El genio de Olavide

Ya era hora. Gonzalo de Olavide, con el medio siglo reci¨¦n entrenado, ha recibido en Madrid el homenaje que anteriormente le dedicaran Ginebra o Colonia. Dirigidos por Arturo Tamayo, un grupo de solistas y la Academia Matritense interpretaron para los Mi¨¦rcoles de RNE, en la Sala F¨¦nix, un monogr¨¢fico de obras de c¨¢mara, compuestas entre 1973 y 1981, per¨ªodo en el que se define plenamente la personalidad del m¨²sico. Desde Quasi una cadenza, una p¨¢gina bell¨ªsima en la que interesa, de modo particular, la superposici¨®n de diversos tiempos, estrenada en 1973, hasta la formidable estructura expresiva de ?lan (1981), escrita por encargo del Festival de Estoril, la evoluci¨®n o, por mejor decir, el curso est¨¦tico/t¨¦cnico de Olavide resulta fascinante.La ordenaci¨®n de una suerte de serialismo interv¨¢lico y el desarrollo del motivo a partir de elementos muy simples nos dan en ?lan un proceso, o una acumulaci¨®n de impulsos,cuyo centro y raz¨®n de ser es la misma marcha hacia....

Las dos obras con texto (original del propio Olavide) discurren por distintos caminos: los Cantos anacr¨®nicos, para voz, guitarra y flauta, constituyen un intento de nuevo tratamiento de la voz en relaci¨®n con los diversos instrumentos a los que, en cierto modo, acompa?a y provoca la soprano.

La obra C¨¢ntico (para soprano, mezzo y grupo instrumental), del mismo a?o de 1978 y estrenados en Fiesole (Italia) combina la simetr¨ªa y lo asim¨¦trico en una sucesi¨®n de mutaciones determinadas por los valores mel¨®dicos, arm¨®nicos y t¨ªmbricos, en un juego creativo que tiene mucho de pl¨¢stico, no poco de gestual y bastante de l¨ªrico.

Gesto preciso

Las versiones fueron excelentemente dirigidas por Arturo Tamayo, al que resulta familiar la m¨²sica de hoy, y particularmente la de Gonzalo de Olavide, que en estos momentos trabaja en la pieza obligada para el pr¨®ximo Concurso Internacional de Piano Paloma O'Shea. Con gesto preciso, identidad de criterio con el compositor y la naturalidad propia de la m¨²sica vivida, Tamayo explic¨® con claridad geom¨¦trica las distintas obras.Realizaron una labor de todo punto encomiable la soprano Pura Mar¨ªa Mart¨ªnez, la mezzo Mar¨ªa Arag¨®n, el flautista Salvador Espasa, el guitarrista Nicol¨¢s Daza y los j¨®venes y activos componentes de la Academia Matritense, fundada el a?o pasado por su director titular, Luis Izquierdo.