Otros tiempos para Henri-L¨¦vy
Los tiempos cambian, pero Bernard Henri-L¨¦vy permanece. La reciente conferencia que el fil¨®sofo pronunci¨® en Madrid [en el Instituto Franc¨¦s, donde hoy habla Philippe Sollers] empez¨® con media hora de retraso; su avi¨®n llegaba s¨®lo 20 minutos antes de la hora, llov¨ªa y el tr¨¢fico era dif¨ªcil. Pero BHL entr¨® en la sala, subi¨® al estrado y empez¨® a hablar de pie, aferrando el micr¨®fono con la mano, paseando por delante de la mesa, con la otra mano en el bolsillo y sin una sola nota. La sala estaba llena, aunque esta vez no hubo gente en las escaleras ni funcionaron los altavoces como hace seis a?os.Eran otros tiempos, y los nouveaux philosophes hac¨ªan furor. La barbarie de rostro humano era el acontecimiento de moda y este joven profesor y fil¨®sofo metido a editor y periodista parec¨ªa ser el l¨ªder del movimiento. Cruzado impenitente, se hab¨ªa comprometido en Bangladesh, contra el Gulag, y despu¨¦s lo har¨ªa contra el mundial de f¨²tbol en Argentina, los Juegos Ol¨ªmpicos de Mosc¨² y as¨ª sucesivamente. Hoy, con otros dos libros de filosof¨ªa, El testamento de Dios y La ideolog¨ªa francesa, as¨ª como una novela, El diablo en la cabeza (premio M¨¦dicis y best-seller en Francia), BHL sigue ostentando el mismo aspecto. Jersei gris claro, amplia camisa blanca abierta, una tez permanentemente p¨¢lida, generosa y larga cabellera y ce?idos pantalones de terciopelo negro. Lo posmoderno no le afecta y su figura recuerda los viejos tiempos del existencialismo o de mayo del 68.
Habl¨® sin parar y enfermo de gripe durante una hora. A los 30 minutos se sent¨®, pero poco despu¨¦s empez¨® a sudar y se quit¨® el jersei. El tema era Europa, un proceso en torno a este maltratado viejo continente, que volv¨ªa a resucitar de sus cenizas al conjuro de un brillante y tradicional discurso. "Europa era un crimen para los j¨®venes de mi generaci¨®n", se?al¨® para empezar. Era el crisol de los totalitarismos, del genocidio, del colonialismo y de los campos de concentraci¨®n. ?C¨®mo hallar valores en este continente maldito?
"Hace 15 a?os ¨¦sta era una idea impensable". Pero en estos tiempos han pasado muchas cosas: la maldad no es una exclusiva europea, sino propiedad del hombre de siempre y de todas partes, hemos descubierto los textos culpables, sabemos que el marxismo ha fracasado y lo propio de Europa es pensar mal de s¨ª misma. Esto la dignifica. El "mal" comunista es denunciado fervorosamente por este adalid de todos los disidentes socialistas y restaurador del monote¨ªsmo. Europa ha pensado el mal y resiste a ¨¦l, ha inventado el colonialismo y el racismo, pero tambi¨¦n el independentismo y los nacionalismos liberadores. La lengua de Europa sirve en todo el mundo a la causa de la democracia.
Cuatro revoluciones positivas han surgido aqu¨ª: la revoluci¨®n jud¨ªa, la cristiana, la del ciudadano, y la del contrato social, donde las ideas abstractas se encarnan en el hombre concreto. Un canto a los derechos humanos resumi¨® la charla, que alg¨²n espa?ol hubiera podido entender al rev¨¦s: el de los j¨®venes nacidos bajo el franquismo, para quienes Europa era la libertad y la cultura. Con un camino inverso, BHL ha llegado a los viejos valores de siempre. ?Ser¨¢ que no hay otros?
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