Un cad¨¢ver en el Bidasoa
EL DESCUBRIMIENTO del cad¨¢ver de Mikel Zabaltza flotando en las aguas del Bidasoa, 19 d¨ªas despu¨¦s de la fecha en que la Guardia Civil registrase oficialmente la fuga del detenido en las proximidades de Endarlaza, descarta al menos una de las ominosas hip¨®tesis manejadas durante las ¨²ltimas semanas en torno a la suerte del desventurado muchacho. El temor de que la Espa?a democr¨¢tica pudiera ser escenario de desapariciones semejantes a las practicadas en la Argentina dictatorial nac¨ªa tanto de la falta de noticias sobre el paradero -vivo o muerto- de Mikel Zabaltza como de las zonas oscuras y las contradicciones de las informaciones facilitadas por las autoridades policiales y el Ministerio del Interior.Las primeras diligencias practicadas por un juez de instrucci¨®n de San Sebasti¨¢n no hicieron sino aumentar los recelos en torno al caso. No faltaban los motivos para la extra?eza: Mikel Zabaltza, que hab¨ªa sufrido recientemente tres operaciones quir¨²rgicas, seg¨²n la versi¨®n oficial, es conducido en plena noche -menos de tres horas despu¨¦s de ser detenido bajo las condiciones de la ley antiterrorista- desde el cuartel donostiarra de Intxaurrondo a localizar un dep¨®sito de armas y explosivos en un t¨²nel situado en el t¨¦rmino navarro de Endarlaza y distante un kil¨®metro de un puesto de la Guardia Civil; aunque est¨¢ esposado y le vigilan tres hombres armados, logra deslizarse por un agujero del t¨²nel y desaparece en un abrupto paraje de las riberas del Bidasoa; siempre seg¨²n esta versi¨®n, con las manos trabadas y sin apenas saber nadar, se lanza a las aguas del r¨ªo; los guardias civiles burlados no emprenden la persecuci¨®n del detenido y denuncian su fuga, no al puesto pr¨®ximo de Endarlaza, sino al cuartel de Behobia. De a?adidura, las posteriores investigaciones del magistrado R¨ªos en el cuartel de Intxaurrondo arrojan la sorprendente conclusi¨®n de que los responsables de ese establecimiento afirman no llevar -contra lo dispuesto en los reglamentos del propio cuerpo- el libro de registro de entradas y salidas del personal y de veh¨ªculos. Una fantasmal "coordinadora de guardias civiles de Intxaurrondo" comunica a medios informativos de Barcelona la posibilidad de que Mikel Zabaltza hubiera muerto a consecuencia de torturas. La novia del infortunado joven -a la que tambi¨¦n se le hab¨ªa aplicado la ley antiterrorista y que luego fue dejada libre sin cargos- testimonia que vio a su compa?ero en las dependencias de Intxaurrondo, primero "con las manos atadas y con una bolsa de pl¨¢stico amarilla en la cabeza", luego acostado en una camilla, despu¨¦s de la hora en la que seg¨²n la versi¨®n oficial fue trasladado a Endarlaza.
La independencia del poder judicial de la Espa?a democr¨¢tica permite esperar que las circunstancias de la tr¨¢gica muerte de Mikel Zabaltza sean elucidadas y que las dudas o temores en tomo a la veracidad de las versiones oficiales sobre el caso puedan esclarecerse ante los tribunales. Una vez aparecido el cad¨¢ver del malogrado muchacho, corresponde al juez de instrucci¨®n, con la ayuda de los m¨¦dicos forenses, descartar o confirmar las hip¨®tesis hasta ahora manejadas.
Este brutal acontecimiento, enraizado en la historia de la violencia ¨²ltima del Pa¨ªs Vasco, necesita un esclarecimiento total. Independientemente de las responsabilidades penales, hay que exigir las responsabilidades pol¨ªticas del caso. La virtualidad de un sistema democr¨¢tico consiste precisamente en eso: la capacidad e independencia de un poder judicial que puede llegar a establecer la verdad de lo sucedido. La claridad y, en su lugar, la exigencia a cualquier nivel de responsabilidades constituyen la ¨²nica salida democr¨¢tica para este hecho. Por el momento, s¨®lo se puede estar a la espera de que se contesten convincentemente las interrogantes que rodean esta muerte.
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