Dos escritores cubanos compiten por la autor¨ªa de una novela
El escritor cubano Jos¨¦ Lorenzo Fuentes anunci¨® el pasado d¨ªa 13 en La Habana que presentar¨¢ una de manda contra la editorial espa?ola Playor pidiendo una indemnizaci¨®n que ronda los tres millones de d¨®lares. Fuentes reclama como suya una novela que la citada editorial public¨® en Espa?a con el t¨ªtulo de El tiempo es el diablo, atribuy¨¦ndola al disidente cubano Ricardo Bofill. La esposa de Bofill asegura que ¨¦ste es el verdadero autor de la obra.
Jos¨¦ Lorenzo Fuentes dijo a este diario que ¨¦l hab¨ªa escrito la obra en 1974 y que un a?o m¨¢s tarde le prest¨® el original a Ricardo Bofill. Bofill no pudo ser localizado en La Habana, donde vive, aunque su esposa, Mar¨ªa Elena Bofill, residente en Miami, asegur¨® que era el verdadero autor y que la hab¨ªa escrito en los a?os setenta mientras estaba en prisi¨®n. La editorial se?al¨® que hab¨ªa recibido el manuscrito a trav¨¦s de la esposa de Bofill y que no hab¨ªa comunicado al escritor la publicaci¨®n de la obra.La sorpresa parece ser el denominador com¨²n de esta historia. Sorpresa, que es lo que dice que tuvo Fuentes cuando un amigo, el poeta cubano Pablo Armando Fern¨¢ndez, le enteg¨®, en La Habana, una obra publicada en Espa?a por Playor y firmada por el soci¨®logo cubano Ricardo Bofill. Fuentes, que fue amigo de Bofill e ignoraba sus aficiones literarias, empez¨® a leer la obra. Se fue sorprendiendo porque era, afirma, ni m¨¢s ni menos que la misma que con el t¨ªtulo de Los ojos del papel ¨¦l hab¨ªa escrito en los primeros a?os de la d¨¦cada de los setenta y prestado, en 1974, al mismo Bofill. Sorpresa es tambi¨¦n lo que dice haber experimentado Mar¨ªa Elena Bofill, cubana residente en Miami, cuando tuvo noticias de que reclamaba la autor¨ªa de la obra una persona que no era su esposo. No menos sorprendido se mostr¨® el director literario de Playor, P¨ªo Serrano, cuando se le pregunt¨® si estaba seguro de qui¨¦n era el autor de la obra.
Fuentes es un autor conocido en Cuba. Fue Premio Nacional de novela en 1967 con Viento de enero, y obtuvo una menci¨®n especial en el premio Casa de las Am¨¦ricas del siguiente a?o con Despu¨¦s de la Gaviota. En 1983 obtuvo el Premio Plural de cuentos que otorga el diario mexicano Excelsior. En medio de todo esto, Fuentes sigui¨® escribiendo; en 1974 termin¨® una novela a la que, seg¨²n explica, titul¨® Los ojos del papel, que no interes¨® demasiado a los editores de la isla caribe?a. En 1975, su amigo Bofill le pidi¨® la obra. Cuatro o cinco meses despu¨¦s Bofill le asegur¨® a Fuentes que hab¨ªa perdido la novela, y ya no hablaron m¨¢s del tema.
Sin contrato
Luego, Fuentes, ante el desinter¨¦s hacia ese texto de los diversos editores consultados, decidi¨® reformarlo, convirti¨¦ndolo en una novela algo m¨¢s extensa titulada Brigida pudo so?ar. Un ejemplar de esta obra lleg¨® a la editorial ecuatoriana El Conejo, que la incluy¨® en su programaci¨®n para el primer trimestre de 1986, extendi¨¦ndole el contrato correspondiente.Al tener noticia de la aparici¨®n de la novela en Espa?a, Fuentes decidi¨® pedirle explicaciones a Bofill, quien neg¨® tener ning¨²n tipo de relaci¨®n con la obra o con la editorial, poniendo como evidencia de su inocencia la inexistencia de cualquier tipo de contrato con Playor. Siempre seg¨²n Fuentes, Bofill acept¨® escribir una carta a la editorial ecuatoriana para evitar posibles perjuicios a Fuentes. EL PA?S pudo ver una fotocopia de la carta, aunque fue imposible confirmar o desmentir su autor¨ªa.
La editorial Playor, a la que est¨¢ vinculada el exiliado cubano Carlos Alberto Muntaner, reconoci¨® a este diario que hab¨ªa publicado la obra sin tener firmado ning¨²n contrato con Ricardo Bofill e incluso, seg¨²n asegur¨® su director literario, P¨ªo Serrano, sin notificarselo al autor. Seg¨²n Serrano, la novela lleg¨® a la editorial por dos v¨ªas. Una, procedente de la esposa de Bofill, con la que se hab¨ªa establecido contacto y firmado un contrato para los derechos de la obra, y la otra, desde Londres, a trav¨¦s de la asociaci¨®n Escritores en Prisi¨®n, relacionada con el Pen Club Internacional. Serrano se mostr¨® dispuesto a rectificar la autor¨ªa de la novela si se demuestra que pertenece a Fuentes, y ha invitado a ambos a dirimir sus diferencias ante los tribunales de Madrid.
Mar¨ªa Elena Bofill asegura no tener la menor duda de que la obra fue escrita por su marido en prisi¨®n, en los a?os setenta. No fue ella, afirma, quien la sac¨® de Cuba, sino que la encontr¨® en Miami en 1980. Ha enviado copias a cuantos ha cre¨ªdo que podr¨ªan interceder en favor de la liberaci¨®n de su marido.
Las instancias oficiales consultadas en La Habana han manifestado su sorpresa ante el hecho de que apareciera la novela de Fuentes con el nombre de Bofill, y aseguran que estudiaban emprender acciones legales contra Bofill. La novela s¨®lo ha sido le¨ªda, al parecer, por una persona no directamente vinculada a la historia: Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez. El escritor afirma haber conocido el texto como perteneciente a Fuentes e identifica la obra como la publicada por Playor.
Seg¨²n las autoridades cubanas, este problema trata de provocar un nuevo caso Padilla que sea util. para la guerra fr¨ªa contra el Gobierno de La Habana.
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