El duro oficio de las maestros del tablero blanco y negro
Ser un campe¨®n o aspirar simplemente a convertirse en un buen maestro de ajedrez no es empe?o para pluriempleados. Los a?os en los que los jugadores eran renacentistas, al estilo de Emmanuel Lasker -fil¨®sofo, matem¨¢tico, amante de discutir con su amigo Einstein la teor¨ªa de la relatividad e inventor de un prototipo de tanque-, ya han pasado. Aunque oficialmente los campeones tienen una profesi¨®n, rara vez la han ejercido. El oficio de campe¨®n es duro.
La tradici¨®n indica que un campe¨®n tarda muchos a?os en forjarse y los m¨¢s de ellos lo consiguieron siendo, como m¨ªnimo, treinta?eros. Dentro del retrato rob¨® del campe¨®n, esquema del que se escapa el sovi¨¦tico Gari Kasparov, la historia dice que, salvo excepciones, los a?os de reinado fueron pocos; s¨®lo tres de ellos rebasaron el decenio: el alem¨¢n Lasker y los sovi¨¦ticos Alejin, Botvinik y Karpov. Entre los erimeros destacan los sovi¨¦ticos Smyslov y Tal, un a?o cada uno, y el holand¨¦s Euwe, dos a?os.Alekxander Alejin, campe¨®n de 1927 a 1935 y de 1937 a 1946, se complac¨ªa en que le llamaran doctor -el dec¨ªa que en jurisprudencia por la Sorbona, pero en los archivos de la universidad parisiense no figura ninguno que atienda por el nombre del campe¨®n sovi¨¦tico. Mijail Botvinik, campe¨®n de 1948 a 1957, de 1958 a 1960 y de 1961 a 1963, es ingeniero electr¨®nico, pero, aparte de su apoyo moral a distintos programas de computadoras que juegan al ajedrez, nunca ejerci¨®.
Mijail Tal, el genio de Riga, entretuvo sus a?os de mocedad, despu¨¦s de haberse le¨ªdo la voluminosa biblioteca familiar, estudiando todas las carreras que ofertaba la universidad de Letonia. Cuando se le acab¨® la materia, se hizo campe¨®n del mundo, el m¨¢s joven por entonces, con 24 a?os. Y, como Tal todo lo hizo r¨¢pido, a los 25 se convirti¨® -t¨ªtulo todav¨ªa en vigor- en el ex campe¨®n mundial m¨¢s joven.
Una excepci¨®n
La biograf¨ªa oficial del sovi¨¦tico Spasski dice que, despu¨¦s de empezar estudios de matem¨¢ticas, se licenci¨® en periodismo por la universidad de Leningrado. Pero, curiosamente, ¨¦ste ha sido el campe¨®n que menos ha escrito de ajedrez: casi nada.Fischer es la excepci¨®n, pues desde su pubertad dijo que ¨¦l iba ¨²nica y exclusivamente para campe¨®n y el norteamericano es conocido como hombre de palabra. Abandon¨® el colegio y fue campe¨®n. Karpov es doctor en Econom¨ªa Extranjera (capitalista) por Leningrado y Kasparov estudia idiomas en Bak¨².
El ajedrez de alta competici¨®n no admite m¨¢s que la entrega total. Fischer hizo famosa una frase ante las ofertas de diversi¨®n que le hac¨ªan: "No; el ajedrez es mejor". Karpov, con su tradicion¨¢l dial¨¦ctica de secano, ha dicho: "El ajedrez es mi vida".
Un periodista yugoslavo le plante¨® una misma pregunta a Tal y a Kasparov: ?Qu¨¦ har¨ªa usted si prohibieran el ajedrez? El let¨®n no dud¨®: "Me convertir¨ªa en un contrabandista para seguir jugando clandestinamente". M¨¢s radical ha resultado ser el joven campe¨®n azerbaizano: "Si prohibieran el ajedrez, tomar¨ªa las armas para defenderlo". Esto son ideas claras.
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