Dos miembros de los GAL, condenados a 29 a?os por el asesinato de un franc¨¦s
Mariano Moraleda Mu?oz, de 28 a?os, y Daniel Fern¨¢ndez Ace?a, de 26, miembros del comando Jaizubia de los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL), fueron condenados ayer por la Audiencia Nacional a 29 a?os y 4 meses y 29 a?os y 10 meses, respectivamente, por su intervenci¨®n en el asesinato del trabajador franc¨¦s Jean-Pierre Leiva, a cuyos herederos deber¨¢n indemnizar con 15 millones de pesetas. El presunto cerebro del grupo, el industrial V¨ªctor Manuel Navascu¨¦s Gil, de 36 a?os, fue absuelto por falta de pruebas.
Los delitos por los que Moraleda y Ace?a han sido condenados son asesinato con premeditaci¨®n y alevos¨ªa y pertenencia a banda armada. Ace?a ha sido condenado a seis meses m¨¢s por tenencia il¨ªcita de armas. La sentencia se?ala que Moraleda y Ace?a formaban parte del grupo "de forma voluntaria, consciente, libre, reflexiva, directa y personal" y que ambos "intervinieron material, voluntaria y directamente en la muerte del s¨²bdito franc¨¦s".
Sin pruebas del 'cerebro'
Respecto al presunto cerebro del grupo, que en el juicio estuvo defendido por ?ngel L¨®pez Montero, que fue abogado del ex teniente coronel Tejero en el 23-F, la sentencia se?ala que no est¨¢ acreditado que Navascu¨¦s "fuera el promotor u organizador del grupo Jaizubia, ni que hubiera facilitado ning¨²n arma de fuego a ninguno de sus componentes". El tribunal precisa que ha valorado las declaraciones de los procesados tanto las realizadas ante la polic¨ªa, y el juez, prestadas con todas las garant¨ªas procesales, como las formuladas en el juicio, as¨ª como los numerosos escritos contradictorios aportados por los acusados al sumario.Moraleda y Ace?a se hab¨ªan reconocido autores del asesinato y hab¨ªan implicado a Navascu¨¦s como jefe del grupo, que les facilitaba armas y dinero, en sus manifestaciones ante la polic¨ªa y el juzgado, hasta que Navascu¨¦s, se present¨®, varios meses despu¨¦s de los hechos, ante la Audiencia Nacional. A partir de ese momento, el signo de las declaraciones cambi¨® y los acusados se?alaron que no conoc¨ªan a Navascu¨¦s, aunque el propio Navascu¨¦s desminti¨® este extremo referido a Ace?a, con el que dijo que hab¨ªa hablado en una ocasi¨®n en el taller propiedad de su familia.
El tribunal ha valorado las primeras autoinculpaciones de Moraleda y Ace?a como suficientes para condenarles por destrucci¨®n de la presunci¨®n de inocencia, pero no lo ha considerado bastante para condenar a Navascu¨¦s.
La sentencia declara probado que Moraleda, natural de Madrid y con antecedentes por robo y hurto, y Fern¨¢ndez Ace?a, natural de Ir¨²n (Guip¨²zcoa) se enrolaron a principios de 1984 en el comando Jaizubia con intenci¨®n de encuadrarlo en los GAL, para llevar a cabo acciones de represalia en contra de ETA y de personas relacionadas con la organizaci¨®n.
En busca de un 'etarra'
De acuerdo con un plan establecido, el 1 de marzo de 1984 pasaron a Hendaya con el fin de matar a un militante de ETA, conocido por Ugarte.En Francia se les uni¨® un franc¨¦s llamado Jean-Pierre, y juntos esperaron en un vag¨®n la salida de los trabajadores de la Cooperativa de Empresas Auxiliares de Aduanas, donde estaban empleados Fern¨¢ndez Ace?a y la v¨ªctima.
Cuando sali¨® Jean-Pierre Leiva, dispararon dos veces contra ¨¦l a corta distancia, de forma s¨²bita. Los disparos le alcanzaron en el coraz¨®n y la axila derecha, caus¨¢ndole la muerte.
Los agresores huyeron en diferentes direcciones. Moraleda atraves¨® la frontera y fue detenido en el puente de Santiago. Ace?a cruz¨® la l¨ªnea fronteriza por otro puesto sin tr¨¢fico, y fue detenido m¨¢s tarde. Se ignora el paradero del acompa?ante franc¨¦s.
Respecto al asesinato de Leiva, la sentencia indica que hubo "una voluntad permanente, fr¨ªa y decidida" de cometer el crimen, ya que "medi¨® un tiempo suficiente para que la conciencia y raz¨®n pudieran imponerse a la acci¨®n criminal".
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