camp David) y propuesta de una conferencia internacional para encuadrar la eventual negociaci¨®n. El problema de la OLP ha quedado en t¨¦rminos poco claros. En la inminente reuni¨®n que celebrar¨¢ con Arafat en Animan, Hussein se presentar¨¢ con cartas m¨¢s fuertes en la mano y con una actiiud m¨¢s exigente. Despu¨¦s de haberseIncorporado al campo de los pa¨ªses-¨¢rabes moderados, empujado por su enfrentamiento con Siria, Arafat puede encontrarse ahora, entre sus mismos aliados, con actitudes que pongan en duda su representatividad.

En la propuesta de Peres ante la ONU hay adem¨¢s un aspecto no expl¨ªcito, pero que quiz¨¢ sea el m¨¢s importante de cara al futuro. Sustancialmente, Peres ha colocado a la sociedad y a los partidos pol¨ªticos israel¨ªes ante la nueva perspectiva, actualmente hipot¨¦tica, de negociar la retirada de los territorios que ocupan. Ello ha producido fuertes reacciones iniernas contra Peres, incluso en el Likud, partido asociado a los laboristas en el Gobierno israel¨ª. Este, basado en un empate en el Parlamento, tiene unaduraci¨®n limitada hasta el pr¨®ximo oto?o, y entonces, el jefe del Likud, Shamir, deber¨ªa, en principio, sustituir a Peres al frente del Ejecutivo. Puede dudarse de que las cosas ocurran as¨ª: la influencia de Peres, avalada por los sondeos, sigue creciendo en el interior del pa¨ªs. En sil mano est¨¢ convocar elecciones generales que le permitieran conservar el puesto. Hip¨®tesis esta que se convierte tamb i¨¦n en un importante instrumento de presi¨®n sobre los sectores ¨¢rabes deseosos de negociar. Pues si, una negociaci¨®n con Peres resulta dif¨ªcil, sin ¨¦l parece imposible.