Violeta, rojo y gris
Tercia, ?ngelus y Adsumus Sancte Spiritus son las tres oraciones que cantan en gregoriano los padres sinodales cada jornada: la Tercia, por la ma?ana; el ?ngelus, a mediod¨ªa y a las cinco de la tarde, y el Adsumus Sancte Spiritus, al concluir las sesiones. Ayer, al reiniciarse el pleno sinodal, el Papa comenz¨® la plegaria de Tercia, que un grupo de informadores -como cada d¨ªa- pudo presenciar durante unos 10 minutos.El c¨¢ntico sinodal se realiza en una sala donde el negro de los trajes se confunde con el negro del skay que recubre los asientos. Al colorido violeta obispal y rojo cardenalicio se une tambi¨¦n el gris de los receptores de traducci¨®n simult¨¢nea que preferentemente utilizan los prelados africanos cuando el presidente del s¨ªnodo usa el lat¨ªn en su intervenci¨®n oral.
Entonces, en el momento en que empieza a debatirse lo decidido en los c¨ªrculos de debate, los informadores son invitados a abandonar la sala por un pasillo, al fondo del cual, y en una larga mesa, se expone el refrigerio que los padres sinodales tomar¨¢n a media ma?ana. Bizcochos y tazas se amontonan a la espera de la llegada de cardenales y obispos.
Tras el pasillo, una escalera de caracol conduce al vest¨ªbulo del palacio de Nervi, donde, adem¨¢s de celebrarse las sesiones, el Papa recibe algunas de las audiencias p¨²blicas de los mi¨¦rcoles. En la entrada, a la izquierda, est¨¢n cuidadosamente doblados los abrigos que protegen a los sinodales de los rigores del diciembre romano. Delante, en un amplio escaparate, aparece una muestra de la producci¨®n intelectual cat¨®lica, que empieza por la prol¨ªfica obra de Juan Pablo II.
El pabell¨®n recoge el libro del cardenal Paul Poupard Galileo Galilei, 350 a?os de historia. El Informe sobre la fe, del prefecto del ex Santo Oficio, el cardenal Joseph Ratzinger, comparte mesa expositora con una s¨ªntesis teol¨®gica sobre Maritain. Al lado, en pie, se encuentra El ate¨ªsmo comunista sovi¨¦tico, de Francesco Skolla. Luego, casi en el extremo, los vol¨²menes del Acta Synodalia Sacrosancti Concilio Vaticano II soportan una edici¨®n ilustrada de las obras de Rafael, el pintor de las estancias y las logias vaticanas. Tambi¨¦n la vida de los santos cuenta en la muestra. Y en este caso, uno de los santos es espa?ol. Se trata de la obra San Antonio Mar¨ªa Claret, el hombre que desafi¨® lo imposible.
Tampoco falta lo que algunos adivinan como un llamamiento al uso del lat¨ªn. Libros de texto y casetes en distintas variedades ofrecen la oportunidad de mejorar conocimientos en la lengua de la Iglesia tanto a profanos como a expertos. Frente a esta muestra bibliogr¨¢fica, en el lado derecho del vest¨ªbulo, una gran exposici¨®n fotogr¨¢fica del s¨ªnodo permite a obispos y cardenales comprar por escasas liras un recuerdo gr¨¢fico de un momento junto al Papa.
V¨ªctimas del comunismo
Junto a esta colecci¨®n de fotograf¨ªas se amontonan ejemplares de L'Osservatore Romano y la publicaci¨®n El cruzado de F¨¢tima, que en un suplemento advierte de los peligros del marxismo. La revista afirma: "Si todos los obispos cat¨®licos no obedecen pronto a Nuestra Se?ora de F¨¢tima, el mundo entero, incluyendo Canad¨¢ y Estados Unidos, ser¨¢ esclavizado por la Rusia comunista". La publicaci¨®n recuerda la gravedad de la situaci¨®n que vive el mundo -de la que afirma que "nos hallamos en una carrera contra reloj"- y reproduce una fotograf¨ªa de esqueletos humanos correspondientes al campo de exterminio de Dachau, con el comentario: "Foto de las 9.000 v¨ªctimas de la persecuci¨®n comunista".
Fuera del palacio de Nervi, en a cercana capilla romana de San Lorenzo, unos 20 j¨®venes se mantienen en oraci¨®n permanente y en adoraci¨®n del Sant¨ªsimo. Estos j¨®venes, que se relevan diariamente, celebran cada d¨ªa una misa votiva por el buen desarrollo del s¨ªnodo.
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