Una nueva agrupaci¨®n en Asia meridional

LOS D?AS 7 y 8 de diciembre se han reunido en Dacca, capital de Bangladesh, los jefes de Estado de la India, Pakist¨¢n, Sri Lanka, Nepal, But¨¢n, las islas Maldivas y el pa¨ªs anfitri¨®n. Esa reuni¨®n ha servido para dar nacimiento con toda solemnidad a una nueva agrupaci¨®n, integrada por los siete Estados citados, con el nombre de Asociaci¨®n Surasi¨¢tica de Cooperaci¨®n Regional (SAARC). Forman parte de ella tres democracias m¨¢s o menos defectuosas, India, Sri Lanka y Maldivas; dos dictaduras militares, Pakist¨¢n y Bangladesh, y dos monarqu¨ªas del Himalaya con rasgos patriarcales, But¨¢n y Nepal. Pero lo que causa sorpresa no son esas diferencias de reg¨ªmenes pol¨ªticos interiores, sino el hecho de que entre varios de los pa¨ªses mencionados existen conflictos muy agudos; es m¨¢s, en dos casos se trata de Estados que se han separado, mediante guerras sangrientas, de otros Estados que pertenecen a la Asociaci¨®n: Pakist¨¢n, de la India; Bangladesh, de Pakist¨¢n. Es cierto que tambi¨¦n Estados europeos hoy unidos en la CEE se han enfrentado en el pasado en terribles guerras; pero en el caso del Asia surasi¨¢tica los conflictos son mucho m¨¢s recientes y las heridas siguen abiertas en la conciencia de esos pueblos. Cabe, pues, destacar la voluntad pol¨ªtica demostrada por los dirigentes reunidos en Dacca para dar, a pesar de los abismos del pasado, un paso encaminado a afrontar en mejores condiciones las angustiosas realidades econ¨®micas que les acosan.Los siete pa¨ªses de la nueva asociaci¨®n figuran entre los m¨¢s pobres de la tierra; la mitad de su poblaci¨®n vive en una pobreza absoluta. Pero representan a la vez un potencial gigantesco: su poblaci¨®n global equivale aproximadamente a la quinta parte de la poblaci¨®n del mundo. Entre las decisiones adoptadas en la reuni¨®n de Dacca figura en un lugar no secundario la puesta en marcha de una cooperaci¨®n concreta, de proyectos comunes que abarcan materias como las comunicaciones, la ciencia y la tecnolog¨ªa, la meteorolog¨ªa, el desarrollo rural. Sin embargo, se trata de proyectos modestos que dif¨ªcilmente podr¨¢n alcanzar metas importantes, no por falta de acuerdo pol¨ªtico, sino por escasez de medios financieros y t¨¦cnicos. Pero el objetivo de la nueva asociaci¨®n es m¨¢s ambicioso: su Carta, aprobada en la reciente reuni¨®n, define su raz¨®n de ser en los t¨¦rminos siguientes: "Reforzar su cooperaci¨®n mutua y armonizar sus posiciones en los foros internacionales sobre las cuestiones de inter¨¦s com¨²n". Para ello, los jefes de Estado se reunir¨¢n una vez al a?o; los ministros de Asuntos Exteriores, cada seis meses. Y se va a crear un secretariado conjunto, que trabajar¨¢ en una ciudad a¨²n no decidida, una de las siete capitales.

Si se recuerda que para estos pa¨ªses problemas como la deuda externa, los cr¨¦ditos para el desarrollo, las tarifas aduaneras, los precios de las materias primas, etc¨¦tera, son absolutamente decisivos para empezar a salir de la miseria, salta a la vista la necesidad que tienen de ponerse de acuerdo entre s¨ª para negociar mejor con los pa¨ªses ricos y con los organismos internacionales. En el terreno m¨¢s estrictamente pol¨ªtico, todos los pa¨ªses de la nueva asociaci¨®n pertenecen al movimiento de los no alineados, si bien existen diferencias entre las inclinaciones m¨¢s prooccidentales de Pakist¨¢n y Sri Lanka y la neutralidad m¨¢s estricta de la India. Pero quiz¨¢ lo m¨¢s importante es que el nacimiento de ese foro regional debe abrir posibilidades nuevas para abordar, y amenguar, los agudos conflictos bilaterales que siguen enfrentando a diversos pa¨ªses del sur de Asia.

Entre los pa¨ªses de la nueva asociaci¨®n se dan diferencias gigantescas: India sola triplica a los otros seis en poblaci¨®n y recursos, y existe el peligro de que esa realidad objetiva se convierta en una actitud hegem¨®nica excesiva. En todo caso, no cabe duda que la reuni¨®n de Dacca es una nueva manifestaci¨®n de una corriente mundial que tiende a la constituci¨®n de grandes agrupaciones regionales y que est¨¢ influyendo en el conjunto de la vida internacional. Entre los antecedentes m¨¢s importantes de la reci¨¦n nacida SAARC est¨¢n la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (OUA), en 1963, y la Asociaci¨®n de Naciones del Sureste Asi¨¢tico (ASEAN), en 1967. Esta tendencia a agruparse sobre una base regional refleja, de una parte, la incapacidad de muchos Estados, por su peque?ez o pobreza, para hacer frente a los problemas contempor¨¢neos; y a la vez, el deseo de superar el sistema bipolar, dominado por la URSS y EE UU, y de avanzar hacia un sistema internacional m¨¢s plural.