Los rehenes liberados recuerdan el 'infierno' vivido en el interior del Palacio de Justicia
"Estoy bien, sano y salvo; gracias a Dios", fueron las primeras palabras de Jaime Betancur, hermano del presidente de Colombia, Belisario Betancur, y consejero de Estado, al recibir la llamada telef¨®nica de EL PAIS en su domicilio de Bogot¨¢. Betancur, de 50 a?os, casado y con un hijo, fue uno de los rehenes que liber¨® el Ej¨¦rcito de Colombia cuando entr¨® a rescatar a los magistrados secuestrados por el M-19 en el Palacio de Justicia.
"Me acuerdo de que faltaban 20 minutos para las doce de la ma?ana del mi¨¦rcoles cuando sentimos unos disparos de metralleta y todos los magistrados tratamos de tomar nuestras precauciones ante lo que ocurr¨ªa. Yo me encontraba en mi despacho de la segunda planta y permanec¨ª tirado en el suelo hasta que, a eso de las seis de la tarde, entraron a rescatarme", relata el magistrado colombiano, que no alcanz¨® a ver a ning¨²n guerrillero. "Fueron momentos dif¨ªciles. y peligrosos", confiesa Jaime Betancur. "El rescate ocurri¨® en un acto en el que miembros del Ej¨¦rcito y quien habla se jugaron la vida intentando ganar la puerta de salida bajo una fuerte balacera, una terrible balacera. Fue peligroso, pero bien planificado por las fuerzas del orden".Ante el supuesto reclamo de los guerrilleros para que Jaime Betancur sirviera de negociador, el magistrado dijo a este peri¨®dico que el Gobierno ha dicho que no negociar¨¢ ni pactar¨¢ nada con el grupo guerrillero". "Yo espero que los guerrilleros entren en raz¨®n y se acojan a lo que ofrece el Gobierno: que se rindan y se les respetar¨¢ la vida, y se les someter¨¢ a un proceso con todas las ritualidades del derecho colombiano y universal".
Betancur se?al¨® su preocupaci¨®n por el peligro que corren .otros compa?eros de la Corte Suprema de Justicia y del Consejo de Estado en manos del grupo guerrillero". El magistrado colombiano record¨®: " esta es la segunda vez que veo mi vida en peligro; hace dos a?os estuve secuestrado por el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), y no puedo establecer ninguna diferencia porque en ambos casos he corrido un alto riesgo de muerte".
Jaime Betancur indic¨® que no hab¨ªa podido dormir. 'Ya no s¨®lo me siento descontrolado por el momento vivido, sino por la situaci¨®n que vive el pa¨ªs", dijo.
Otras personas que abandonaron el Palacio de Justicia coincidieron tambi¨¦n en que "fue un infierno". "Ca¨ªan vidrios de los pisos segundo y tercero. El ruido en el primer piso era infernal y no cesa ban de tabletear las ametralladoras", coment¨® angustiado el abogado Esteban Bendeck, uno de los primeros rehenes que abandonaron el local judicial.
"Lo que m¨¢s nos asust¨® fue el ruido de las bombas. El edificio se estremec¨ªa y. en el s¨®tano se o¨ªan ruidos", dijo Bendeck. "Rezamos mil veces en silencio", a?adi¨®, "nuestro miedo fue a¨²n m¨¢s tremendo cuando vimos carros de combate. Cre¨ªamos que era una guerra".
Marco Tulio Mateus, guardia de una empresa privada de seguridad que vigila el Palacio de Justicia bogotano, manifest¨®: "Los guerrilleros llegaron en un cami¨®n modelo Ford 51, de color azul, atravesaron la barrera de seguridad y entraron en el edificio". "Nos parapetamos tras una pared", prosigue el agente privado, "y divisamos ya en el segundo piso a una joven pareja de guerrilleros y disparamos".
Un momento dram¨¢tico
El magistrado Julio C¨¦sar Uribe cont¨® uno de los momentos m¨¢s cr¨ªticos de la ocupaci¨®n del palacio. Anoche el palacio ard¨ªa en llamas por sus costados oriental y occidental, a consecuencia de las bombas disparadas de parte y parte. "El humo nos estaba asfixiando", dijo el letrado. "Entonces me quit¨¦ los zapatos, porque el suelo de madera hac¨ªa mucho ruido, y sal¨ª arrastr¨¢ndome hasta llegar a donde estaban los soldados".El presidente del Tribunal Supremo, Alfonso Reyes,que muri¨® en el asalto del ej¨¦rcito al ¨²ltimo reducto guerrillero, relat¨® en una conversaci¨®n telef¨®nica: "Estamos en trance de muerte. Tienen que pedirle al Gobierno que cese el fuego. Rogarle al Ej¨¦rcito y a la polic¨ªa que se detengan". Continuando con su dram¨¢tico relato, dijo: "Ellos [los guerrilleros] no entienden. Nos apuntan con sus armas. Yo les ruego que detengan el fuego porque est¨¢n dispuestos a todo. Nosotros somos inocentes". Por otra parte, Alfonso Jacquim, segundo al mando del grupo guerrillero, manifest¨®: "Nosotros estamos aqu¨ª en un momento hist¨®rico, que as¨ª lo demanda. Pedimos que sea la corte, que sean los funcionarios los que juzguen a Ios verdaderos traidores de la paz".
Los guerrilleros nunca supieron que, escondida en un ba?o del primer piso, se encontraba la esposa del ministro del Interior, Clara Forero de Castro, que, trabaja como relatora en el consejo de Estado, que tiene su sede en el Palacio de Justicia. En el momento del asalto se refugi¨® en un servicio p¨²blico y permaneci¨® all¨ª durante 10 horas, pero el humo que invad¨ªa el edificio por los incendios nocturnos. la oblig¨® a salir. Al encontrarse en el primer piso del local, en poder del Ej¨¦rcito, pregunt¨® a uno de ellos por la salida. Al ganar la calle se identific¨® ante un oficial.
Los magistrados y rehenes que lograron salir ayer informaron que la situaci¨®n en el interior del Palacio de Justicia era "dram¨¢tica". Los rehenes liberados indican que los guerrilleros todav¨ªa ten¨ªan en su poder, hasta el ¨²ltimo momento en que se produjo el asalto, 70 prisioneros. El juez Reinaldo Arfiniegas se?al¨® que las personas en poder, del M-19 "est¨¢n bien". "Hay resistencia, est¨¢n bien provistos de municiones y est¨¢n mejor parapetados". Arfiniegas prosigui¨® diciendo que "durante toda la noche se han registrado fuertes combates entre el tercer y cuarto piso, pero finalmente los soldados han podido pasar al cuarto piso".
El magistrado Dante Fiorillo, quien no acudi¨® ayer al Tribunal Supremo, falleci¨® esta madrugada v¨ªctima de un infarto cardiaco.
Dentro del dramatismo y expectativas por la resoluci¨®n de la ocupaci¨®n del Palacio de Justicia se registr¨® la nota curiosa de una mujer embarazada que, atrapada en el local del Senado, frente al edificio de Justicia, dio a luz a consecuencia de las intensas emociones de las ¨²ltimas horas.
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