Uruguay y la emigraci¨®n
Ante la carta titulada Uruguay y la emigraci¨®n espa?ola, firmada por Patricia Araoz y publicada en la secci¨®n Cartas al Director de la edici¨®n del 15 de diciembre de ese prestigioso diario, se hacen necesarias algunas aclaraciones:1. Con respecto al denominado plan piloto al que se hace referencia, aludiendo a un art¨ªculo publicado por EL PAIS el 30 de noviembre, es preciso aclarar que se trata de un proyecto que a¨²n no ha salido de la ¨®rbita de estudio preparatorio. Si ¨¦l fuere aprobado en el futuro, tendr¨¢ las garant¨ªas de seriedad que corresponden a los actos de un Gobierno democr¨¢tico, caracterizado por la responsabilidad de todas sus decisiones.
2. Uruguay no est¨¢ deshabitado y menos como causa de los incre¨ªbles motivos que expone la corresponsal. Sufre, s¨ª, la macrocefalia caracter¨ªstica de todos los pa¨ªses latinoamericanos. Pero, si exceptuamos el oscuro per¨ªodo de la dictadura, debe destacarse que cuenta con una legislaci¨®n que, recogiendo la inspiraci¨®n artiguista, ha procurado defender al campesino, a su trabajo, a su educaci¨®n, a su salud e incentivar la modificaci¨®n de las injustas estructuras de la propiedad territorial all¨ª donde la hay. Esta pol¨ªtica es, por otra parte, una preocupaci¨®n dominante en la actual gesti¨®n gubernamental. Si ello fue alterado por la dictadura, su derrota, producida en elecciones libres, y la instalaci¨®n de un Gobierno constitucional y democr¨¢tico son respuesta bastante. Adem¨¢s, mi pa¨ªs, a trav¨¦s de institutos nacidos de la ley, est¨¢ abocado hoy d¨ªa, con excelentes resultados, al retorno de todos los compatriotas que por razones fundamentalmente pol¨ªticas debieron exiliarse en el pasado reciente.
3. Contrariamente a lo que se afirma en la carta que comentamos, Uruguay, pa¨ªs de inmigraci¨®n, abri¨® y abrir¨¢ fraternalmente sus fronteras a cuantos quieran contribuir con su esfuerzo a su engrandecimiento, sin que ello pueda suponer despojo alguno. La ley, en
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un r¨¦gimen de derecho, tutela a todos e impide toda arbitrariedad.
4. Los ind¨ªgenas uruguayos, esto es, los ciudadanos naturales de mi pa¨ªs, son, en su totalidad, descendientes de europeos, predominantemente espa?oles e italianos, de modo que en mi patria se rechaza, como el s¨ªntoma de una grave enfermedad social, la xenofobia que flota en la correspondencia a la que me estoy refiriendo.
5. Por ¨²ltimo, rechazo, con m¨¢s asombro que indignaci¨®n, la calificaci¨®n de "f¨¢lta de ¨¦tica" dirigida al Gobierno de mi pa¨ªs. Nacido de unas elecciones populares y actuando en el marco de la Constituci¨®n, es respetado no s¨®lo por la oposici¨®n interna, que goza de sus derechos y participa a trav¨¦s del Parlamento de la conducci¨®n del pa¨ªs, sino por todos los Gobiernos democr¨¢ticos del mundo y apoyado por sus pueblos, entre los que se cuentan, precisamente, el Gobierno y pueblo espa?oles.- embajador de Uruguay. .
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