El pr¨ªncipe Felipe se entrevista hoy con el sult¨¢n de Om¨¢n

Vestido con su uniforme de caballero cadete de la Academia Militar de Zaragoza, el pr¨ªncipe de Asturias, Felipe de Borb¨®n, asisti¨® ayer, a primera hora de la ma?ana, a un desfile militar en Muscat, pero por la tarde vio frustrado, por motivos de seguridad, su deseo de hacer unas compras en el zoco de la capital. Hoy, el pr¨ªncipe se entrevistar¨¢ con el sult¨¢n Qabus de Om¨¢n antes de regresar a Espa?a.

Sentado entre el primer ministro tunecino, Mohamed Mzali, y el duque de Kent, que representaba a la reina Isabel II de Inglaterra, con los que charl¨® brevemente, el heredero de la Corona observ¨® desde la tribuna del estadio de Muscat c¨®mo marcaban el paso la guardia real, el regimiento de la costa y el del desierto, unidades todas ellas pertenecientes a las fuerzas armadas de Om¨¢n, consideradas como las m¨¢s eficaces de la pen¨ªnsula ar¨¢biga, por contar con una larga experiencia b¨¦lica a sus espaldas. Om¨¢n dedica a gastos de defensa el 40% de su presupuesto.Con un discurso en el que brind¨® su apoyo a las mediaciones para acabar con la guerra irano-iraqu¨ª y pidi¨® a los amigos de Israel que presionen a ese pa¨ªs para poner t¨¦rmino a su intransigencia, el monarca Qabus concluy¨® la principal ceremonia de la fiesta nacional de Om¨¢n, que estuvo perfectamente organizada, de no haber sido por el caos que se form¨® a la salida del estadio de los 25.000 espectadores que asistieron a ella. Algunos ministros de Asuntos Exteriores, como el espa?ol y el alem¨¢n, ya somnolientos a causa del madrug¨®n que les supuso levantarse a las cinco, se sentaron en las macetas, a la espera, durante m¨¢s de una hora, de que apareciese su comitiva oficial.

Excursi¨®n frustrada

Tras un almuerzo privado en el hotel donde se hospeda la delegaci¨®n espa?ola, el Pr¨ªncipe, "curioso de todo lo que le rodea", seg¨²n un miembro de su s¨¦quito, se dispuso a visitar la ciudad antigua de Muscat y su adyacente puerto comercial de Mutrah, en cuyo zoco, en manos de indios inmigrados, don Felipe ten¨ªa, por lo visto, ilusi¨®n por hacer algunas compras. Vestido con una camisa de manga corta y unos pantalones vaqueros, el pr¨ªncipe heredero, de 17 a?os de edad tuvo que conformarse con divisar de lejos los fortines de la ¨¦poca colonial portuguesa y entrever las callejuelas del bazar a trav¨¦s de la ventanilla del autom¨®vil blindado de marca Mercedes que encabezaba la comitiva oficial espa?ola.

La personalidad oman¨ª encargada de servirle de gu¨ªa -el subsecretario de Industria y Comercio, Ahmed Bin Abdulnabi Maki- consider¨®, al parecer, no conveniente para la seguridad de su hu¨¦sped que se bajara del coche para caminar por las arterias concurridas a ¨²ltima hora de la tarde, cuando afloja el calor y los vecinos de Muscat aprovechan para hacer compras.

Algo intimidado al principio ante la rigidez del protocolo, el pr¨ªncipe parec¨ªa mucho m¨¢s relajado en su excursi¨®n informal y vespertina, aunque a¨²n deb¨ªa asistir a un aparatoso banquete, ofrecido por Qabus en el lujos¨ªsimo hotel Al Bustan. Hoy est¨¢ previsto que sea recibido en audiencia por el sult¨¢n antes de iniciar a media ma?ana el vuelo de vuelta a Espa?a, haciendo tambi¨¦n, como a la ida, una escala t¨¦cnica en Arriman. El avi¨®n Myst¨¨re-Falcon aterrizar¨¢ primero en Zaragoza para que don Felipe se reincorpore a la academia, antes de acabar en Madrid su viaje de regreso, de unas ocho horas de duraci¨®n.