'Marinero de luces', instrucciones para llorar
Marinero de luces, el esperado disco con el que Isabel Pantoja regresa al mundo del espect¨¢culo y que ella present¨® anteayer en Madrid, es una confirmaci¨®n meridiana de las extraordinarias facultades de esta tonadillera convertida en leyenda a la sombra de una tragedia que seg¨® la vida de su esposo, Francisco Rivera Paquirri en el coso de Pozoblanco.El autor de las canciones, Perales, ha echado le?a al fuego de la soledad, de los amores fantasmales. Marinero de luces es un memorial de ausencias, un manual de instrucciones para llorar, el pat¨¦tico retrato de una mujer rota por el dolor que espera en la ventana te?ida de melancol¨ªa y de recuerdos. Al escribir sobre Isabel Pantoja se tiene la sensaci¨®n de estar evocando a un personaje de ficci¨®n. Isabel seguir¨¢ encogiendo el coraz¨®n de las masas; eso s¨ª, con una voz esplendorosa.
He aqu¨ª algunas frases de su disco: "Me dej¨® aquella tarde agitando el pa?uelo/ sentada en la orilla" (Marinero de luces). "Me voy/ para sentirme viva junto a ¨¦l..." (Me voy). "Hoy quiero confesar que estoy algo cansada/ de llevar esa estrella que pesa tanto ... / soy un poco de sal y un poquito de arena/ primavera desierta en una ventana" (Hoy quiero confesarme).
Pero todo acab¨®/ ya todo termin¨®/ y quedan, mil heridas en el alma ... / era mi vida ¨¦l/ y me dej¨® esperando en la ventana./ Que nadie me repita la palabra amor" (Era mi vida ¨¦l). "Cu¨¢ntas veces en sue?os / me he escapado contigo ... / cu¨¢nto tiempo esperando/ desde que t¨² te has ido" (Pensando en ti). "D¨¦jame/ porque escucho su voz cuando guardo silencio/ y percibo su aroma flotando en el aire ... / d¨¦jame/ d¨¦jame recordarlo llenando mi cama,/ paseando mis dunas/ recorriendo mis playas" (D¨¦jame). "Ese tren de la vida se llev¨® mi te quiero/ te quedaste dormido en sus brazos de hierro ... / pero t¨² no te marchas/ te quedaste conmigo/ me acaricias el alma/ me gritas/ me hablas/ est¨¢s aqu¨ª" (Ese tren de la vida).
S¨®lo hay dos temas que no hacen referencia directa a las ausencias. Uno se llama No puede ser; el otro est¨¢ dedicado a su hijo, Mi peque?o del alma.
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