Testimonio rebelde
La rebeli¨®n de Ana Rossetti no se basa en los grandes pecados. Ella dice que al no ser consciente de su esp¨ªritu no puede jugarse su condenaci¨®n eterna, por ejemplo. As¨ª, desde un plano m¨¢s materialista, adecuado a la ¨¦poca en la que vive, mantiene una posici¨®n de desobediencia. "Que la desobediencia sea privilegio nuestro", dice en el primer poema de su segundo libro, Dioscuros.La cr¨ªtica recibi¨® con entusiasmo su primera obra, titulada Los devaneos de Erato, y destac¨® su condici¨®n de mujer que asume desde una perspectiva muy peculiar la relaci¨®n er¨®tica con el hombre. Las leves presencias l¨¦sbicas o la descripci¨®n del acto onanista de un hombre fueron puestas como ejemplo de una poes¨ªa audaz, fresca y de buen gusto.
Su tercer libro, Indicios vehementes, ha sido editado por Visor junto a los anteriores en un solo volumen. La m¨²sica, el esp¨ªritu del romanticismo, personajes como Lou Andreas Salom¨¦, Lindsay Kemp o San Sebasti¨¢n, aparecen en los poemas de esta mujer efusiva que utiliza el lenguaje como si fuera un juego.
La formaci¨®n de Rossetti es muy dispersa, y sus lecturas. van desde Ortega y Gasset hasta Enid Blyton. Desde que era peque?a le acompa?an un diccionario etimol¨®gico y un libro sobre mitolog¨ªa. Ahora dice que lleva una vida retirada, "una vida modelo", y ya tiene escritas las tres cuartas partes de una novela. Narra en ella las inquietudes de unos soldados que acuden a la casa de una mujer que les guarda la muda para que puedan salir a la calle vestidos de civil.
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