El temor a la publicidad y las presiones obstruyen la aplicaci¨®n de la ley del aborto en Catalu?a
A los tres meses de haber entrado en vigor, la aplicaci¨®n de la ley del aborto se encuentra pr¨¢cticamente bloqueada en Catalu?a -a excepci¨®n de las comarcas de L¨¦rida y Gerona- a causa del temor a la publicidad y de la actitud obstruccionista de un reducido n¨²mero de m¨¦dicos. Algunos m¨¦dicos de la Seguridad Social han recibido incluso la amenaza de que perder¨ªan sus empleos en el sector privado si realizaban abortos en los hospitales p¨²blicos.
De los 62 hospitales acreditados que existen en Catalu?a, ¨²nicamente cinco han realizado abortos durante estos tres meses y otros dos est¨¢n en disposici¨®n de hacerlos en el futuro. Los siete centros dispuestos a aplicar la ley son: hospitales del Mar y la Esperanza de Barcelona; Sant Ll¨¢tzer de Terrassa; Santa Caterina de Gerona; comarcal de Figueres; y el hospital provincial y la residencia Arnau de Vilanova de L¨¦rida.Estos hospitales, sin embargo, han manifestado que no est¨¢n dispuestos a asumir en adelante los abortos que no correspondan a su ¨¢rea asistencial, por lo que la Generalitat se encuentra con serias dificultades para poder aplicar la ley. Los ¨²ltimos abortos realizados han precisado la intervenci¨®n personal de las m¨¢s altas autoridades sanitarias, incluido el propio conseller Josep Laporte.
Hasta hoy se han realizado en Catalu?a ¨²nicamente 29 abortos, cifra que, seg¨²n fuentes m¨¦dicas, indica una interpretaci¨®n muy restrictiva de la ley, a causa del clima de temor en que se aplica. Otro de los factores que ha determinado la negativa de muchos m¨¦dicos es el miedo a la publicidad y a ser tachados de criminales abortistas. El doctor Joan Costa, director del hospital de Sant Ll¨¢tzer de Terrassa, uno de los, que practica abortos, ha sido aludido en la prensa local como "ese Herodes que mata ni?os".
La anormalidad con que se est¨¢ aplicando la ley ha provocado una gran expectaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n, que es precisamente lo que persiguen los antiabortistas y lo que tratan de evitar los hospitales que aplican la ley. Ayer mismo ingres¨® finalmente en el hospital de la Esperanza de Barcelona la embarazada de Sabadell de 39 a?os que espera un hijo mong¨®lico, despu¨¦s de varias semanas sin saber d¨®nde podr¨ªa abortar. La mujer, que ser¨¢ intervenida ma?ana, ingres¨® en medio de un aluvi¨®n de fot¨®grafos.
Sobre esta cuesti¨®n, el subdirector general de Asistencia Sanitaria, Jaume Bergued¨¢, ha declarado que la Generalitat estaba dispuesta a adoptar cualquier soluci¨®n para conseguir que el aborto se realizara dentro del plazo legal. Seg¨²n ha revelado la propia embarazada, el director general del Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS) le asegur¨® incluso que, en ¨²ltimo t¨¦rmino, ser¨ªa enviada a Londres.
El temor a no poder abortar o a la publicidad ha motivado tambi¨¦n que algunas de. las mujeres ya diagnosticadas que podr¨ªan haberse acogido a la ley no se hayan presentado en el hospital para someterse a la comisi¨®n de valoraci¨®n.
Silencios y unanimidades
Mientras se produce esta situaci¨®n, los hospitales de la Seguridad Social -a excepci¨®n de la residencia sanitaria Arnau de Vilanova, de L¨¦rida, la ¨²nica que se ha declardo dispuesta a aplicar la ley- y los mayores hospitales concertados o se han pronunciado abiertamente en contra o siguen si definirse. En casi todos los casos, la decisi¨®n del hospital coincide con la posici¨®n personal de los jefes de departamento o servicio.La situaci¨®n m¨¢s parad¨®jica se produce precisamente en el mayor hospital maternal de Catalu?a, situado en la ciudad sanitaria de Valle de Hebr¨®n, de Barcelona, que todav¨ªa no se ha pronunciado a pesar de tener 53 ginec¨®logos en plantilla, muchos de los cuales han manifestado estar dispuestos a practicar abortos, y de que el director del centro, Jos¨¦ Antonio de Andr¨¦s, no se opone a ello.
Esta residencia maternal, que tiene 300 camas en servicio, ha diagnosticado en estos tres meses seis abortos terap¨¦uticos, que han sido realizados en el hospital del Mar de Barcelona. En este caso, la propia Generalitat ha evitado forzar un pronunciamiento, convencida de que si lo hac¨ªa, ser¨ªa negativo. Tanto el jefe del departamento de Ginecolog¨ªa y Obstetricia, Luis Ballesteros, como el del servicio de Obstetricia, Mariano Mox¨ª, son contrarios a practicar abortos.
El hospital Cl¨ªnico de Barcelona, otro de los principales hospitales de Cataluna, se ha declarado "no disponible" para practicar abortos. El jefe de la subdivisi¨®n de Ginecolog¨ªa y Obstetricia del Cl¨ªnico, el catedr¨¢tico Jes¨²s Gonz¨¢lez Merlo, comunic¨® a la direcci¨®n del centro que los m¨¦dicos de dicha subdivisi¨®n hab¨ªan decidido "por unanimidad" no realizar dicha actividad. Sorprende en este caso la unanimidad en la decisi¨®n, que s¨®lo es explicable si se tiene en cuenta que fue adoptada por votaci¨®n personal y p¨²blica, con el argumento de que "el que quiera hacer abortos, ha de mojarse aqu¨ª p¨²blicamente y despu¨¦s hacerlos".
El otro gran hospital de Barcelona, el de Sant Pau, tampoco se ha pronunciado todav¨ªa. En este caso, tanto el jefe del departamento, doctor Esteban Altirriba, como la mayor parte de los m¨¦dicos del servicio no son contrarios a la realizaci¨®n de abortos, pero la Junta de Gobierno del centro todav¨ªa no ha tomado un decisi¨®n oficial. Fuentes bien informadas han indicado que en este caso el factor determinante ha sido la presencia del Obispado, copropietario del hospital, en la Junta de Gobierno.
A las dificultades internas con que tropiezan muchos m¨¦dicos de los hospitales p¨²blicos se suman las amenazas, veladas en algunos casos y expl¨ªcitas en otros, por parte de los centros privados donde tambi¨¦n trabajan. A algunos m¨¦dicos que trabajan en la cl¨ªnica de El Pilar de Barcelona, por ejemplo, se les ha indicado que el centro se ver¨ªa obligado a prescindir de sus servicios si practicaban abortos en los hospitales p¨²blicos.
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