Uno de los abogados del 23-F, nuevo penalista de Ruiz-Mateos
Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos tiene nuevos abogados penalistas en Espa?a. Se trata de Antonio Ferrer Sama, catedr¨¢tico jubilado de Derecho Penal, que fue defensor de Jos¨¦ Mar¨ªa Jarabo, condenado a muerte y ejecutado, uno de los casos m¨¢s famosos de la historia judicial espa?ola; su hijo, Julio Antonio Ferrer Zabala, y Adolfo de Miguel, uno de los abogados defensores de los acusados por la intentona golpista del 23-F y del juez Ricardo Var¨®n, procesado en el famoso caso Bardellino. Adolfo de Miguel fue presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, y su apartamiento del cargo origin¨® fuertes controversias.
Despu¨¦s de que el pasado domingo, 17 de noviembre, el abogado Ram¨®n Pelayo, con bufete en M¨¢laga y Marbella, aceptase la defensa de los asuntos civiles y administrativos de Ruiz-Mateos en Espa?a, quedaba ¨²nicamente abierta la interrogante de la defensa para las causas penales que tramita principalmente el juez Luis Lerga.Como quiera que la venia para esta causa segu¨ªa estando en manos de los penalistas del equipo de Mat¨ªas Cort¨¦s -Horacio Oliva, Gonzalo Rodr¨ªguez Mourollo y Javier S¨¢enz de Pipaon-, el abogado norteamericano Arthur Teele concibi¨® la idea de enganchar en el nuevo equipo a los tres citados, con lo cual se obviaba el tema de la venia, un asunto que se presentaba espinoso a causa de las minutas dejadas de pagar por el empresario.
Tras el acuerdo alcanzado la semana pasada entre Mat¨ªas Cort¨¦s y el decano del Colegio de Abogados de Madrid, Antonio Pedrol R¨ªus, los tres penalistas citados manifestaron p¨²blicamente su rechazo a la posibilidad de reanudar la defensa penal de Ruiz-Mateos. Sin embargo, Ram¨®n Pelayo realiz¨® ayer mismo un ¨²ltimo intento de convencer a Horacio Oliva, aduciendo razones humanitarias, para que se hiciera cargo de la causa penal, sin resultado positivo. En vista de ello, Pelayo ofreci¨® formalmente el tema a Ferrer Sama, su hijo y de Miguel, quienes han aceptado el encargo.
La defensa de los asuntos legales de Jos¨¦ Mar¨ªa Ru¨ªz-Mateos ha estado jalonada de incidentes que han convertido a la abogacia madrile?a en frecuenta piedra de esc¨¢ndalo. Hasta tres equipos distintos se han sucedido en el caso, desde la vertiente espa?ola, sin contar un n¨²mero muy superior que han intervenido como apoyo, elaborando informes, dict¨¢menes y otras cuestiones relacionadas con el caso.
En el momento de la expropiaci¨®n, los abogados del presidente del holding Rumasa eran Alejandro Rebollo y Fernando Castedo. Ruiz-Mateos les acusar¨ªa posteriormente de ser parte integrante de la conspiraci¨®n tramada contra su persona y su imperio por el tandem. Luis Valls Taberner y Rafael Termes, al haberle metido en la encerrona que supuso la conferencia de prensa del 22 de febrero de 1983, un desafio al Gobierno socialista que precipit¨® la decisi¨®n expropiatoria.
Tras ellos le lleg¨® el turno al equipo encabezado por Mat¨ªas Cort¨¦s. Suyo fue el dictamen jur¨ªdico que m¨¢s tarde servir¨ªa de base para la presentaci¨®n del recurso de inconstitucionalidad contra la ley de Expropiaci¨®n. Pero, tambi¨¦n Mat¨ªas Cort¨¦s, cuyas diferencias con el empresario comenzaron a hacerse patentes a causa de la peculiar manera de ¨¦ste de llevar sus asuntos con los medios de comunicaci¨®n, ser¨ªa acusado de traidor y de haber sido nombrado por Luis Valls para su defensa.
Ruiz-Mateos no paga
Mat¨ªas Cort¨¦s mantiene con Ruiz-Mateos un contencioso abierto a causa de la negativa del financiero a hacer efectivo el pago de las minutas profesionales. Curiosamente, tales minutas han sido fijadas por el propio Colegio de Abogados de Madrid, a quienes ambas partes se dirigieron en su d¨ªa en solicitud de arbitraje.Tras Mat¨ªas Cort¨¦s, un viejo conocedor de los asuntos del holding de la abeja, el abogado Crisp¨ªn de Vicente, se hizo cargo de la defensa del empresario. Las relaciones entre ambos comenzaron a deteriorarse a finales de noviembre de 1984. Ruiz-Mateos no se interes¨® por el estado de salud de su defensor, que pas¨® momentos cr¨ªticos internado durante dos meses en una cl¨ªnica madrile?a. Finalmente, explotaron el 2 de junio pasado, con la renuncia p¨²blica de De Vicente alegando como motivo el impago de los honorarios de su equipo.
Crisp¨ªn de Vicente tiene tambi¨¦n pendiente con su ex defendido un contencioso a prop¨®sito de las minutas. Crisp¨ªn asegura no haber recibido ning¨²n pago por los trabajos efectuados, mientras que el empresario jerezano afirma haberle entregado 80 millones de pesetas. Tras la renuncia de Crisp¨ªn de Vicente son¨® el nombre de Miguel Bajo para hacerse cargo de la defensa y d¨ªas m¨¢s tarde el de Antonio Garc¨ªa de Pablos. Ambas intentonas fueron descalificadas por el propio Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos desde su moment¨¢neo exilio en Francfort.
Por asuntos realizados para el equipo de Crisp¨ªn de Vicente, el abogado Andr¨¦s de la Oliva tiene tambi¨¦n su contencioso abierto con Ruiz-Mateos, a quien reclama 49 millones de pesetas por los trabajos realizados durante 14 meses. El empresario no reconoce relaci¨®n laboral con el demandante, a pesar de que ¨¦ste ha recibido a cuenta durante ese per¨ªodo la cifra de 5,6 millones de pesetas, justificados mediante recibos extendidos por su esposa, Teresa Rivero.
Parte muy importante de las sucesivas rupturas ocurridas entre el empresario jerezano y sus abogados han sido consecuencia natural del peculiar caracter del fundador del holding de la abeja. Ruiz-Mateos, genio y figura, no quer¨ªa tanto un defensor desde el punto de vista estrictamente legal, ce?ido a la vertiente puramente jur¨ªdica de la expropiaci¨®n, como un ferviente animador y propagador de sus tesis.
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