Pollard trabaj¨® para los servicios antiterroristas israel¨ªes
La investigaci¨®n llevada a cabo en los ¨²ltimos d¨ªas por el primer ministro israel¨ª, el laborista Sim¨®n Peres, conjuntamente con los titulares de Exteriores, Isaac Shamir, y de Defensa, Isaac Rabin, en relaci¨®n con el caso del ciudadano norteamericano Jonathan Pollard, acusado por Washington de espiar para Israel, ha dado un resultado negativo al declarar los tres que no se ten¨ªa conocimiento en las alturas del Gobierno de coalici¨®n de las actividades de Pollard. No obstante, s¨ª ha quedado demostrado que Pollard trabajaba para un servicio antiterrorista israel¨ª conectado con las altas esferas del poder.
Mientras tanto, en Washington, crece la c¨®lera de la Administraci¨®n de Ronald Reagan por lo que se considera una inadmisible actuaci¨®n por parte de un aliado, despu¨¦s de las acusaciones del FBI (Bur¨® Federal de Investigaci¨®n) de que Pollard ha estado pasando informaci¨®n sobre sistemas de armas de la Marina estadounidense, as¨ª como otras relacionadas con movimientos militares ¨¢rabes en los pa¨ªses vecinos a Israel.Fuentes israel¨ªes s¨®lo han reconocido haber recibido documentos sobre diversos pa¨ªses ¨¢rabes. Desde Santa B¨¢rbara, en California, donde se encuentra de vacaciones Ronald Reagan, se dijo ayer que el presidente hablar¨¢ hoy al pa¨ªs de este tema y de la oleada de esp¨ªas que est¨¢n surgiendo en Estados Unidos, en su habitual comentario radiof¨®nico. El embajador norteamericano en Israel, Thomas Pickering, fue informado ayer del resultado de las entrevistas realizadas por Peres, Shamir y Rabin con funcionarios diplom¨¢ticos y del espionaje israel¨ª para tratar de este caso.
La televisi¨®n israel¨ª inform¨® que el Gobierno de Peres est¨¢ dispuesto a devolver a Estados Unidos los documentos facilitados por Pollard, pero no se acceder¨¢ a que el FBI interrogue a dos diplom¨¢ticos israel¨ªes con los que aqu¨¦l manten¨ªa contacto en Washington y Nueva York y que regresaron precipitadamente a Tel Aviv hace unos d¨ªas.
Ignorancia oficial
Seg¨²n la informaci¨®n oficial entregada a Pickering, las autoridades gubernamentales israel¨ªes no ten¨ªan conocimiento del hecho. Se dice tambi¨¦n que Pollard no fue contactado por agentes israel¨ªes, sino todo lo contrario, y que es posible que un alto funcionario israel¨ª en Washington estuviera coordinando su propia red de espionaje sin conocimiento del Gobierno ni del Mosad (servicio secreto israel¨ª).Jonathan Jay Pollard, jud¨ªo norteamericano de 31 a?os, licenciado en Relaciones Internacionales por las universidades de Stanford y Tufts, comenz¨® a trabajar en 1979 en los servicios de espionaje de la Marina y fue destinado en 1983 a una unidad especial antiterrorista dentro del mismo departamento.
Su esposa, Anne Henderson, de 25 a?os, fue detenida junto a ¨¦l, hace una semana, acusada de colaborar en las actividades de su marido.
Intentaba pedir asilo
En el momento de su detenci¨®n por el FBI en Washington, Pollard intentaba entrar en la Embajada de Israel para pedir asilo, pero los funcionarios que le atendieron no le reconocieron y le entregaron a la polic¨ªa federal norteamericana.Seg¨²n fuentes israel¨ªes, la investigaci¨®n preliminar llevada a cabo por el Gobierno ha llegado a las siguientes conclusiones:
1. Pollard entr¨® en contacto con Israel en la primavera de 1984 y ofreci¨® informaci¨®n, clasificada como secreta, que podr¨ªa ser de inter¨¦s para el Gobierno de Tel Aviv. Al principio, sus motivos fueron sus sentimientos proisrael¨ªes, pero despu¨¦s comenz¨® a pedir dinero por la informaci¨®n.
2. El israel¨ª que mantuvo relaciones con Pollard fue un funcionario de los servicios antiterroristas que trabajaba como consejero en la oficina del primer ministro, donde existe un departamento que supervisa el trabajo del resto de los servicios antiterroristas de Israel. La Prensa ha identificado a este funcionario como Rafi Eitan, que ocup¨® dicho cargo desde 1979 a 1984 con los primeros ministros Beguin y Shamir y que dimiti¨® cuando lleg¨® al poder Sim¨®n Peres. Eitan ha negado su relaci¨®n con Pollard y se desconoce d¨®nde trabaja ahora. La informaci¨®n que pasaba al resto de los servicios antiterroristas no citaba la fuente y nunca cont¨® a sus superiores lo que estaba haciendo, agrega la investigaci¨®n.
3. Pollard, al principio, ofreci¨® pasar informaci¨®n de los servicios de espionaje norteamericanos sobre los efectivos y armamento de los ej¨¦rcitos ¨¢rabes y sobre el material sovi¨¦tico utilizado por ¨¦stos. Su contacto israel¨ª le anim¨® para que facilitara este tipo de informaci¨®n.
En alguna ocasi¨®n, Pollard entreg¨® documentos sobre aspectos militares israel¨ªes en poder de los norteamericanos, lo que convenci¨® a sus contactos de que los servicios de espionaje de Estados Unidos hab¨ªan penetrado el establishment militar israel¨ª y le siguieron pidiendo m¨¢s documentos para tratar de averiguar d¨®nde estaba la filtraci¨®n. Pero en ning¨²n momento se solicit¨® de Pollard que entregara informaci¨®n relativa a sistemas de armamentos norteamericanos.
4. La informaci¨®n era pasada por Pollard a dos diplom¨¢ticos israel¨ªes en Estados Unidos y ¨¦stos a su vez la hac¨ªan llegar al funcionario destacado en la oficina del primer ministro en Jerusal¨¦n, sin que el Mosad tuviera conocimiento del asunto. Los dos diplom¨¢ticos israel¨ªes eran llan Rayid, adjunto al agregado cient¨ªfico de la Embajada de Washington, y Yosef Yagur, el agregado cient¨ªfico en el Consulado de Nueva York.
Ambos hombres fueron llamados urgentemente de regreso a Israel para evitar que pudieran ser interrogados por los servicios del contraespionaje norteamericano. En medios gubernamentales se dudaba ayer de que ning¨²n funcionario israel¨ª fuera a ser castigado o destituido por el caso Pollard.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.