El regalo
Seguramente uno de los ejercicios m¨¢s sutiles se encierra en el arte de hacer regalos: la oportunidad de ense?ar mediante una cosa tangible otra intangible, de decir con un objeto sin habla lo indecible; o tambi¨¦n de mentir al otro a partir de una materia indesmentible. Todo ello constituye un universo refinado. Pero ?qu¨¦ decir de la severa penitencia de regalar a una decena de personas distintas, no siempre sugerentes, y a plazo fijo? He aqu¨ª las fiestas navide?as.La gente parece euf¨®rica abarrotando las tiendas, aparcando los coches en doble fila, afluyendo de los comercios con los paquetes floridos. Nadie dir¨ªa que lo est¨¢n pasando mal, que han temido y aborrecido a quienes obsequian en progresi¨®n a la dificultad de darle agrado. Que se han maldecido a s¨ª mismos una vez convertidos en ese envoltorio con lazo que acaba resumiendo toda la imaginaci¨®n de la que sinceramente han sido capaces tras una obsesionante tarea de b¨²squeda y c¨¢lculo.
De la palabra latina regelare -fundir el hielo- el regalo evoca una aproximaci¨®n con calor. Pero, a la vez, el regalo implica un juego de influencia y dominio. Una agresi¨®n en suma, que el otro s¨®lo lograr¨¢ paliar contrarregalando. La amenaza que conlleva la segura previsi¨®n de ser regalado es tremenda, y de ah¨ª el pavor que se siente si no se tiene algo a mano para contrarrestarlo. Un patente desequilibrio en el trueque de obsequios situar¨¢ siempre al perdedor en una situaci¨®n de menoscabo y, en consecuencia, es aterradora la experiencia de encontrarse sin nada al t¨¦rmino del ¨²ltimo d¨ªa y ver encima a los empleados removi¨¦ndose para cerrar los almacenes. Preferir¨ªa uno cualquier cosa antes de pasar, al d¨ªa siguiente, por el trance de quedar como un miserable.
De nada vale que la magnanimidad del otro asegure que en su acto de obsequiar lleva incluida su recompensa y no necesita por lo tanto recibir nada. Esto es, con diferencia, much¨ªsimo peor. En esos casos, tan s¨®lo el suicidio permitir¨ªa equilibrar la relaci¨®n y salir airoso. Pero, a la vez, ?qui¨¦n podr¨ªa entenderlo adecuadamente? Francamente, son muy dif¨ªciles estas fechas.
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