Felipe
Ya es mucho m¨¢s de una deuda lo que ha contra¨ªdo con el sommelier mayor de la bodeguiya la mayor¨ªa de la casta pol¨ªtica, el mundillo de la Prensa licenciado en cantar las cuarenta a todo el que se le cruza, y no poco gent¨ªo tambi¨¦n del que se dice de a pie. Todo este personal, un d¨ªa, es de suponer, se las ver¨¢ cara a cara con el presidente que nos gobierna, y es previsible que toda esa poblaci¨®n tenga que darse de baja.Veamos. El administrador supremo del socialismo de la apropiaci¨®n de los medios de producci¨®n ha tirado la esponja y, muy tieso, ah¨ª est¨¢ campanilleando la econom¨ªa de mercado; pero ah¨ª est¨¢n tambi¨¦n todos los que de testan el socialismo rega?ando a Felipe porque es socialista y por que no es socialista. El hombre lleg¨® al poder como un ni?o de primera comuni¨®n, afiliado al pacifismo antiot¨¢nico, y ah¨ª lo tenemos, cocelebrando con Reagan la misa de todos los misiles habidos y por haber; y ah¨ª est¨¢n tambi¨¦n los mismos, los que no le perdonan que sea socialista, y que no lo sea.
El hombre ya debe haberse olvidado de la palabra marxista, o la guarda, celoso, en el bolsillo de atr¨¢s del pantal¨®n; cuando tiene que levantar el pu?o, nunca le falta la mano del rojo de verdad, Guerra; si habla a fondo de la construcci¨®n europea no se embaraza, responseando que eso no es una cosa de derechas ni de izquierdas. Y ser¨ªa ofender su talante intelectual pensar que detalles tan aparentes obedecen a un despiste de criatura boba.
Incluso da la impresi¨®n, el presidente, de apadrinar los amores (?pueden no ser s¨ªmbolo inmaculado del matrimonio a todo trapo de las ideas?) de su ex ministro preferido con la ¨ªntima amiga de la nieta de su pesadilla de tiempos no lejanos. ?Es posible pedirle m¨¢s a un hombre tan voluntarioso? Quiz¨¢ lo que le falta a Felipe es plan charse ante el respetable, adecuan do las ideas a la pr¨¢ctica. Primero, denunciando todas las bobadas o cr¨ªmenes que se han cometido en nombre del socialismo. Segundo, rompiendo sus relaciones con la Internacional Socialista. Y tercero, y sobre todo, cambiando de apelaci¨®n a su PSOE.
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