El carmelita Tito Brandsma, primer periodista beatificado por la Iglesia
Juan Pablo II beatific¨® ayer al primer periodista en la historia de la Iglesia. Se trata del carmelita holand¨¦s Tito Brandsma, asesinado por los nazis en el campo de concentraci¨®n de Dachau en 1942. La ceremonia se celebr¨® en la bas¨ªlica de San Pedro, ante la presencia de 10.000 fieles, de los cuales 2.000 eran holandeses y 1.500 alemanes occidentales.
Tito Brandsma naci¨® en Orgeklooster (Holanda) el 23 de febrero de 1881, ingres¨® en la orden carmelita en 1898 y adopt¨® el nombre de Tito, disc¨ªpulo de san Pablo. Durante la misa, el Papa elogi¨® la figura del nuevo beato y aprovech¨® para recordar el infierno de los campos de concentraci¨®n nazis, a los que defini¨® como "huella infame de nuestro siglo", que el carmelita holand¨¦s soport¨® "con cristiana resignaci¨®n y no respondiendo al odio con el odio, sino con el amor".Tras recordar la profunda formaci¨®n religiosa del hermano carmelita y su actividad como profesor de Filosoria y de Historia,de la M¨ªstica en la universidad de Nimega (Holanda), el papa Wojtyla dijo que se hizo periodista "al no poder permanecer indiferente ante los muchos hermanos que permanec¨ªan fuera de las instituciones acad¨¦micas".
Juan Pablo II denunci¨® la ocupaci¨®n nazi de Holanda y resalt¨® el empe?o del padre Brandsma en promover el movimiento ecum¨¦nico, en una actitud de constante fidelidad hac¨ªa la Iglesia y de total lealtad hacia los que pertenec¨ªan a otras confesiones". El Papa destac¨® el optimismo del religioso, que "atrajo la simpat¨ªa de todos aquellos que tuvieron la suerte de conocerlo y que no le abandon¨® jam¨¢s".
"Tuvo compasi¨®n de m¨ª"
"Hasta el final", agreg¨®, "para los otros prisioneros fue un mitin de apoyo y esperanza. Para todos ellos ten¨ªa una sonrisa, una palabra de comprensi¨®n, un gesto de bondad". El Papa record¨® que "la misma enfermera que el 26 de julio de 1942 le inyect¨® el veneno mortal afirm¨® m¨¢s tarde tener siempre presente en la memoria la cara de aquel sacerdote que 'tuvo compasi¨®n de m¨ª".Durante el rezo de los fieles un italiano or¨® "por las v¨ªctimas de todas las guerras y por aquellos cuyos derechos humanos no son reconocidos y son ofendidos en su dignidad". Un polaco lo hizo "por todos aquellos que se dedican a la difusi¨®n de la verdad a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n social, en particular por los periodistas y locutores de radiotelevisi¨®n, para que rechacen toda tentaci¨®n de manipular la verdad y realicen su vocaci¨®n en favor de la dignidad humana".
Junto al Papa, en el altar de la confesi¨®n, adornado con 4.000 flores procedentes de Holanda, concelebraron la ceremonia los cardenales holandeses Johann Willebrands y Adrian Simonis, as¨ª como el alem¨¢n Joseph Ratzinger, el presidente de la Comisi¨®n Pontificia para los Medios de Comunicaci¨®n Social, el arzobispo norteamericano John Foley y el ex deportado a Dachau monse?or Carlo Manziana. En la ofrenda, un periodista italiano y otro holand¨¦s llevaron al altar varios libros y revistas que se refer¨ªan al nuevo beato.
Al rito asistieron 12 cardenales, el cuerpo diplom¨¢tico, una representaci¨®n de la universidad de Nimega y ex deportados del campo de concentraci¨®n de Dachau.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.