Dos homenajes corales

El Orfe¨®n Donostiarra recibi¨® el pasado d¨ªa 19, en el teatro Victoria Eugenia de San Sebasti¨¢n, la medalla de oro, el m¨¢s alto galard¨®n que concede la Diputaci¨®n foral de Guip¨²zcoa. Se trata, en Espa?a y fuera de Espa?a, de una de las m¨¢s formidables agrupaciones corales de Europa.Fundada en el a?o 1897 -en el tiempo clave que conoce, por una parte, el desastre del 1898, y por otra, el regeneracionismo, y en el Pa¨ªs Vasco y Catalu?a, principalmente, el proceso de industrializaci¨®n-, el Orfe¨®n naci¨® m¨¢s que como signo de la ¨¦poca, que lo fue, como avanzadilla de futuro.

Se trataba de una formaci¨®n enteramente aficionada, y existen muy pocas an¨¢logas a ella con tan hondo sentido de la profesionalidad. Desde hace 88 a?os, obtiene ¨¦xitos en Espa?a, Francia, la Rep¨²blica Federal de Alemania, B¨¦lgica, Italia, Checoslovaquia, Suiza, Reino Unido, Portugal y Estados Unidos.

Por el podio del Orfe¨®n Donostiarra han desfilado, como maestros titulares, Norberto Luzuriaga, Miguel Ofiate, Secundino Esnaola -que fue conductor del gran avance internacional del Orfe¨®n-, Juan Gorostidi y Ant¨®n Ayestar¨¢n. Los dos ¨²ltimos convirtieron al Orfe¨®n Donostiarra en un gran coro moderno, que conserva del siglo XIX el nombre, el amor a Donosti y el particular servicio a la m¨²sica de Euskadi.

El Coro de RTVE representa algo muy diferente: la ¨ªistitucionalizaci¨®n de una formaci¨®n vocal con car¨¢cter y emolumentos fijos, seg¨²n el sistema dominante en las grandes cadenas radiof¨®nicas europeas.

Prehistoria e historia

Naci¨® en 1950 por impulso de la profesora Rodr¨ªguez de Arag¨®n y trabajo del profesor Roberto Pla. Un grupo de 20 voces mixtas, reunidas bajo el t¨ªtulo de Los Cantores Cl¨¢sicos, cultiv¨® la gran polifon¨ªa espa?ola. En aquella peque?a/ gran agrupaci¨®n figuraban nombres como Teresa Berganza, Isabel Penagos, In¨¦s Rivadeneyra, Joaqu¨ªn Deus o Pedro Lavirgen, que har¨ªan despu¨¦s larga carrera individual. Los Cantores Cl¨¢sicos fueron dirigidos por Stokovski y contribuyeron a la gran antolog¨ªa dedicada al Papa.En el a?o 1953 sucedi¨® a Pla en la direcci¨®n el leon¨¦s Od¨®n Alonso, con pr¨¢ctica y herencia corales. Jornadas como las del Festival de Granada; el estreno de la Cantata a Salamanca, de Joaqu¨ªn Rodrigo, impulsado por Antonio Tovar; de los Cantos de cautividad, de Dallap¨ªccola, con la colaboraci¨®n del compositor, o la Misa ducal, de Cristobal Halffter, valdr¨ªan como puntos significativos de la etapa.

Tercer director: Alberto Blancafort, que accede al puesto el a?o 1958. La pr¨¢ctica polif¨®nica cuaj¨® en una importante serie de discos, buscados hoy como piezas valiosas, cuya culminaci¨®n fue la Misa de difuntos, de Victoria, premiada en Francia, Jap¨®n o EE UU.

Al fundarse la Orquesta Sinf¨®nica de Radiotelevisi¨®n, en 1965, pareci¨® momento adecuado para el deseado estir¨®n: el coro aumenta hasta el centenar de voces. Las dos agrupaciones ponen en pie de actualidad un interminable repertorio sinf¨®nico-coral, incluidos no pocos estrenos espa?oles y extranjeros.

Los maestros Markevitch, Od¨®n Alonso, Enrique Garc¨ªa Asensio y Alberto Blancafort protagonizaron brillantes jornadas que culminan en la serie de grabaciones dirigidas por Markevitch para Philips-Internacional, en la interpretaci¨®n de Atl¨¢ntida en Toulouse, bajo la direcci¨®n del coautor de Falla, Ernesto Halffter, y en la reiterada presencia en los primeros festivales.

A partir de 1983 se encarga del coro Pascual Ortega, formado junto a Blancafort, del que fue auxiliar de direcci¨®n, como Vicente Larrea. Estamos ya en el presente. Tanto el nuevo titular de la orquesta, Miguel ?ngel G¨®mezMart¨ªnez, cuanto el propio Ortega, contin¨²an una labor cuyo vig¨¦simo aniversario -referido s¨®lo al coro grande- fue celebrado el s¨¢bado en el Teatro Real con un entra?able programa de aire navide?o. El Coro de RTVE, como su hermano m¨¢s joven, el Coro Nacional, son imprescindibles en el panorama madrile?o y nacional como elementos b¨¢sicos a cuidar con inteligencia y pasi¨®n. Hasta sus triunfos llegan los ecos de aquel gran pionero que fue Rafael Benedito, cuyo denodado esfuerzo hizo posible la Masa Coral de Madrid y la audici¨®n -con Peres Casa y Arb¨®s- de la Novena sinfon¨ªa, las cantalas de Bach; La Galia, de Gounod; Jepht¨¦, de Car¨ªssimi, o. la Sinfon¨ªa Fausto, de Liszt. Es nuestra prehistoria, como los cantores donostiarras de Santesteban, Echevarr¨ªa y Olaizola fueron la del Orfe¨®n Donostiarra.